
Revolución Bolivariana de Venezuela, un acto de ilusionismo (I)
Venezuela mi país se debate en los actuales momentos en un dilema como sociedad, avanzar definitivamente por el camino incierto de una mal llamada revolución o reemprender la ruta democrática desarrollada durante 4 décadas a partir de la caída del anterior dictador Marcos Pérez Jiménez.
Posterior a la guerra de independencia y una vez separados de la gran Colombia en 1830 la historia de Venezuela ha sido un largo y tortuoso camino de dos siglos, donde el forcejeo entre los civiles intentando desarrollar un país con instituciones fuertes por un lado y los militares intentando imponer el mando de las armas en la dirección del gobierno y del estado, como si fuera herencia o botín de guerra o en todo caso derecho derivado de haber enfrentado al imperio español y ganar la guerra de independencia.
El siglo XIX, fue una larga jornada de luchas fratricidas, en primer lugar los héroes militares de la independencia sucediéndose en la presidencia, con civiles en diferentes trincheras del pensamiento enfrentándose a ellos en la lucha por un país civil, otras veces fueron hombres en armas; hacendados que con sus peones intentaban llegar al poder, por eso alguien dijo que la política no había estado bajo el amparo de los sables sino de los machetes.
El paso al siglo XX, nos consigue con un militar en el poder, un andino del estado Táchira (limítrofe con Colombia) Cipriano Castro, según la leyenda inicio su “Revolución Restauradora” con 60 hombres, llega a Caracas y toma el poder, “Siempre vencedor jamás vencido” fue la frase que acuñaron los adulantes, en 1908 parte al extranjero por una enfermedad renal, y deja encargado a su compadre el general Juan Vicente Gómez, quien dará el zarpazo, para mantenerse 27 años en una cruel y sanguinaria dictadura, y saldrá solo a su muerte en 1935.

Muchos atribuyen su permanencia tan larga, a que tuvo (siempre los hay) intelectuales que se pusieron a su servicio, y de esta forma pudo suplir las carencias que tenía como hombre de extracción rural sin estudios militares formales, pero con indiscutible liderazgo entre sus tropas analfabetas y violentas.
A pesar de la represión y encarcelamiento de todos aquellos que pudieran ser oposición a su régimen, donde se incluían militares y civiles que alguna vez estuvieron a su lado, en 1928 un grupo de jóvenes universitarios que apenas superaban los 20 años organizan la celebración de La “Semana del estudiante” durante el carnaval de ese año; aunque en realidad tenía un objetivo político, porque son los que han ingresado a la Universidad Centra de Venezuela entre 1923 y 1925 y han venido organizándose. Con todas las limitaciones que impone en primer lugar la dictadura y en segundo lugar una época donde aparte del poco acceso a los libros y la presencia de una férrea censura, era muy difícil abrevar en las fuentes del pensamiento político, sin embargo estos jóvenes traen ideas renovadoras a un país que permanece muy atrasado con respecto al resto del mundo.

La historia los conoce como “La generación del 28”, de ese grupo emergerán los líderes de la segunda mitad del siglo XX en Venezuela, fundaran partidos políticos, se destacaran como intelectuales, escritores, diplomáticos, dos de ellos llegaran a la presidencia apenas se restablezca la democracia después de la caída de Marcos Pérez Jiménez en 1958, Rómulo Betancourt (1958-63) y Raúl Leoni (1963-68).

Comienzan en 1958 40 años de restablecimiento democrático, al principio se ahogan intentos de golpes de estado y se enfrenta una guerrilla inspirada en el movimiento de Fidel Castro en Cuba, se suceden 8 gobiernos producto de elecciones, hay alternancia en el poder, desarrollo económico, se construyen grandes obras de infraestructura, represas y electrificación vías de comunicación, establecimientos educativos y de salud, todo eso ocurre en un país que comenzó a explotar petróleo desde el 14 de febrero de 1922 y que recibe un gran impacto económico en 1973, cuando producto de la guerra del medio oriente, se produce un embargo petrolero de los países árabes a occidente y el barril del oro negro aumente su precio 475% en el transcurso de un año (1,62 $ p/b enero 1973 a 9,31 $ p/b enero 1974).
Historiadores y politólogos ubican en ese tiempo (primer gobierno de Carlos Andrés Pérez 1973-78) como el germen de la crisis económica que produce un quiebre en el segundo mandato de Pérez (El Caracazo, febrero de 1989) y la irrupción en el escenario de Hugo Chávez y otros conspiradores el 4 de febrero de 1992.
Desde 1989 a 1998, el país enfrenta una crisis del modelo político, hay un gran desprestigio de los partidos, la sociedad clama por cambios que no son escuchados; apenas se transfiere a los ciudadanos la elección de sus gobernadores de estado (provincias) y hay una incipiente descentralización política, es un juego de poder donde los mandatarios regionales exigen transferencia de competencias y recursos y un gobierno central que avanza en ese sentido pero muy lento.
Con la promesa de refundar el estado y reivindicar a los pobres Chávez asume en 1988 la lucha electoral, inicia su gobierno convocando una asamblea constituyente originaria, se redacta y aprueba una nueva constitución, la decimoséptima desde 1830.

Con una nueva constitución, gran respaldo popular y un providencial aumento del precio del petróleo, el gobierno del teniente coronel tenía ante sí un escenario promisorio, desafortunadamente no ocurrió, pero eso será tema de nuestra próxima entrega.
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Agradezco a quienes han tenido la gentileza de enviar sus comentarios. A pesar de lo inmediato de la informacion, entender los procesos sociales desde la distancia nunca es facil, espero cumplir con las expectativas e inquietudes planteadas por ustedes.
Desde Aragua, Venezuela, un cordial saludo. Carlos Vivas S
Detallista y pulido artículo. Quedo atento a la consecuencia de la subida del crudo y como este influyó en la administración presidencial de aquellos años.
Saludos desde la franja larga y angosta llamada Chile.
Excelente reseña de la historia venezolana. Muchas gracias Dr. Vivas por su gran aporte; quedamos en suspenso y atentos a la publicación de la segunda parte.
Me parece, este artículo, humildemente lo digo, una panorámica histórica que, no sólo da cuenta de una mirada social y política de los procesos venezolanos si no que además refleja un serio intento de una mirada objetiva para entender el confuso presente de ese país.
Gracias Carlos, espero con ansias segundo capítulo.
Impresionante la calidad que tiene el articulo. Atento a Vol II.
Saludos desde Bogota.