«En país bien gobernado, debe inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado, debe inspirar vergüenza la extrema riqueza»

Confucio

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UN PENCOPOLITANO INTEGRAL: PASCUAL BINIMELIS Y CAMPOS. Parte I

J. Antonio Zelada Espinosa

Arquitecto Premio Regional de Arquitectura y Diseño Consejo de la Cultura y las Artes 2012

A mediados del siglo XIX Concepción era una ciudad pueblo como las que describe García Márquez en sus novelas, calles de pura tierra y sin veredas, cerros que se iban “trasquilando” y un río que se salía de madre, y donde llegaban lanchones con productos agrícolas y madera. Al menos así era cuando se asentó allí Pascual Binimelis y Campos, agrimensor y empresario que venía de dejar su empresa molinera en Tomé a cargo de sus dos hermanos hombres. Tomé era entonces puerto mayor, de mayor importancia y categoría que Talcahuano; desde allí se exportaba el trigo entero y hecho ya harina a la América del Norte, así como también llegaban los barcos con importaciones. Sus empresas molineras estaban en Tomé y en Coelemu, donde la familia poseía ricas tierras, el Fundo Quilteu, que le dio el nombre a sus empresas y a un barco que él diseñó y construyó después en Talcahuano y que atendía la navegación fluvial necesaria para sus molinos en los ríos Maule, Itata y Biobío.

Binimelis dejó un poco de lado el área privada para asumir en 1853, a la edad de 34 años, un cargo en la administración pública en Concepción, en la Municipalidad ligada a la Intendencia, la principal delegación del gobierno central radicado en Santiago. Solo estuvo tres años en ese cargo fiscal, pero fueron muy intensos y productivos tres años.

Su título profesional era Agrimensor General de la República, equivalente entonces al de Ingeniero. Había estudiado en Concepción y Santiago, pero era, antes que nada, un hombre de esos que casi naturalmente saben hacer las cosas. Sumaba una inteligencia privilegiada con un empuje que hoy nos parece sobrehumano. Así, fue nombrado por el gobierno Director General de Obras Públicas en la comuna de Concepción, equivalente a Director de Obras. Allí fue geógrafo, geomensor, agrimensor, arquitecto, ingeniero y constructor. Comenzó definiendo el pueblo en su contexto geográfico-topográfico y en sus manzanas, calles y espacios públicos que eran de gran desorden, definió líneas y nivelaciones, y redactó hasta una especie de ordenanza para definir, respetar y mejorar el espacio público, y hasta con el financiamiento del sorprendido vecindario.

Lo que hoy es el Parque Ecuador era un lugar arbolado, húmedo y terroso donde el municipio entraba para extraer tierra y madera del cerro Caracol; y también cualquier vecino lo hacía, para rellenar calles y sitios, y buscar algún grado de nivelación en manzanas donde campeaban las aguas lluvias y el barro.

Binimelis hizo levantamientos topográficos y catastrales, y ordenó la “estructura urbana” del pueblo-ciudad, mejor dicho, le dio mejor forma, límites y estructuración vial: es decir hizo un “plan regulador en terreno”. Lo primero fue hacer canales de evacuación de aguas en el centro de las calles de tierra, canales empedrados, probablemente tipo adoquines y conformó veredas con madera que llegaba por el Biobío en los lanchones. Más adelante pavimentó las calzadas de las calles con adoquines, ante lo cual los vecinos, primero reticentes a ese adelanto, después se deslumbraron y comenzaron a tener fe en ese funcionario, de modo que cuando se quedaba sin materiales provistos por la Municipalidad y la Intendencia, los ponían de su peculio, fuese en dinero o en materiales. Hizo de la Alameda un precioso y disfrutado paseo bien trazado y transitable, apreciado especialmente por la juventud que lo hizo suyo.

Cuando Pascual Binimelis renunció a su función pública continuó como consultor y contratista del fisco, tanto en la ideación de obras como en diseños más la ejecución de grandes obras. Hizo tres grandes edificios, que no fueron cualquier cosa: el edificio de la Intendencia, el edificio Tribunales de Justicia y la Municipalidad. Los diseñó, es decir hizo de arquitecto e ingeniero y los construyó. Admiremos las imágenes aquí adjuntas de la Intendencia y los Tribunales de Justicia. Más tarde, construyó un gran teatro de madera, a modo de reacción voluntaria, suya y de sus amigos, ante la falta de inversión del gran teatro que había comprometido el gobierno, pero que nunca se construía; por ello, luego de construido, lo nominaron “Teatro Provisorio”, y que funcionó por mucho tiempo con obras teatrales, musicales y hasta óperas.

El barco a vapor que Pascual diseñó y construyó en Talcahuano (1854), fue tal vez el primero que se hizo en Chile, y navegó por los ríos Itata y Biobío, pero también en una línea de pasajeros entre Tomé y Talcahuano, dos veces al día. No obstante, en contra de las aspiraciones de Binimelis, la navegación por el Biobío fue entregada por el gobierno central en concesión exclusiva por 8 años a un empresario extranjero de Valparaíso. Contratiempos con el ámbito político santiaguino por esta y otras razones, pues Pascual era un hombre de avanzada, nunca conservador y no usó la política ni sus cargos para sus negocios. Sorprendente emprendedor, profesional selecto, empresario y funcionario público, Pascual Binimelis, a decir verdad, fue un hombre de espíritu y vocación públicos como cuesta encontrar en la historia.

Además de lo anteriormente reseñado, él fue quien diseñó lo que debía ser el sello de este pueblo que comenzaba a ser ciudad: la Fuente de Ceres, diosa de la Agricultura, en el centro de la Plaza Independencia. Su materialización la encargaron a The Coolbrokdale Company, los mejores fundidores de Europa, la firma que demoró, ni más ni menos, que 4 años en darle forma; una vez terminada la fuente quisieron mostrarla en la Exposición Universal de París de 1855, lo que no aceptaron en Concepción las autoridades mandantes por el manifiesto atraso que la esperada obra ya tenía. Algunos discuten la autoría de Binimelis de esta fuente monumento, y se la adjudican a la empresa inglesa, sin embargo, existen los dibujos previos hechos por Pascual antes de encargar su ejecución.

Este artículo, escrito con orgullo de colega frente a un arquitecto que nadie reconoce como tal pero que con su labor pionera en urbanismo, planificación y diseño arquitectónico y también artístico no puede sino ser calificado como tal: arquitecto integral, como pocos que se han visto en nuestra nación. Los méritos descritos los establece el riguroso y entretenido libro “Pascual Binimelis y Campos, constructor del Concepción moderno”, del historiador Boris Márquez Ochoa, publicado en Concepción en 2018, ediciones del Archivo Histórico de Concepción.

En una segunda reseña, o Parte II, sobre este insigne arquitecto, ingeniero y empresario pencopolitano, sintetizaremos su gran inquietud y participación en la introducción de los caminos de hierro, el ferrocarril, emblema de la tecnología y el avance potente del progreso entonces en el mundo, Concepción incluido.

AZE 04.11.2022

Figura de cabecera:  Edificios diseñados y construidos por Binimelis: Municipalidad, Intendencia y Tribunales de Justicia de Concepción.

Figura al pie: Plano de la ciudad de Concepción

Referencia: El libro en internet:

https://www.archivohistoricoconcepcion.cl/wpcontent/uploads/2022/01/binimellis.pdf

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5 Comentarios en UN PENCOPOLITANO INTEGRAL: PASCUAL BINIMELIS Y CAMPOS. Parte I

  1. Excelente artículo, que honra la memoria del Sr. Binimelis.
    Felicitaciones al autor porque nos recuerda, las obras de este
    hombre ilustre.

  2. Pascual Binimelis es mi antepasado..lo descubrí recién hoy al leer su descendencia…yo vendría a ser algo así como su tataratatara nieta…o tataratatara sobrina….aún no digiero bien. La información….solo se que mi abuela materna está en el listado de la familia (Aurelia Cisternas Binimelis)

  3. Excelente crónica. El destacado arquitecto Antonio Zelada releva la obra de un empresario y profesional que fue trascendente en el desarrollo de Concepción pero que permanece ignorado para gran parte de los penquistas.
    Felicitaciones sinceras al autor.

    • Gracias René Fuentealba por ese comentario, estimulante para mi recibirlo del creador de este medio, cuya existencia enorgullece a los que aquí publicamos nuestros pensamientos, pero también a tantos pencopolitanos que lo leen por su alto nivel y su limpia y esforzada trayectoria.

  4. Magnifico e ilustrativo artículo, sobre tan ejemplar profesional que dejó su sello y sabiduría en cada obra que diseño, emprendió y realizo en favor del dessrrollo y crecimiento de Concepción como ciudad. Gracias a Antonio Zelada, otro gran arquitecto, por tan versado articulo.

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