
04 de Septiembre de 2022
Conversaciones de pasillo, en los negocios de barrio, el jardín, el patio, los televisores, las radios, interiores de autos, reuniones familiares, arriba de las micros, un tweet, transmisiones en vivo, volanteos, actos multitudinarios, discusiones, peleas, ignorancia, estupideces e imaginaciones malintencionadas, canciones, eslóganes, y todo lo que se tiene a mano de forma más falsa que verdadera.
La vida va y camina a pocos días – horas – de un lugar único. Albañiles, estacionadores, guardias, cesantes, estudiantes, médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, rufianes, engañadores, infieles, desgraciados, viudos, solitarios, depresivos, enfermos terminales, analfabetos, agricultores, no videntes, sordos, lisiados, payasos, carabineros, políticos, autoridades, futbolistas, artistas, y un largo e interminable elenco citados a crear la realidad que quieren vivir.
Las tradiciones, el clasismo, el racismo, el arribismo, las miradas en menos, el egoísmo, el fanatismo, la angustia, el miedo, la excitación, el asombro, la intolerancia, la rabia, las calles sucias, las casas sin piso, los amplios sitios, las casas de media cuadra, las calles amplias con bandejones con pasto, los angostos pasajes de tierra, las filtraciones y la basura no recogida, los quinchos de comida rebosante, las canchas de tenis, de fútbol, de rugby, las canchas de agua y barro, las calles como canchas, los arcos de botellas, las paredes indiscretas, la música a todo volumen, los periódicos en la puerta, la entrada controlada, las cámaras en todas las direcciones, la red de agua colapsada, el alumbrado público descompuesto, los pedazos de vidrios en las panderetas, la violencia, la inseguridad, los asaltos y los asesinatos de una sociedad desmedida y de orden escaso.
En el campo, en la ciudad, en los pueblos, villorrios, líneas fronterizas, bases militares, cerros, cumbres, en medio de bosques, en lugares en medio de la nada, en escuelas pequeñas con pinta de abandonadas, en grandes instituciones educativas con piscinas temperadas, en gimnasios, en casas culturales, en los parques, en las esquinas, en los supermercados, en los grandes malls, en centros comerciales, en las tiendas de zapatos, en ferreterías, en peluquerías de barrio, en carnicerías, en vulcanizaciones, en casas de acogida, en hospederías, bares, en finos restaurantes, cines, en las acequias, cafeterías, en comedores comunitarios, en los clubes de barrios y en todos los lugares donde ocurre y se vive la vida, la tensión cruje a medida que se anhela un resultado.
De explotadores y explotados, de abusadores y abusados, de humillados y ofendidos, de privilegios y calamidades, de los injustamente encarcelados y de los injustamente declarados inocentes, de la vergüenza el abandono y la disidía, de la cruda certeza de existir entre las desigualdades más aberrantes del planeta. De las colas en los hospitales, en consultorios, en listas de espera para operaciones de vida o muerte, de estudiar sin calefacción, sin espacio para el deporte y la recreación, de no tener un techo para vivir, de no poder acceder a una vivienda, de no poder arrendar o comprar una casa, de no poder tener su propio hogar, de no poder disfrutar de la cultura y del tiempo libre. De pensiones de miseria, de la obligación a seguir trabajando, haciendo aseo, arriba de un camión, conserjería, cajero, taxista, de no poder llegar a fin de mes por la avaricia del costo de la vida. Del tipo de aire que podemos respirar, de las zonas de sacrificio, del agua que podemos consumir, de la protección de los seres vivos, del cuidado del ecosistema y de garantizar un futuro con libre acceso a las posibilidades de un buen vivir.
El 04 de Septiembre se aprueba el dejar atrás, para siempre, la inmoralidad de una constitución militarizada, nacida en un régimen dictatorial, cruel y construida con un claro enfoque fanático religioso. Se aprueba el dejar atrás el país y el amarre de una sociedad llena de contradicciones, en que una mínima parte de personas gozó por más de 40 años de un paraíso financiero idílico que en ningún caso buscó ser equitativo o justo, y en el que la mayoría abrumadora de las personas ni de cerca obtuvo siquiera un solo derecho garantizado.
Este 04 de Septiembre se aprueban las reglas de una nueva forma de vida, una que busca convertirse en una nueva sociedad, una más alegre, más ecuánime, mas digna para todos los millones de seres humanos que la habitan en todas las extensiones de su territorio. Este 04 de Septiembre se debe aprobar.
De acuerdo, absolutamente de acuerdo.
Saludos al autor.
Muy Bueno, felicitaciones al autor.
Levantate y concurre a aprobar el iinicio de la constucción de un nuevo Chile donde podamos , los más, a ser mas felices.