«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

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Acortar la brecha

Sofía Valenzuela Aguila

Doctora en Bio-química. Investigadora Centro de Biotecnología. Universidad de Concepción.

La semana pasada, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación abrió una consulta pública para la construcción de una política de igualdad de género, que hasta mediados de enero recogerá opiniones de la ciudadanía. La subsecretaria Carolina Torrealba, indicaba que este ha sido el año de las mujeres en ciencias, haciendo referencia, entre otras a las Dra. Emmanuelle Charpentier y Dra. Jennifer Doudna, quienes recibieron el premio Nobel en química por su aporte en el desarrollo de la edición genética.

Junto a esto, se dio a conocer la Radiografía de Género que revela las inequidades presentes en el sistema tecnocientífico nacional. Los datos recolectados, no distan de diagnósticos realizados anteriormente por entidades como la asociación Red de Investigadoras. A nivel de pregrado, ingresan más mujeres que hombres a las universidades y egresan en menor tiempo. A nivel de formación de postgrado, en magíster hay 50% de mujeres y hombres, mientras que en el doctorado esto revierte y son más hombres, 57% quienes cursan y terminan los programas.

En universidades, las investigadoras representan el 45% del total, esta brecha aumenta a medida que se avanza en la carrera académica, donde solo el 22% de quienes llegan a ser profesores/as titulares, son mujeres. Si esto lo escalamos a cargos de rectores, históricamente la participación de mujeres es casi nula, hoy solo hay una rectora, la Dra. Natacha Pino de la Universidad de Aysén, en las universidades CRUCH. Lo mismo ocurre si miramos el número de vicerrectoras, decanas y directoras de departamento.

En investigación, se mantiene el 30% de proyectos liderados por investigadoras, al menos en Fondecyt. Si tomamos los datos de los proyectos de mayor financiamiento, como Institutos Milenios, Basal, Fondap entre otros, vemos la casi nula presencia de mujeres como directoras. Este año, Milenio obligaba a llevar a una investigadora como directora o directora alterna, para revertir esta situación. Curiosamente los dos proyectos adjudicados en Ciencias Naturales, son liderados por hombres, al parecer esta medida no es suficiente para corregir la brecha. Esto va de la mano en cómo se mide la productividad académica, mediante publicaciones científicas; donde los investigadores superan en todas las áreas del conocimiento a las investigadoras.

Al diagnóstico le faltó incluir la adjudicación de los Premios Nacionales en el ámbito de las ciencias, donde estamos en tremenda deuda con las investigadoras, pues apenas un 9% de quienes han sido galardonados son mujeres. Tampoco se indicó nada acerca de igual mérito, igual salario, que al igual que en otras áreas también hay una gran brecha.

¿Por qué persiste esta situación? Entre otras, la maternidad y la escasa corresponsabilidad, que hace que muchas mujeres desistan de hacer un doctorado, se retiren de éste o bien no lo terminen. Aquellas que llegan a la academia tienen una mayor carga de docencia, cuando asumen como jefes de carrera, vicedecanas u otros cargos les significa dejar de lado la investigación. Por otro lado, participan más en actividades de comunicación científica vinculados a colegios, cuestión que se ha visto reflejado en la aparición de numerosas científicas jóvenes que dedican esfuerzo en comunicar lo que hacen e involucrar a la sociedad, sin embargo, esto necesita gran dedicación de tiempo y en general es poco valorado.

Para acortar la brecha, necesitamos implementar políticas desde los ministerios y vinculantes a las universidades, incluir criterios de género en la acreditación y beneficios estatales de éstas, ya que luego de más de un siglo, al parecer hay escasa voluntad de cambio desde las entidades de educación superior.

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