
AGOBIADA…
Desde Castelar, Argentina
Busqué mi banco en la penumbra que forma una enredadera
de Buganvilla color lila claro.
Allí, con la cabeza entre las manos estaba un sollozo que deseaba estallar y dar alivio a mi realidad por estas horas.
Me había negado a escribir,
a trasladar la tristeza que me invadía.
Urgía aclarar los pensamientos, encontrar el eje y las energías perdidas
de a poco.
Se juntaron tantas cosas en estos últimos dos meses,
y de pronto me di cuenta que esa supuesta fortaleza no era tanta.
y esta débil mortal necesitaba un momento para entregarse profundamente
a la recuperación del espíritu,
soy una más del rebaño humano.
Había encontrado consuelo para dolores ajenos, pero no para los míos.
No me había detenido a comprobar cómo se me escurría el tiempo,
cómo iba dejando jirones de mis sueños por contemplar
situaciones de un ser querido
con su salud dañada,
lenta e irreversiblemente.
Como mis días huyen en pos de acompañar quebrándose, tantas ilusiones…
cosas que la vida me trajo en este momento y no en otro.
Y se me escurren entre los dedos tratando que no desaparezcan buscando en
ello un remanso a mi existencia.
Y me afloje, todo el cuerpo se manifestó.
el pensamiento languideció,
cerré los ojos.
me entregué a la nada y busqué el silencio.
Me sentía pequeña,
arrebujada en ese banco flexioné las piernas, puse la cabeza sobre las rodillas
y me dejé estar.
Una llovizna suave comenzó a caer.
Desde la casa me llamaron, pero en un acto de rebeldía no hice caso,
me sentía libre
y no quise perder esa sensación …
Ahora sé que no deberé escuchar tantos llamados.
Me haré invisible para salvarme y poder seguir…
Soy energía,
hoy se alinearon los planetas.
Sobre el planeta hay una energía muy especial,
estoy inmersa en ella.
Entonces me dispuse a cargar lo más que pudiera de esa energía para seguir,
para continuar con mi presencia ante quien me necesita y quiero…
mi hermana.
La fuerza del amor es superior a todo.

***
Gladys Semillán Villanueva
Argentina
D.R.A
Enero 26, 2025
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