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José Luis Sampedro

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Análisis territorial del COVID 19

Rafael Galdames Fuentes

Sociólogo CEUR- Universidad del Bío-Bío

El Informe epidemiológico del Ministerio de Salud a partir de mayo 2020 dice:

  • En Chile, hasta el 30 de abril se han confirmado 17.008 casos de COVID-19 por laboratorio, con una tasa de 87,4 por 100.000 habitantes. Al 04 de mayo 20.643 con una tasa de 106,1. Al 24 de mayo 73.997 la tasa alcanzó 380,6 al borde de 4 veces la del 04 de mayo. Y al 27 de mayo 82.298 con una tasa de 423,00 casi 5 veces la del 30 de abril.  Por su parte, al 27 de mayo reciente, la tasa de la región metropolitana fue de 812,4 por 100.000 habitantes, altamente gravitante y de crecimiento todavía incierto. En cambio, en esta misma fecha en la región de Ñuble, que estuvo en las primeras semanas a la punta en el país, lo que llevo a aplicar cuarentena en la conurbación de Chillán y Chillán Viejo, registra una tasa de 229,5 muy inferior a la que embarga Santiago metropolitano, pero aún creciente y significa no bajar la guardia.  Esta tasa es la incidencia acumulada, es decir, el total de casos diagnosticados desde el 3 de marzo, fecha del primer caso, hasta la fecha de emisión de este informe. No representa la tasa de incidencia actual, ni la cifra de personas aún en etapa de generar posibles contagios.

De manera que la tasa continuará creciendo gradual o exponencialmente, según las medidas de política de salud pública o de apertura de la actividad económica; además de la situación de la población de acuerdo a sus necesidades de trabajo e ingresos y la conciencia de la gravedad de la epidemia y el cuidado de cada cual y de todos.

  • Al 30 de abril las mayores tasas de incidencia acumulada por 100.000 habitantes, según casos confirmados por laboratorio, se encuentran en las regiones de Magallanes (407,0), Ñuble (147,8), Metropolitana (129,8), La Araucanía (127,7) y Arica y Parinacota (117,8), todas por sobre la tasa nacional observada (87,4). El Informe del 04 de abril indica todavía a Magallanes en la punta (445,7), la región Metropolitana esta vez en segundo lugar (166,5), superando a Ñuble (153,8), seguida al igual que en el periodo anterior por la Araucanía (131,2) y Arica y Parinacota (122,2); por cierto, cada cual con una tasa creciente y con perspectiva divergente.

Así, el cambio de las últimas semanas ha sido abrupto e irrumpió en el territorio metropolitano como no se quiso imaginar, a pesar de su alta concentración poblacional y alta densidad poblacional. Los modelos unilateralmente estadísticos sucumbieron en una suerte de empirismo abstracto sin consideraciones sociales (geográficas, antropológicas y sociológicas), primo lo económico como eje de condicionante de las proyecciones estadísticas en sí.

La tasa de incidencia se refiere a la cantidad de contagios registrados por 100.000 habitantes, lo que muestra la incidencia proporcional de estos según la cantidad de habitantes de cada región del país. De manera que la mayor tasa al 30 de abril no estaba en la región Metropolitana, sino en Magallanes, seguida por la región de Ñuble. Claro destaca Magallanes y cabe preguntarse por qué, lo mismo vale para Ñuble. Y la interrogante puede extenderse para cada región y cada comuna de Chile. En la medición del 04 de abril la región metropolitana avanza al segundo lugar, cuestión esperable atendiendo a su alta densidad poblacional y exposición al curso epidemiológico, social, económico y político de la pandemia global local[1]. Sin embargo, no todo es entendible por una variable sino por una diversidad de ellas de acuerdo a las características de cada territorio y su exposición al curso seguido por la pandemia a nivel global, nacional, regional y local-local y hasta barrial o burbuja mayor de interacciones sociales -de estratos socioculturales iguales frente a otros estratos inferiores o superiores- en cada situación territorial. La idea es que el efecto epidemiológico es irruptivo si la pandemia migra de los estratos superiores a los más vulnerables en una concepción multifuncional (salud previa, educación, recursos económicos, edad, acceso a la salud pública y privada; además y en especial, de las medidas políticas aplicadas y el juego de error acierto frente a la incertidumbre de la pandemia; en suma, con la existencia o no de una estrategia de política de salud pública atingente, entre otras tantas variables más).

De los casos confirmado, agrega el Informe:

  • Al 30 de abril, de los casos confirmados, y notificados en EPIVIGILA, la mediana de edad es de 39 años, donde el 5,1% correspondieron a menores de 15 años, el 23,3% a personas de 15-29 años, el 33,0% a personas de 30-44 años, el 27,9% a personas de 45-64 años, mientras que el 10,7% restante a adultos de 65 y más años. Y al 04 de mayo, la mediana bajo a 38 años y lo mayores de 65 bajaron a 10%.

La mediana de edad indicada representa la mitad de la esperanza de vida aproximada de Chile actual. Y los mayores de 65 años entre 10,7 y 10 % del total en los distintos conteos considerados. Sin embargo, se estima que en este intervalo se encuentra la población de mayor riesgo de fallecimientos y o agudeza del contagio.

Sobre la trayectoria de la pandemia el Informe acota:

  • El 31 de diciembre de 2019, la Organización Mundial de Salud (OMS) en China informó sobre casos de neumonía de etiología desconocida detectados en la ciudad de Wuhan, ubicada en la provincia de Hubei.
  • Posteriormente se identificó que los casos de esta enfermedad estaban asociados a la exposición a un mercado de alimentos en la ciudad de Wuhan y el virus responsable fue identificado el 7 de enero de 2020 (OMS, 2020).
  • El 11 de febrero de 2020 la OMS nombró oficialmente al virus SARS-CoV-2 y a la enfermedad que causa COVID-19.
  • El 30 de enero 2020, OMS declara que el brote de COVID-19 constituye una Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional.
  • EL 11 de marzo 2020 se declara pandemia global, dada la alta propagación del virus a nivel mundial.
  • Con fecha 01 de mayo de 2020, a nivel internacional ya son 213 los países que reportan casos de COVID-19, con un total de 3.090.445 casos confirmados y 217.769 fallecimientos.
  • Con fecha 4 de mayo de 2020, a nivel internacional ya son 215 los países que reportan casos de COVID-19, con un total de 3.442.234 casos confirmados y 239.740 fallecimientos.
  • Con fecha 25 de mayo de 2020, a nivel internacional ya son 216 los países que reportan casos de COVID-19, con un total de 5.304.772 casos confirmados y 342.029 fallecimientos.

La pandemia se ha extendido global y barrialmente y su curso ha seguido una variedad de formas en cada lugar. La historia según quien la cuente nos dirá más, y habrá diversas interpretaciones, algunas más estadísticas y empíricas, otras más cualitativas, también ensayos y novelas, poesías, cuentos y canciones. Pero, la realidad, que está por sobre la ciencia, la política, la ideología, religión y la trama institucional con su alma sana y bestial, entre otras tantas creaciones humanas; podrá oscilar entre cruenta o benigna, lo que dependerá del alcance del aprendizaje global y local e incluso barrial de muchos, algunos y cada uno de nosotros. Nada fácil y pleno de dificultades, pero quizás posible, si surgen direcciones humanas y capacidades de transformación superiores a barreras antropológicas, históricas o de contingencia errática.

El Informe epidemiológico entrega a continuación una visualización territorial de la distribución de la enfermedad por COVID-19 en el país.

  • La imagen a destacar es aquella que lo hace mediante el cálculo de la proporción que dicho número de casos representa en consideración del tamaño poblacional de la región específica. Este parámetro, permite comparar poblaciones de diferente tamaño, dado que la misma cantidad de casos en poblaciones diferentes no tienen la misma implicancia en términos de magnitud e impacto en la salud poblacional de cada comunidad. La imagen se puede ver en la página siguiente.

En ello, sin embargo, el gráfico del mapa en su colorido no informa con detalle de la variedad territorial real del impacto en relación a la población, ya que los intervalos según colores no muestran la enorme diferencia entre unas y otras regiones. Así, la región Metropolitana tiene el mismo color que la región de Magallanes, sin atender la enorme diferencia entre una y otra. Magallanes dobla y algo más a la región Metropolitana. Por su parte, Ñuble días atrás, también la sobrepasaba y actualmente tiene una tasa bastante cercana. De manera que la región Metropolitana está en una situación esperable de incremento de su tasa poblacional de contagio, dada su alta densidad poblacional y la cuantía del tráfico de interacciones sociales y espaciales inter comunas, en particular, de los sectores poblacionales comprometidos con el mercado laboral formal e informal y la base de la pirámide de mayor vulnerabilidad relativa de su población extraordinariamente urbana. El sesgo del colorido uniformador pero desigual del gráfico, puede entenderse por el impacto mundial de la pandemia, entorno a las limitaciones de insumos, condiciones y recursos humanos de salud frente a un punto crítico de su expansión, en países en que el fenómeno nos anticipó. Magallanes, Ñuble y la Araucanía han sido focos de anticipación o de desembarque del virus por sus características territoriales propias de fácil acceso. Perdiéndose de vista el peso de la densidad poblacional y su desigual vida social de la gran metrópoli y su aceleramiento tardío desde la cumbre territorial a áreas baldías y densamente pobladas y hasta abarrotas de población nacional, incluidos los inmigrantes. En el transcurso de los días dicho anteriormente ha sufrido un cambio radical y la expansión de la pandemia sucumbió en la región Metropolitana y en particular en las comunas con mayor población carenciada de recursos económicos, sociales y culturales no visibilizados por la elite gobernante.

La cuestión, amerita ser asociada al fenómeno de concentración poblacional metropolitano junto al carácter altamente centralista de la vida e historia republicana nacional. Un hecho gravitante en condiciones de acelerada globalización y territorialidades marginales.

La diversidad territorial también se manifiesta a nivel intra regional. Veamos a continuación la situación en la región de Ñuble.

El gráfico siguiente destaca los contagios por comunas de la región de Ñuble en números absolutos. Es decir, la cantidad de contagios en cada una de ellas y su diferencia de magnitud en sí, al 03 de mayo 2020.

Fuente: Ministerio de Salud. Informe epidemiológico. Chile 05052020.

La mayor cantidad de contagios está en la comuna de Chillán, que destaca con el color café oscuro y 415 contagios acumulados a la fecha (03052020), le sigue Bulnes con 72, Chillán Viejo y Yungay con 55, luego Coihueco con 42, San Carlos 36, y Quillón 32. Esto es una constatación numérica solo asimilable a su condición numérica de conteo estadístico.

En el extremo opuesto, aún hasta aquí, hay que procurar entender como tres comunas continuas y discontinuas al poniente de Ñuble no muestran población todavía con contagio, como Portezuelo vecina de Chillán, Trehuaco y Cobquecura hacia la costa del Pacífico. Comunas libres del virus. Cabe, preguntarse por qué o simplemente pesa el ego territorial alcaldesco y comunitario.

Otra forma de ver la situación de cada comuna frente a la pandemia de manera no tan simple es asociar el espacio que ocupan a otras variables, una variable basal es la cantidad de habitantes que contiene. Su medición es la tasa de incidencia de contagios en relación a la cantidad de habitantes de cada comuna. El Cuadro siguiente muestra dicha relación.

Cuadro: Contagios confirmados por comunas en relación a la cantidad de habitantes.
Región de Ñuble 28052020.

Así presentada la información, cambia la configuración del impacto visto hasta aquí, donde las comunas de Bulnes y Yungay están por sobre la conurbación de Chillán y Chillán Viejo, Tanto Bulnes como Yungay están por sobre Chillán y Chillán Viejo en una relación de 3 es a 2 respecto a la primera comuna y de 2 es a 1 frente a la segunda. En el otro extremo, destacan Portezuelo, Trehuaco y Cobquecura, cuya tasa de contagio es igual a 0,0 según datos al 03 de mayo, pero que en la medición del 24 portezuelo perdió la contención alcanzando una tasa de incidencia de 141, 7 y Trehuaco en la medición del 28 de mayo tampoco fue capaz de detener la pandemia. Y en las clasificaciones intermedias dos grupos que se ubican en rangos de 171,9 a 101,0 el primero y de 73,9 a 23,7 el segundo. Con todo, en definitiva, una variedad enorme de incidencia relativa de contagio según cantidad de habitantes. Los factores específicos asociados a dicha variedad territorial pueden ser explicitados actualmente por las autoridades locales, principalmente; y en convergencia factible, con las directrices regionales/nacionales de salud pública y de gobierno. En ello, es fundamental establecer las condiciones particulares de cada comuna. Variables como la mayor ruralidad relativa, versus presencia industrial o turística, distancia de los centros urbanos de mayor densidad poblacional e interacciones sociales, recursos de salud pública, entre otros, pueden contribuir a descifrar los parámetros presentados y proyectar acciones atingentes futuras. Por cierto, cabe no olvidar el rol que juegan los agentes portadores del virus y su responsabilidad mayor o menor en la comprensión de su situación con su entorno social; cuestión, de cultura social existencial de variabilidad inmensa por el peso de la situación social o concepción privada frente al virus.

Con todo, la comuna de Bulnes merece particular atención de las autoridades regionales, en parte también Yungay, dado que en la trayectoria de la pandemia figuran con tasas de incidencia superiores a la conurbación de Chillán y Chillán Viejo. Por cierto, ello no significa dejar de ocuparse de la conurbación dada la concentración poblacional de la misma y donde en el largo plazo, como en cada lugar de concentración poblacional mayor, el virus tiene posibilidades de multiplicarse en relación a la superior potencialidad de las interacciones sociales y las condiciones de hacinamientos gravitante en las urbes.

Lo anterior no es ajeno a niveles regionales y de altas concentraciones poblacionales, como Santiago Metropolitano, la Conurbación del Valparaíso y Viña del Mar y del Gran Concepción que todavía destaca cifras y tasas comparativamente bajas. Sin embargo, el impacto gravitante de la capital como centro de radiación nacional es un asunto que requiere la máxima atención. Chile es un país de alto e intenso tráfico de población que favorece el flujo de la pandemia.


[1] La densidad poblacional de la región Metropolitana es de 461,77 de acuerdo a la población según el censo del 2017; a diferencia notable de Magallanes 1,24; Ñuble 36,47; Araucanía 27,3 y Arica y Parinacota 13,4.

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4 Comentarios en Análisis territorial del COVID 19

  1. Un trabajo de fina lectura debería ser muy valorada, envienla al intendente de Ñuble.

    • Solo agrdecer sus palabras y me motiva para continuar reflexionando y entregar una visión desde abajo, desde los territorios. Lo intentaré, pero siento que gran parte de los chilenos están y no me excluyo empapados de centralismo y lo dicho por el artículo no se valora.
      Rafael Galdames Fuentes.

    • Gracias Roberto, agradecer tus palabras que me motivan a continuar pensando y aportando un punto de vista más territorial.
      Un abrazo, Rafael Galdames Fuentes.

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