
Autonomía de aprendizaje y la motivación
Desde México
Actualmente, la autonomía del aprendizaje debe ser entendida como la capacidad que desarrolla el estudiante para establecer, como el nombre lo indica, su propio estilo de aprender. Debe ser intencional, consciente y analítica. Implica la determinación del aprendiente a responsabilizarse hacia la toma de decisiones interpersonales sobre su aprendizaje, así como la voluntad de interactuar, junto con el docente, en la definición de sus objetivos. Dicho de otra manera, este artículo busca enfatizar la vinculación de la autonomía del aprendizaje con la motivación, debido a que está cobrando mayor fuerza en los aspectos de literacidad digital y el estudio independiente.
Durante el proceso enseñanza-aprendizaje, lo más significativo es que el alumno aprenda, y el conocimiento sea provechoso para que lo pueda aplicar prácticamente. Para que el alumno decida qué aprender, tiene que haber desarrollado una facultad de autonomía en el aprendizaje. M. Mora, en su artículo La autonomía del aprendizaje como marco pedagógico para el currículo de español como lengua extranjera (2009), explica que la autonomía se alcanza cuando llega a ser capaz de pensar por sí mismo con sentido crítico a través de la motivación. En el mismo sentido, R. Rodríguez expresa que se es autónomo cuando la persona está capacitada de autogobernarse y es menos gobernado por los demás (Diseño de entornos para el desarrollo de la autonomía en el aprendizaje, 2006).
Para un aprendizaje autónomo infalible, el individuo deber comprender la credibilidad del punto de vista, es decir la autoevaluación; así se ayuda a tomar conciencia, pues de esta forma va desarrollando su propio concepto, y como lo ve desde su enfoque. Esto se logra a través de la motivación. J. Ospina argumenta: “Contribuir a que los alumnos se sientan motivados para aprender implica la existencia en ellos de total claridad y coherencia en cuanto al objetivo del proceso de aprendizaje, que lo encuentren interesante y que se sientan competentes para resolver el reto” (La motivación, motor del aprendizaje en “Revista Ciencias de la Salud”, 2006, página 160).
La autonomía del aprendizaje, en el estudiante, es ser autoritario en su manera de pensar, teniendo base a partir de las diferentes opiniones de los demás; y el resultado de la aplicación de la experiencia que al final es que determina dicho concepto, y es la estrategia que se necesita para empezar a crear argumentos sólidos independientes. La motivación entra cuando los resultados del aprendizaje dependen en gran medida de sus conocimientos, habilidades y valores adquiridos o desarrollados previamente y que también obedecen a la calidad del docente (Carrillo et al., La motivación y el aprendizaje,2009).
En resumen, es un derecho del individuo a recibir una educación adecuada al mundo en el que desenvuelve. A los estudiantes debe exigírseles poseer aquellos conocimientos y habilidades para aprender a aprender, que les permitan ser competentes para participar en los nuevos entornos de aprendizaje. Por esta razón, la autonomía del aprendizaje va encaminada con los estilos de aprendizajes múltiples, con la motivación bien desarrollada por parte del docente que es asesor y tutor para alcanzar ese propósito educativo.
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