Centenario UdeC: lo que está en juego
El domingo 3 de marzo, el Rector de la Universidad de Concepción, profesor Carlos Saavedra señaló, a través de las páginas de este diario, que desde el 2018 se viene trabajando en toda una programación para conmemorar en grande los cien años de nuestra casa de estudios ¿Pero qué hay detrás de esta conmemoración?, ¿qué es lo que está en juego con las actividades del centenario? El propio Rector Saavedra señaló que al momento de asumir, se encontraron con una preparación nula respeto a la celebración del centenario, cuando esto debió comenzar con unos dos años de anticipación. ¿Qué lectura se puede hacer de aquello? Una forma de excusarse ante los inconvenientes y problemas que se puedan presentar este 2019. Si bien aquello puede ser una variable a considerar, lo que estará en juego y porque no decirlo en la mira de la comunidad académica y de la población en general será la capacidad de gestión que la actual rectoría tenga para dejar un sello en las diversas actividades que se desarrollarán; es decir, la capacidad de organización y convocatoria para situar un centenario que pase a la historia, no como un hito histórico más, sino más bien por la calidad y el contenido de sus actividades, el impacto que tenga en la ciudadanía, como la comunidad se hace parte de ella, y por otra parte cuál será el sello, el elemento distintivo, de identidad, que tendrá esta rectoría respecto al centenario.
Al respecto, todo gobierno tiene un sello o un relato, el cual pasa a constituirse en el derrotero que guía las acciones de un mandatario y su equipo de trabajo. Ese sello o relato debería ser al mismo tiempo una especie de idea fuerza que guíe y movilice a la acción, en este caso a la comunidad universitaria y la ciudad en su conjunto. En otras palabras, la celebración del centenario, no son meras actividades de diversión o artísticas, son por sobre todas las cosas una forma particular/especial y distinta de querer hacer las cosas, un estilo de pensar una idea de Universidad y del quehacer académico y cómo este se relaciona con su comunidad.
En consecuencia, y más allá de la premura y lo acotado de los tiempos con los cuales se ha trabajado para elaborar un programa del centenario, la rectoría del profesor Saavedra no será recordada (o pasará a la historia) por ser la rectoría del centenario, sino por el estilo que impondrá y proyecte en cómo hacer las cosas; más aún si en un par de años más se pretende una futura reelección o una continuidad al frente de la institución.
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