Contexto general sobre el mercado del trabajo

El mundo del trabajo vive importantes transformaciones en la actualidad, tanto en Chile como en el mundo estos cambios son provocados por las nuevas tecnologías productivas, informáticas y comunicacionales, y por su impacto en la economía en su conjunto.  Especialmente los vinculados a la tercerización (“outsourcing”), la flexibilización laboral, la obsolescencia veloz, y al requerimiento permanente de la adaptación al cambio y la capacitación.

En el transcurso de los siglos XX y XXI la economía ha tendido cada vez más a la tercerización, lo implica que las actividades económicas se han enfocado de manera progresiva hacia el sector servicios o terciario (Hobsbawm, 2009). Este fenómeno se ha percibido con mayor aceleración y profundidad en las economías de los países desarrollados o industrializados, donde la estructura económica ha cambiado desde las actividades primarias y secundarias (extractivas e industriales -manufactureras), hacia el incremento del sector servicios.

El proceso de tercerización,  se inició hace bastante tiempo. Ya en la última fase de la Revolución Industrial, a inicios del siglo XX, comenzó este proceso que se ha profundizado con el transcurso de los años, como consecuencia del fenómeno de la globalización que ha impulsado el desplazamiento de los centros industriales (actividad secundaria), desde los países desarrollados a países en vías de desarrollo o también llamados países en desarrollo.

De este modo, una de las características esenciales para el desarrollo actual de la economía globalizada, consiste en que un determinado servicio o bien que comercializa una empresa o alguna de las etapas en su proceso productivo, puede ser encargada a otra empresa, donde, a que ofrece el producto le es más rentable abastecerse o encargar las distintas etapas de la producción a terceros. Estas consideraciones variarán dependiendo del tipo de producción que se tenga, apreciándose en general siempre dos constantes en dicha elección, primero la abundancia de materias primas que ofrece el mercado por una parte y por la otra el bajo valor del trabajo. Sin embargo, cuando se trata de productos o servicios para cuya generación se requiere de una tecnología de muy alto nivel, esto variará porque se debe encontrar el equilibrio entre calificación y precio de mano de obra, los que son tomados en consideración por el mercado al momento de la externalización de trabajadores.

Para finalizar, podemos señalar que actualmente el mundo se encuentra envuelto en un sistema de interrelaciones globales, donde esta globalización de orden económico, político y socio-cultural ha llevado a nuevas formas de  producción en masa, nuevas tecnologías que no sólo exigen un mayor y mejor perfeccionamiento y capacitación del trabajador, sino que también tiende a prescindir de ellos.  Esto ha incidido en un considerable aumento de la cesantía y ha llevado a que un número de población cada vez más amplio deba aceptar condiciones de trabajo más precarias, pasando a llevar su dignidad y sus derechos.

Como consecuencia a lo anterior, consideramos que la fuerza del trabajo se ha ‘tercerizado’, tornándose sólo en “una mercancía más” en nuestra sociedad actual.  De este modo, no sería extraño que los empresarios procuren reducir sus costos. Tal situación ha llevado a considerar al Derecho Laboral no como una forma de protección hacia el trabajador, sino como una barrera de tope en la producción de la empresa.