
Educación y empleo territorial
En la actualidad, parte fundamental del desarrollo territorial (regiones, localidades) requiere de un impulso sistémico en educación anticipatoria, desde la infancia hasta la educación superior y postgrados simultáneamente. En este sentido la educación juega un rol de variable independiente del desarrollo local/global del territorio.
Desde una visualización territorial y tendencialmente, el crecimiento económico se concentra en el centro junto a sus secuelas. En la vereda opuesta, los territorios (regiones y localidades) están rezagados y limitados en la toma de decisiones fundamentales en materia de desarrollo.
En dicho marco general, la academia junto a la política conjura, una y otra vez, sobre las brechas entre educación y empleo y respecto de lo cual, finalmente, poco o nada se resuelve. Así, en definitiva, se comprueba que entre estos dos factores no se percibe mucha sintonía.
Entonces, cabe preguntarse ¿por qué la brecha continúa abierta y en cierta medida tiende a escalonarse más y más?
La explicación es casi manifiesta, las estructuras anquilosadas de los sistemas productivos territoriales no dan lugar a la creación de puestos de trabajo señeros, por el contrario, tienden a reemplazarlo por máquinas modernas que multiplican el producto por trabajador sin ofrecer nuevos aprendizajes. Por su parte, el sistema educativo en general, junto a la formación profesional de las instituciones de educación superior, no escapa a esta realidad y sigue preparando cuadros profesionales para la sociedad urbano industrial y rural del pasado, en tanto la dinámica vigente del entorno productivo y económico le está lejano y sin posibilidad de incidencia por la centralización concentradora, lo que obliga a emigrar a una masa relevante de potenciales talentos a áreas de inserción laboral más dinámicas o nuevas dejando además una huella de atascamiento educativo y profesional con perspectivas inciertas en la población en general.
De ahí que sea indispensable, repensar esta relación entre el sector productivo y la educación. Es preciso entonces prospectar una articulación, no sólo de manera unidireccional, donde se espera que la educación aporte capital humano y se adapte a la economía; sino que ésta, también se adapte a un tipo de educación de calidad pensada, diseñada e implementada por su pertinencia anticipatoria desde la conciencia territorial.
Interesante, sistemico e integral, desde el punto de vista de los contenidos.
Muy buen trabajo.
Interesante investigación gracias por su información, muy valiosa.
Muy interesante y sólido trabajo el suyo.
Gracias Rafael.