El error de Creso. Cómo las predicciones sobre el futuro de la humanidad pueden resultar contraproducentes
El rey Creso de Lidia es recordado principalmente por haber sido fabulosamente rico. Pero su historia también involucra la mala comprensión de una profecía y cómo eso lo llevó a su perdición. Cuando consultó el oráculo de Delfos, le dijeron que «destruiría un gran imperio» si atacaba a Ciro, el gobernante persa. Creso entendió que el Oráculo se refería al imperio de Ciro, pero la verdad era que era el de Creso el que debía ser destruido. De hecho, los oráculos pueden ser peligrosos. En esta publicación, analizo cómo algunos oráculos modernos sobre el futuro de la humanidad pueden tener efectos adversos cuando se malinterpretan. |
Los modelos del futuro del mundo se crean sobre la base de datos, modelos y extrapolaciones. Su historial es razonablemente bueno, pero, en la mayoría de los casos, las predicciones negativas fueron ampliamente descreídas. Ese fue el caso de los diversos estudios sobre “El pico del petróleo” (“The peak oil”) que comenzaron a producirse en los años 1950, y que en los años 1990 predijeron el inicio del declive de la producción global de petróleo y sus derivados durante las dos primeras décadas del siglo XXI.
Aunque estos estudios fueron oficialmente ignorados, a principios de la década de 2000 los gobiernos occidentales comenzaron a actuar como si fueran perfectamente conscientes del problema del pico del petróleo. Una contramedida fue un creciente esfuerzo militar para controlar los recursos petroleros de Medio Oriente. Otra, mucho más efectiva, fue canalizar enormes recursos financieros hacia la producción de «petróleo de esquisto» (o «petróleo de arenas compactas»). El petróleo de esquisto bituminoso es petróleo atrapado en una matriz subterránea sólida que no fluiría y, por lo tanto, no podría extraerse mediante métodos convencionales. El desarrollo de las tecnologías de “fracturación hidráulica” («fracking») puso a disposición este recurso. Fue un pequeño milagro que retrasó el pico de producción petrolera al menos diez años.
Pero el petróleo de esquisto también fue un ejemplo del error de Creso. Quienes apostaron a lo grande por el petróleo probablemente pensaron que se trataba de un problema de cantidad, que en realidad nos estábamos “quedando sin” petróleo crudo. Dado que el petróleo de esquisto es teóricamente mucho más abundante, muchos de ellos realmente creyeron que el nuevo recurso les daría “siglos de abundancia”, si no, un suministro infinito (algunos ‘fragmentos’ encontrados en la Web confirman esta actitud). No se dieron cuenta de que el costo de extracción era el parámetro crucial y que la abundancia teórica de un recurso no significa que se pueda extraer todo. Por no hablar de la contaminación y la destrucción en todos los lugares donde se crearon los pozos de petróleo de esquisto. El esquisto no resolvió el problema. Sólo retrasó la caída, e hizo más empinado el acantilado.
¿Pero quién decidió apostar por el petróleo de esquisto? ¿Y por qué? El mecanismo que condujo a esta decisión sigue siendo oscuro para nosotros. Estoy razonablemente seguro de que no se trataba de un grupo de personajes turbios reunidos en una habitación llena de humo para decidir la estrategia de producción de petróleo para los próximos 20 años, tal vez después de haber participado en una sesión de adoración del demonio Bafometo (incluido el obligar al sacrificio humano). Pero no hubo ningún debate público sobre esta decisión, ningún intento de involucrar a instituciones públicas como universidades o centros de investigación, nada de eso. Eso no es sorprendente. Todos sabemos que, en una democracia, el pueblo nunca toma decisiones importantes. Simplemente, las elites financieras decidieron invertir enormes cantidades de dinero en el desarrollo del petróleo de esquisto. Es probable que los estudios sobre el pico del petróleo influyeran fuertemente en la decisión, aunque eso no se puede demostrar. Pero, claramente, la idea de que el petróleo crudo pronto sería escaso y caro fue un factor para decidir invertir en un recurso que prometía desarrollar un producto equivalente, aunque a costos mucho más altos.
¿Y ahora? El crecimiento de la producción de petróleo de esquisto parece haber llegado a sus límites, y la guerra en Ucrania demostró lo delicado que es el suministro de combustibles al mundo occidental. Aunque el término «pico del petróleo» sigue siendo tabú en el debate público, volvemos a enfrentar el problema del suministro de energía.
Probablemente, ningún grupo de figuras turbias se reunirá en el templo de Bafometo para tomar una decisión (aunque aún pueden realizar sacrificios humanos, sólo por diversión). Pero las élites harán algo. No seguirán financiando el esquisto: las inversiones en el petróleo de esquisto no han generado beneficios y no invertirán más dinero en una empresa perdedora (lo dijeron explícitamente en Bloomberg). Pueden optar por todo tipo de cosas pegajosas y oscuras que pueden convertirse en un líquido o gas combustible: pizarras bituminosas, arenas bituminosas, hidratos de metano o lo que sea. Entre otras cosas, eso destruiría para siempre el ecosistema de la Tierra. O, Dios no lo quiera, pueden decidir hacer un esfuerzo total en favor de los biocombustibles. Eso nunca funcionaría, pero tendría el efecto secundario de causar que miles de millones de personas mueran de hambre una vez que la producción agrícola mundial se desvíe en gran medida de la tarea de producir alimentos para las personas a producir alimentos para los automóviles (tal resultado no puede considerarse malo por parte de las elites). Una carrera hacia nuevas centrales nucleares no sería tan mala, pero sería inútil considerando el tiempo que lleva crear las nuevas plantas necesarias. Por no hablar de los problemas estratégicos de pesadilla que implicaría.
Por tanto, sustituir el petróleo por un combustible líquido equivalente es un gran problema. Sería mucho más fácil buscar nuevas formas de energía, pero las élites tienen grandes problemas para comprender cómo una placa de silicio que no se mueve, no emite humo ni hace ningún ruido puede producir energía abundante y barata. Por lo tanto, no pueden entender cómo las energías renovables pueden apoderarse del sistema energético y probablemente se opondrán a la idea. Y es muy posible que tengan éxito.
En cualquier caso, el problema va mucho más allá de la simple necesidad de combustibles líquidos. Hay mucho más. Si la fiebre por el petróleo de esquisto fue creada por la difusión del meme del pico del petróleo en la década de 2000, hoy en día, otro meme vuelve a ser discutido después de haber pasado mucho tiempo en la papelera de reciclaje de la memésfera global: los resultados del informe “Los límites de crecimiento”, M.I.T., 1972.
El meme de los “Límites del crecimiento” es mucho más impresionante y preocupante que el del pico del petróleo. No se trata simplemente de quedarse sin algo: el colapso se produce por una combinación de varios factores, entre ellos la contaminación (principalmente en forma de ‘cambio climático’). Obsérvese cómo las curvas colapsan rápidamente después de haber alcanzado su punto máximo: es una manifestación del “Efecto Séneca” (el crecimiento es lento, pero la ruina es rápida). Si las élites reaccionaron al pico del petróleo con un esfuerzo tan importante como el de pasar al petróleo de esquisto, ¿qué podrían inventar para contrastar el acantilado después del pico de la civilización?
Una cosa es segura: las elites decidirán basándose en consideraciones cualitativas basadas en la intuición, sin prestar mucha atención a los datos cuantitativos. Es probable que se vean influenciados por la discusión en el ámbito de las redes sociales. Y eso hace que la situación sea preocupante. Si sigue el debate, seguramente habrá notado cuánta gente está enojada con tal o cual grupo social, político, religioso o étnico (o con toda la humanidad). Así como Creso entendió el oráculo de Delfos al revés, ellos -la élite- entienden los modelos al revés y acusan a la población humana de ser la causa del inminente colapso. A partir de aquí, sólo queda un pequeño paso para abogar por la eliminación de la causa del problema. En términos literales y para siempre. Eso no funcionaría. En un sistema complejo no hay causas ni efectos; sólo hay forzamientos y retroalimentaciones. Los exterminios no resuelven problemas, crean otros peores. Pero las elites no piensan en términos dinámicos.
¿Significa eso que un grupo de adoradores de Bafometo se reunirán en un sótano oscuro, en algún lugar, para planificar el exterminio de una gran fracción de la humanidad? Imposible decirlo, pero bien puede ser que lo que decimos en nuestros blogs y redes sociales tenga un efecto mucho mayor del que podemos imaginar. Al final, de todos modos, el futuro siempre se convierte en presente como tiene que hacerlo.
N. del E.:
Algunos de los artículos del 9 al 1 de la lista han sido publicados en este semanario. Puede encontrarlos -en orden cronológico- en un buscador escribiendo: Ugo Bardi la ventana ciudadana.Fuente: 04.12.2023, desde substack.com de Ugo Bardi “The Seneca Effect” (“El Efecto Séneca), autorizado por el autor.
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