
El misterio del Segundo Piso
Los viejos castillos medievales de Europa han estado siempre rodeados de un halo de misterio. Los guías turísticos que conducen a variados grupos de visitantes, ponen especial énfasis en historias que describen muertes, torturas, romances, milagros, resurrecciones y almas en pena.
En Chile, no tenemos edificaciones que tengan tal nivel de vetustez pero es bueno, desde todo punto de vista, que a las edificaciones más antiguas y tradicionales le agreguemos algunas dosis de historias secretas que sirvan para la entretención de los ciudadanos y para avivar su imaginación.
La colonial Casa de Moneda, convertida en Palacio de La Moneda y en sede del Gobierno, es un símbolo emblemático de la República. En sus dependencias, habitaron presidentes con su familia, se albergaron los ministerios más cercanos a la labor ejecutiva, y otros que, como el de Relaciones Exteriores, desde hace algunos años tienen “casa propia”.
El “Segundo Piso” del edificio, es un misterio para el común de los mortales, pero la prensa ha contribuido a crear y mantener la imagen de que es el lugar recóndito en que se reúnen los mejores cerebros del país para estudiar y definir las políticas públicas que luego, pomposamente, anunciará el Presidente en el Patio de los Naranjos acompañado por su inseparable escudero portador del atril con el escudo nacional que le da solemnidad a toda ceremonia.
Aunque gran parte de los funcionarios accede por los subterráneos de Palacio a su lugar de trabajo, los periodistas han logrado develar la integración de esta unidad conformada por múltiples comunicadores sociales, asesores varios cuya experticia es poco conocida, auditores externos que evalúan los efectos de cada palabra presidencial, secretarias que llevan la agenda periódica del “Gran Jefe” y redactores de discursos encargados de buscar tres sinónimos para cada ocasión.
A cargo de tan esotérica oficina, está el ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica Cristián Larroulet Vignau, sindicado como “el poder en las sombras”: Chicago – boy, neoliberal dogmático confeso, militante UDI, socio y fundador de la Universidad del Desarrollo y fundador del Instituto Libertad y Desarrollo. Sus críticos, sin embargo, no han olvidado el día en que negó impasible que la transnacional British American Tobacco (BAT-Chile) fuera un importante financiador del Instituto, lo que luego quedaría al descubierto.
Hoy, Larroulet es, de hecho, “jefe” del compacto grupo de asesores de Piñera. Se ha reservado para sí en exclusividad la tarea de seleccionar a la elite funcionaria del Gobierno (lo que le permite resguardar los intereses de su partido) y jamás ha dejado de tratar de imponer su fanatismo ideológico. Se negó cerradamente a aceptar al retiro del 10% de los fondos previsionales pero el creciente desembarco de parlamentarios oficialistas, terminó por doblarle la mano. El diputado oficialista Andrés Celis comentó: “Larroulet no tiene claro lo que es el Chile real”.
Como asesor, ajeno a la planta legal, él no tiene responsabilidad por sus acciones sino en el plano político y está consciente de que no será removido de su cargo pues es la pica que la UDI ha plantado en el corazón del Presidente. Al analizar su desempeño, quedaría claro que, pese a contar con todos los elementos para evaluar el curriculum de los aspirantes a “servidores públicos”, su gestión ha sido un fracaso total. En tres años, prácticamente un centenar de Ministros, Subsecretarios, Intendentes, Gobernadores, Seremis y jefes de servicio, han sido destituidos en razón de su incompetencia o ineptitud para el cargo.
El broche de oro, lo ha instalado el manejo de la “cuestión mapuche”. Ante el descontrol de la situación, se designó como “coordinador de la Macrozona Sur” al “asesor” de Interior Cristián Barra, con $6.000.000 mensuales en honorarios. Licenciado en enseñanza media, antes estuvo a cargo, sin éxito, del plan “Estadio Seguro” y ahora asumía una de las mayores responsabilidades políticas. A los sesenta días, se fue de vacaciones a Puerto Natales pero debió retornar a su “pega” ante la crítica generalizada sin que se conociera actividad alguna de su gestión. En entrevista a “El Mercurio” (07.03.2021) se justificó alegando falta de vehículos blindados para la zona y criticó a las Fuerzas Armadas ya que, según sus palabras, sus oficiales llegaban a todas las reuniones con abogados para explicar lo que no podían hacer. El “comandante Barra” no logró entender que el despliegue uniformado en el área tiene que ver exclusivamente con las tareas sanitarias derivadas del estado excepcional de catástrofe y no con la mantención del orden público. Cesado en sus funciones, un comunicado palaciego señaló que sería reemplazado por la abogada Loreto Silva, ex Ministra de Obras Públicas y ex Presidenta de la ENAP removida de este cargo por conflicto de interés ya que profesionalmente se encontraba litigando en defensa de intereses particulares contra el Estado. El diputado RN Leonidas Romero comentó indignado: “Nombran a una incompetente…ligada a las malas prácticas y a la dilapidación de dineros públicos…¿Qué conocimiento tiene sobre el mundo mapuche?” Al día siguiente, fue sustituida porPablo Urquízar, quedando ella como su “asesora jurídica” de este abogado (¿?). Urquízar será coordinador nacional (¿?) de la “Macrozona Sur” (¿?) y junto a Silva deberán enfrentar, según comunicado oficial, “la violencia en La Araucanía”.
Detrás de este inconcebible barullo, está, por supuesto, el impávido Larroulet, quien no se hace cargo de sus continuos errores y, con su inefable silencio, sigue manejando las riendas del poder. Su tarea no es tan compleja al lado de un Presidente que no se atreve a tomar las decisiones que corresponden.
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