
GOBIERNO CORPORATIVO Y RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
En las empresas contemporáneas los gobiernos corporativos van creciendo junto con generar una serie de especificaciones las que le dan sus características bien concretas, las que promueven dos ámbitos bien definidos: a) el regulatorio y b) el de negocio, a través de los cuales esta manera de ejercer gobierno y liderazgo en las empresas van teniendo una concepción que las va haciendo cada vez más eficiente para el conjunto de los involucrados e interesados en el proceso junto con la aplicación de la RSE de forma real y no solo como “buena acción o práctica” para la imagen de la empresa. Lo antes dicho se complementa con una serie estudios, investigaciones y normas que surgen en la década de 1990 del siglo pasado, en donde los accionistas con los directivos y ejecutivos de la empresa ven que el gobierno corporativo deben concentrarse en buena parte en los grupos de interés, los denominados stakeholder para generar un buen esquema de trabajo de gobierno corporativo esto se inicia con el Informe Cadbury de 1992 en Reino Unido que recogía un “código de buen gobierno” al que las compañías que cotizaban en la bolsa de Londres debían adherirse; durante el mismo año nace el Informe Coso en E.E.U.U. cuyo fin es normar el trabajo para el establecimiento de un sistema de control interno en las organizaciones, mediante lo cual el termino de gobierno corporativo se está haciendo cada vez más conocido,
Posteriormente en 1998 surge el Código combinado el que se dedica a combinar las distintas recomendaciones que nacen a través de los años 90 como lo son accionistas institucionales, remuneración del consejo, entre otras, impulsando el principio o norma de “cumplir o explicar” la cual se divide en dos partes centrales que son:
- La imposición a las compañías de informar cómo aplican las recomendaciones del Código Combinado.
- La necesidad de explicar por qué no se han aplicado las recomendaciones.
Estos informes o maneras de desarrollar un gobierno corporativo demuestran el deber que tienen las compañías o empresas para con sus empleados así como con la sociedad civil donde hay una estrecha relación con la RSE desde su conceptualización como aplicación en la realidad al provocar una conjunción de hechos y un ejercicio que es muy positivo para las empresa por sus actividades económicas.
Otra normativa que aparece dentro de este contexto a principios del siglo XXI es la Ley Sarbanes-Oxley de 2002 en EE.UU, la que es una respuesta a los escándalos corporativos ocurridos en dicha nación con empresas como Enron, Worldcom y otras; en ellas no existe el anterior principio de cumplir o explicar por lo que se introducen responsabilidades penales a los administradores y ejecutivos de las compañías dadas sus malas prácticas; el respaldo internacional para el gobierno corporativo llega con la publicación del 2004 de los Principios de Gobernanza Corporativa por la OCDE, los que definen los elementos esenciales unido a la adopción de un modelo stakeholder. Estos principios han sido asumidos por los distintos países en la definición de sus recomendaciones y códigos de buen gobierno los que se aplican de manera concentrada para su aprobación unido a la visión que da la RSE la cual ya nos habla de gobiernos internos o gobernanza para crear una empresa consciente como sostenible en el tiempo para su buen funcionamiento.
Los códigos de buen gobierno tienen el mérito de irse perfeccionado paulatinamente de manera loable, para llegar al Código King III de Sudáfrica en 2009 y de esta fecha en adelante continúan su arduo camino para estipular como estimular ya sea de manera voluntaria u obligatoria una serie de normativas al interior de las empresas las que son muy beneficiosas en todo sentido para tener un adecuado gobierno corporativo acorde al siglo XXI que se encuentra en pleno desarrollo.
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