«Sabemos que el espacio político es el de la mentira por excelencia»

Jacques Derrida

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La confianza en la ciencia se desploma aún más: mis primeras dudas sobre la COVID eran correctas. [*]

Ugo Bardi

Desde Florencia, Italia
Se está empezando a aceptar cada vez más que el coronavirus provino del laboratorio de investigación de Wuhan.

Ahora es cada vez más probable que el coronavirus no haya sido el resultado de una relación amorosa impía entre un murciélago y un pangolín, sino que se haya originado a partir de una fuga de laboratorio en el
Instituto de Virología de Wuhan.     

La hipótesis de que el coronavirus se originó a partir de una fuga de laboratorio en el Instituto de Virología de Wuhan fue rechazada con vehemencia como una idea marginal creada por teóricos de la conspiración. Ahora, está cobrando fuerza. Agencias como el FBI y el Departamento de Energía se han inclinado hacia esta posibilidad, y el discurso público ha cambiado, como se vio en el artículo de hace unos días de Zeynep Tufekci, en el New York Times, que argumenta que la supresión temprana de esta idea erosionó la confianza en la ciencia.

Me siento tentado a decir que tenía razón porque, en una publicación de 2024 (in a 2024 post), argumenté que la respuesta drástica (incluso brutal) del gobierno chino, como el confinamiento de Wuhan, sugería que temían algo más que un virus natural, quizás un ataque biológico. Esta perspectiva también arroja luz sobre anomalías, como las misiones médicas de Rusia y China a Italia en 2020, que, según algunos informes, priorizaron la recolección de muestras sobre la ayuda.

No existe una prueba definitiva de una fuga de laboratorio, y es poco probable que la haya. Pero esta saga supone otro duro golpe para la credibilidad de la ciencia. Reprimir el debate y demonizar la disidencia, como se hizo durante la pandemia, puede socavar la confianza en la ciencia, un problema que no es exclusivo de la virología. La ciencia del clima, por ejemplo, se enfrenta a retos similares. La administración Trump la está descartando sin contemplaciones, considerándola una superstición, mientras el escepticismo crece a nivel mundial.

La ciencia del clima es un conjunto de ideas infinitamente más sólido y refinado en comparación con las «verdades» a medias propuestas hace unos años sobre la pandemia. Pero cuando se suprime la investigación abierta, la credibilidad se resiente, y como decían los antiguos, se cosecha lo que se siembra. Los científicos están lidiando con esa lección ahora.

Mi publicación de 2024 (My 2024 post), cuyo extracto figura a continuación, analizó varios aspectos de los orígenes del virus y la reacción exagerada global que parece cada vez más plausible como resultado de los temores de un ataque biológico.


Matando a un pequeño dragón: Los orígenes de la saga Covid

El punto de vista desde Italia

Ugo Bardi, Mar 10, 2024 Desde “Seneca Effect”

Las epidemias han ocurrido muchas veces en el pasado. Por lo tanto, cuando un nuevo virus respiratorio apareció en la ciudad de Wuhan, China, en enero de 2020, no fue un evento inusual, a pesar de que los informes iniciales lo describían como agresivo y peligroso. Lo notable fue la reacción del gobierno chino.

Las cuarentenas son una reacción normal ante las epidemias, pero nunca antes se había visto que una ciudad entera estuviera sometida a una cuarentena estricta para todos sus habitantes, independientemente de si

estaban sanos o enfermos. De hecho, posteriormente se utilizó un nuevo término, «confinamiento», para esta medida. Además, fue el primer caso en el que se vieron aplicaciones extensivas de las «NPI», incluyendo restricciones como el distanciamiento social, la prohibición de viajes, el cierre de escuelas y actividades económicas, la desinfección de todo, y más.

Probablemente nunca sabremos qué llevó al gobierno chino a reaccionar de esa manera. Sin embargo, es difícil interpretar su comportamiento como una reacción a un virus natural. Lo que pudo haberlos impulsado a actuar fue la percepción de que el virus era algo mucho más peligroso. Un arma biológica, ya sea filtrada de un laboratorio de investigación o propagada deliberadamente por un enemigo como acto de guerra. Por razones obvias, el gobierno chino siempre ha negado la idea de una fuga de laboratorio, pero es una hipótesis perfectamente posible.

UB

20/03/2025

Fuente: 20.03.2025, desde el substack .com de Ugo Bardi “The Seneca Effect” (“El Efecto Séneca”), autorizado por el autor.

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