
La nunca bien ponderada Salud Pública… Merece mi más significativo homenaje.
Desde Concepción un ejemplo a repetir en todo el país.
Después de haber sufrido un duro golpe en mi salud y vivir largos momentos de alta angustia y complejidad, me vi enfrentado a un servicio de salud pública de excelencia técnica profesional y de un alto compromiso con los valores, la ética y el buen servicio público. Mi tránsito por la búsqueda de atención comenzó en el «SAR» de Chiguayante, en donde dos señoritas. «TENS» actuaron con rapidez, seguridad y excelencia.
No sólo me dieron las primeras atenciones de urgencia, sumaron a ello un certero diagnóstico, confirmado luego por el médico de turno, y un traslado urgente al Hospital Regional de Concepción. Allí, y perdonen ustedes el latoso relato, pero es indispensable, para sopesar y valorar la maravillosa recepción y atención que recibí de todo el personal y que, se extendió durante cada uno de los 6 días en que permanecí hospitalizado.
Fui un privilegiado testigo del compromiso, actitud humanitaria y excelencia profesional de Enfermeras, Médicos, TENS, incluso funcionarios administrativos que se sumaban a la colaboración del arduo trabajo del personal en cada turno (12.hrs)que atendían las urgencias que, incluso, llegaban sin dar tregua, amontonado pacientes en los pasillos de la sección GES. Fui sometido a dos completísimos procedimientos en unos pabellones quirúrgicos de lujo y del mismo carácter la atención de un equipo médico profesional qué también armonizaron su competencias profesionales con una relación humana del más alto nivel. Se repite mi experiencia con el traslado a una sala de cardiología en dónde, hasta el momento de mi feliz alta médica, solo recibí maravillosas atenciones.
Quiero insistir en los necesarios y merecidos reconocimientos, felicitaciones y agradecimientos al Personal médico, Enfermeras, Tens y todo aquel que trabajando en un servicio de salud, es capaz de sumar a sus competencias profesionales, esa cuota de humanismo y respeto por las personas, conductas tan escasas hoy en una sociedad fundada en el individualismo recalcitrante.
Finalmente, y para ser justos con la realidad y por sobre todo por toda esa gente que hace inmensos esfuerzos por servir y servir de verdad, comprometidos, valiosos y valeroso en lo profesional y lo humano, es que debo señalar, sobre todo para las autoridades que dirigen ese establecimiento… Un Lamentable luna, pongan rigor en la supervisión y control en el personal joven, Tens y enfermeros que operan en una oficina contigua al GES, en dónde los valores expresados en este relato , se ven reblandecidos y cobran niveles lamentables comparados con la excelencia observada en la más alta mayoría del personal. Finalmente a las autoridades del área. Urgente, se requiere mínimo medio hospital más.
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