«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

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¿LA POESÍA: POR QUÉ, PARA QUÉ?

 

por Tulio Mendoza Belio

Academia Chilena de la Lengua

Premio Municipal (Concepción) de Arte 2009

 

Me preguntan por el significado de la poesía en nuestra sociedad contemporánea, qué función cumple, para qué sirve. Habría que comenzar por señalar que el origen del término “poesía” viene del griego “poyesis” y significa “creación”. Por lo tanto, la poesía es mucho más que escribir versos. Desde este punto de vista, la poesía ha estado presente en todas las épocas y en cada instante que descubrimos el hacer creador del ser humano y de la naturaleza. El premio nóbel mexicano, Octavio Paz nos dice que “es un decir que es un hacer”. En efecto, cuando el poema dice, produce de inmediato un acto de creación, porque construye algo nuevo o dice algo nuevo con lo viejo. La poesía no solo es patrimonio de la escritura, la podemos encontrar en un cuadro, en una sinfonía, en una escultura, en una canción, en una interpretación musical, en una danza, en una mirada, en una actitud, en fin, el soplo creador de la poesía sopla y está presente allí donde menos se piensa. El lenguaje cotidiano, el más familiar y popular, incluso vulgar, está lleno de poesía, pues la lengua, el idioma, se nos presenta lleno de connotaciones, de sugerencias, de mensajes velados. La poesía dice más con menos, mucho con pocos elementos.

Evidentemente, este hacer creador de la poesía sólo puede desarrollarse en un espacio de total libertad, pleno de posibilidades, es decir que la poesía está por sobre todos los discursos y se somete a sus propias leyes. La poeta española Isla Correyero, afirma en “Mi retrato a lápiz”: “Me cobijo en mansiones de alquiler y no obedezco leyes ni partidos.” De ahí que la poesía sea lo primero que atacan y acallan los regímenes dictatoriales, ya que ella es la libertad misma y detesta la censura y el atropello a los derechos humanos. A la poesía no pueden cerrarle la boca, dice lo que quiere cuando quiere y a veces resucita cuando las piedras de la brutalidad la han herido de muerte. No hay que confundir la poesía con el poema. El poema es la forma más básica de la manifestación de la poesía y por eso asociamos poesía a escritura y poema a objeto concreto hecho de palabras que comunican sentimientos, deseos, pensamientos, sensaciones, en fin, algo tan propio del ser humano.     

El poeta es, entonces, el gran indagador de la poesía, del misterio, el descubridor de esos destellos que nos dan otra visión de los seres y las cosas, el gran hacedor de analogías, el buscador de las secretas correspondencias que hallamos en la naturaleza y que Baudelaire, el gran poeta francés, hizo suyas para compartirnos las relaciones entre el mundo material y el espiritual mediante las bellas y logradas imágenes y metáforas de su sensibilidad y de su inteligencia. Sin embargo, la concepción del poeta va mucho más allá. Según nuestro Vicente Huidobro, el poeta es “un pequeño dios”, por todas estas capacidades que hemos señalado; pero, además, “El poeta es un hombre como todos/ Un albañil que construye su muro:/ Un constructor de puertas y ventanas.”, según afirma Nicanor Parra en su “Manifiesto”. Ambas extremas definiciones, más que oponerse, enriquecen la concepción del poeta, porque ambas son ciertas.

Donde el transeúnte común ve una manzana, el poeta ve el pecado colgando de una rama o el beso que un colegial regala a su profesora; donde Juan ve un tenedor, el poeta descubre una peineta dormida sobre la mesa. La poesía nos hace más libres, ejercita la imaginación y el pensamiento, “aviva el seso y lo despierta” (como podría haber dicho Jorge Manrique), abre espacios a otros mundos, nos muestra la realidad sobre la realidad o la utopía deseada. Como escribió nuestro poeta Gonzalo Rojas: “Vivo en la realidad./ Duermo en la realidad./ Muero en la realidad./ Yo soy la realidad./ Tú eres la realidad./ Pero el sol/ es la única semilla.”


Hasta aquí estas breves reflexiones, seguiremos compartiendo en el próximo número. Si quieres comentar puedes hacerlo. ¡Gracias!

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1 Comentario en ¿LA POESÍA: POR QUÉ, PARA QUÉ?

  1. Hola, muchas gracias, me gustó mucho su artículo sobre poesía . Hace unas semanas he participado en un círculo o taller literario, con el ánimo de rescatar o potenciar esa vena creativa que buscábamos, o creíamos tener quienes estábamos allí. En el devenir de la tarde, y en el compartir, en algún momento sentí, expresé que yo era poesía, porque finalmente en ese momento sentí, que tenía un potencial creador . (Se hizo verdad para mí).
    Hoy, releyendo su artículo, lo recuerdo y me hace sentido.
    Pienso que toda/os somos poesía en potencia, como posibilidad creadora.
    Gracias… .

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