La vida chilena en tiempos del virus
Vivimos tiempos difíciles. Decirlo es una perogrullada. La vida de todas las personas y también la vida de las comunidades, están siempre marcadas por ciertos hechos graves que han marcado el transcurrir de su existencia. Los viejos de Europa, cuando cuentan historias, ponen los tiempos de la guerra como su punto de referencia, época dolorosa en que eran niños, adolescentes o imberbes reclutas llamados a cargar armas. Los viejos de nuestro Chile se han acostumbrado a situar los hitos de su vida en torno a los grandes terremotos del 39, del 60, del 2010.
Sin duda, los tiempos del corona virus, cuya verdadera trascendencia aún no estamos en condiciones de dimensionar cabalmente, marcarán nuestra historia y, es más que seguro, que para bien o para mal, definirán el tipo de sociedad que emergerá.
El Gobierno ha decidido ayudar a los que están perdiendo su trabajo con el auxilio de sus propios fondos de cesantía y a los más carenciados y vulnerables con un bono de $50.000.- por persona y por carga.
También, para ir en ayuda de las pequeñas y medianas empresas se han abierto nuevas líneas de crédito tras una fuerte rebaja del costo del dinero por parte del Banco Central. El problema, una vez más, radica en que la banca privada que intermediará esos créditos pretende cobrarle a los eventuales beneficiarios una tasa que supera todo lo imaginable repitiendo la casi delictiva conducta habida con el Crédito con Aval del Estado en que pese a tener asegurada al 100 % la recuperación del dinero prestado a los estudiantes, recargaron su costo de manera exagerada. Como en la fábula del escorpión y la rana, en estos casos no hay nada criticable en la conducta de los señores del dinero: está en su naturaleza.
Los días de aislamiento y soledad tienden a ser bastante depresivos, pero esta semana se ha abierto en ellos un haz de luz. Falabella me ha enviado 72 correos haciendo posible que por vía digital pueda adquirir comedores, livings, refrigeradores, máquinas de cortar pasto, artefactos para actividad física domiciliaria, muebles de dormitorio, ropa de invierno y de verano, zapatos, bicicletas, etc. Agradezco el gesto y en cuanto encuentre un trabajo relativamente bien remunerado me comunicaré con el gigante del retail.
Como, pese a todas las dificultades el mundo sigue su marcha, esta semana dos de las AFPs más importantes realizarán su junta anual de accionistas. AFP Capital, de propiedad del grupo colombiano Sura Asset Management (me encanta cuando las empresas adoptan nombres en inglés, pareciera que ello da mayor seguridad a mis ahorros) distribuirá $26.114.696.317 en dividendos para sus accionistas que son los integrantes del grupo controlador, en su sesión del miércoles 22 de abril. Por su parte la AFP Habitat, cuyos dueños son la poderosa Cámara Chilena de la Construcción y el fondo estadounidense Prudential Finantial se reunirá el jueves 23 para aprobar la distribución de dividendos por $20.600 millones de pesos. Pese a que la ley autoriza para que en estas juntas ordinarias se traten otros puntos de interés, hasta ahora no se ha sabido que se plantee la posibilidad de rebajar las comisiones cobradas a los ahorrantes que, en el solo mes de marzo, perdieron cerca del 18% de sus ahorros individuales lo que, según ha informado el Diario Financiero, se traducirá en una pérdida global de 25.000 millones de dólares. No debe olvidarse que las AFPs cobran comisiones sobre los saldos de sus ahorrantes incluso cuando han sufrido fuertes pérdidas como en este caso.
En esta época se han dado a conocer otros datos de interés económico, como son las sumas que pagan las grandes empresas a sus directores, personas calificadas como “expertos” por los analistas de negocios, y que se reúnen una o dos veces al mes por un par de horas. . Llama la atención que “la papelera” (CMPC) después de sus bochornosas colusiones cuyos directores jamás las detectaron (lo que revela que al menos fueron negligentes en el cumplimiento de sus funciones, premie a su equipo directivo con un incremento de un 253% (sí, doscientos cincuenta y tres por ciento) respecto al año anterior.
Pablo Granifo, hombre de confianza de los Luksic, se embolsó en 2019 la bonita suma de 1.817 millones de pesos, por sus dietas como director del Banco de Chile y CCU. Francisco Pérez Mackenna recibió 1.250 millones como director del Chile, CCU y Vapores. Hernán Buchi Buc, ex Ministro de Hacienda de la dictadura y que abandonó hace algunos años el país para radicarse en Suiza ya que consideraba que las condiciones políticas eran muy inestables, recibió 812 millones por su abnegada y remota labor. Rodrigo Hinzpeter Kirberg, ex Ministro de Interior de Piñera I, que abandonó el servicio público para atender sus actividades privadas en resguardo de su familia, recibió como director de empresas, 765 millones. Lo bueno para este equipo de emprendedores, es que los honorarios que reciben por ocupar sus asientos de directores, son absolutamente compatibles con los salarios que eventualmente reciban por cumplir otras funciones.
Para cerrar, y dado el hecho de que, pese a todo, el problema de la vivienda no se ha resuelto en el país, siempre es conveniente aportar a su solución con una pequeña colaboración. Según ha estado informando El Mercurio on Line, en la comuna de Lo Barnechea hay una casa disponible de 7 dormitorios y 6 baños al precio de $1.274.444.845. Toda una oportunidad que no se puede perder.
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