MUCHA SOBERBIA Y POCA EFECTIVIDAD
Especial para La Ventana Ciudadana
Desde Madrid
Me he preguntado muchas veces de dónde hemos sacado los chilenos esa enorme soberbia de no querer mirar hacia otros lugares, copiar lo bueno y evitar lo malo.
Con esto de la pandemia, que es tremendamente contagiosa y letal en muchos casos, no hemos sido capaces de mirar hacia los países que más la han sufrido y evitar las malas decisiones que allá adoptaron y, por el contrario, aplicar aquellas que han sido certeras y que han arrojado buenos resultados.
La pandemia surgió inesperadamente y sorprendió al mundo, por ser desconocido el virus que provoca la Covid-19. Hasta la OMS se retrasó en declararla como pandemia y en ponerle el nombre que hoy conocemos. Muchos países debieron actuar improvisadamente, fallando en un comienzo, pero corrigiendo después sus propios errores.
Chile, y América en general, comenzaron a sufrir esta pandemia con retraso con respecto a lo ocurrido en China, Corea y Europa. Por lo tanto, debía estar preparado el continente ante lo que se venía. Pero no. Se miraron el ombligo y creyeron que sus respectivos servicios de salud estaban lo suficientemente preparados como para enfrentarla. Pero no ha sido así.
En Europa, con países más desarrollados y con recursos muy superiores, sufrieron graves momentos por pérdidas humanas y contagios masivos, imparables. Recurrieron a una improvisación desesperada, con hospitales de campaña, hoteles convertidos en centros sanitarios, contratando con urgencia a personal de salud y comprando a cualquier precio elementos de protección.
¿Por qué en Chile, y en América, no se tomó nota de aquello y se adelantaron a los acontecimientos? Estados Unidos y Brasil, preferentemente, han tratado de minimizar la pandemia…y lo siguen haciendo. Ahí tienen las cifras de la mortandad que ocurre en esos países.
Hoy en Chile siguen sin sacar a la gente de las calles, justamente donde está el virus. No se atreven a paralizar el país por un tiempo razonable y mantener a la población en sus casas. Piensan más con la billetera que con la humanidad de salvar vidas.
Sabemos que la economía mundial se va a resentir. Que ya se está resintiendo. Que habrá una fuerte recesión económica y laboral. Pero ahora hay que evitar las muertes y luego se deberá enfrentar el problema económico. Y si para prevenir la masividad del contagio, el Estado debe financiar el confinamiento de los que menos tienen para que no salgan a buscar el sustento diario, deberá hacerlo. El Estado debe proteger a la gente. Y debe endeudarse si no tiene recursos.
Las autoridades se refugian en la política cuando debe adoptar decisiones con retraso. No es válido eso. No hay tiempo que perder y no se puede tirar el balón para un tejado ajeno. Mientras más discuten, analizan y se aprueban medidas de parche, hay contagios masivos y gente que muere.
Si la gente sale a la calle a buscar un sustento, es porque no tienen recursos y porque, además, no le creen a las autoridades. Y es mala cosa que las autoridades pierdan credibilidad.
Fuente de figura:
https://www.reprodart.com/a/pieter-brueghel-el-viejo/triunfo-de-la-muerte.html
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