«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

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ASEPXIA

Por estos días cualquier padre de adolescentes estará familiarizado con los productos estrella de los Laboratorios Internacionales Genomma. Se trata de “ASEPXIA”, productos destinados al cuidado de la piel atendiendo la natural preocupación de cualquier joven por su aspecto físico, los cuales en su página web resaltan su compromiso de “…acercamiento y entendimiento de los temas sensibles que enfrentan los jóvenes, tales como el bullying, rechazo y baja autoestima.”

Decidí escribir este artículo motivado por una de esas personas que cada cierto tiempo aparecen en tu vida y literalmente te dan vuelta el mundo. Hace unos días atrás, hablando acerca de la importancia de desarrollar la capacidad de pedir ayuda cuando esta es necesaria me interpeló diciendo: “¿Cómo espera usted, Mr. Aguilera, que alguien pida ayuda aun cuando la necesite si lo único que hoy importa tanto en las familias como en el colegio es el cuidado de la imagen?” ¿Qué le respondes a esa persona y a todo un curso que se ha quedado en el más absoluto de los silencios para escuchar lo que su profesor, en quien confían, tiene que decir al respecto? La tentación no es menor. Decir algo políticamente correcto sin entrar en honduras es una opción que seduce bastante, debo admitir. Aducir que entrando en ese tema nos desviamos del tema central de la clase tampoco parece tan descabellado. Sin embargo cuando has prometido tomar en serio tu misión y cuando has decidido poner al centro de todo lo que dices y haces nada menos que a la persona no puedes simplemente ‘hacerte el leso’. Por eso estoy sentado frente a mi computador, para dedicarle estas líneas a esa alumna y decirle con todas mis fuerzas que tiene toda la razón.

Aún más, volviendo a los productos “ASEPXIA”, he llegado a pensar que un número nada despreciable de adultos desearía hoy fervientemente que Genomma lanzara pronto al mercado un nuevo y revolucionario producto; algo así como “ASEPXIA para el alma”. De esta forma podríamos maquillar todos estos temas que hoy nos complican tanto e ingenuamente auto-convencernos de que con una simple crema los aminoraríamos hasta hacerlos incluso desaparecer y poder así continuar con nuestras vidas ocupándonos de otras cosas ‘más importantes’.

“La imagen es nada. Tu sed es todo: ¡obedece a tu sed!”, decía un popular comercial de TV que promocionaba una bebida gaseosa en los 90. Hoy nuestros jóvenes están sedientos. Tienen sed de ser escuchados efectivamente, pero también afectivamente, sed de que sintonicemos con sus deseos y necesidades más íntimas, es decir, que nos interesemos genuinamente por lo que le sucede a cada uno de ellos, sed de que les hablemos con la verdad, sed de que demostremos un mínimo de coherencia entre lo que les decimos que haremos y lo que efectivamente terminamos haciendo. Sed de saber que pueden contar con nosotros cuando ellos lo requieran y no sólo cuando tengamos tiempo libre. Sed de que les tengamos fe, es decir que creamos en lo que aún no hemos visto y sepamos esperar hasta que se vea.

He querido sacar esta interpelación de las paredes de mi sala de clases y hacerla pública porque siento que detrás de las certeras palabras de mi alumna hay un ferviente llamado a todo padre, madre y educador que quiera tomarse su rol en serio. Pongamos a nuestros hijos y alumnos al centro de todo lo que hacemos. Esforcémonos por ayudarlos a ser más como ellos mismos y menos como los demás. Los contenidos y las habilidades son necesarios e importantes, pero las sensibilidades son esenciales. Si fallamos en esta misión sólo habremos hecho de nuestros hijos y alumnos perfectas bestias de carga que únicamente servirán para llevar sobre sus espaldas pesados fardos de mercancías inútiles que ni siquiera les pertenecerán ni menos aún les servirán para algo realmente importante y trascendente.

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2 Comentarios en ASEPXIA

  1. Qué buen artículo señor.
    Muchos profesores de su nivel y compromiso con la educación y con las personas, pero, de verdad, hacen falta en la sociedad actual.
    Digno de recomendar a padres y profesores.

  2. Veo en el artículo la moraleja que nos deja el Profesor Jorge Aguilera: «En lugar de desear una ‘Asepxia para el alma’, indaguemos dentro de nuestras propias psiques para buscar caminos que nos eviten caer en estados de desazón y pesimismo». Está en nosotros elegir actitudes sinceras de colaboración para con nuestros semejantes en pro del bien común en lugar de posturas egoístas que solo vayan en nuestro beneficio individual. Eso ayudaría en gran medida a nuestro desarrollo como sociedad y como país.

    Gracias profesor Aguilera por compartir con nosotros sus pensamientos.

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