
¿CONTEXTO, HERRAMIENTA O EXCUSA?
Como es casi ya costumbre en los últimos 45 años, el mes de septiembre no sólo nos trae la alegría asociada a la celebración de nuestra independencia, sino que también la tristeza y dolor relacionados con el golpe de estado y las violaciones a los derechos humanos que lo sucedieron.
A las condenas de parte de quienes sufrieron las consecuencias de la dictadura y los crímenes de lesa humanidad, se han sumado las exigencias de considerar el contexto, por parte de quienes la defienden con mayor o menor entusiasmo; y en esta discusión, se exacerban los ánimos, dejando en evidencia una herida que no termina de cerrarse.
El contexto es definido por la Real Academia Española como el entorno físico o de situación, político, histórico o de cualquier otra índole, en el que se considera un hecho. Desde un punto de vista histórico, el contexto es entendido como los antecedentes culturales, económicos y sociopolíticos que dan el entorno y se relacionan con un determinado evento de naturaleza histórica.
Desde este punto de vista, los acontecimientos que ocurrieron en Chile en los años 1960 y 1970, no pueden ser comprendidos a cabalidad sin tener en cuenta el contexto.
¿Qué produjo el deterioro de la convivencia política en Chile? ¿Por qué se perdió la capacidad de dialogar? ¿Qué llevó a que en nuestra sociedad nos viéramos cada vez más no como legítimos adversarios políticos, sino que como enemigos? ¿Qué fue lo que nos condujo hacia un mundo de blancos y negros, donde los matices tan propios de la naturaleza humana dejaron de existir? ¿Quiénes tienen responsabilidad en que nuestras instituciones democráticas hayan fallado? ¿Era el golpe de estado evitable?
Ninguna de estas preguntas puede ser respondida con seriedad sin tener en cuenta el contexto; es este, el que fue moldeando los acontecimientos y experiencias que nos condujeron al quiebre de nuestra democracia. El contexto nos entregara los elementos que servirán de base para nuestro análisis; son ellos los que nos permitirán formarnos una opinión; y es a través de este contexto que encontraremos respuesta a las preguntas antes mencionadas. Respuesta que por cierto no será única, sino que estará llena de matices, dependiendo de cómo cada uno de nosotros, entendamos e interpretemos los elementos propios del contexto.
Es claro entonces, que en este caso el contexto es una necesaria herramienta y no una excusa.
Sin embargo, ¿Es acaso distinto el rol del contexto frente a las violaciones de los derechos humanos que se sucedieron inmediatamente después del golpe de estado? ¿Qué rol juega el contexto frente a las detenciones forzadas, la tortura, las ejecuciones y las desapariciones de miles de chilenos y chilenas? ¿Qué rol juega el contexto frente a la maldad desatada que los informes Rettig y Valech constataron ocurrió en Chile después del golpe del estado y durante la dictadura militar?
¿Es el contexto una herramienta eficaz para entender y deconstruir las violaciones a los derechos humanos como fenómeno? ¿O puede el contexto también ser usado para justificarlas?
El contexto ha sido utilizado tanto por organismos dedicados a la protección de los derechos humanos, como por aquellos destinados a determinar las responsabilidades por crímenes de lesa humanidad. Un claro ejemplo de lo anterior se encuentra en la Corte Interamericana que, como bien lo resumiera el documento Violaciones, Derechos Humanos y Contexto elaborado por FLACSO México, utiliza el contexto para obtener un mejor entendimiento de las violaciones a los derechos humanos, enmarcar hechos concretos de violencia dentro de un cuadro más amplio de conductas estatales, identificar los patrones seguidos por las violaciones a los derechos humanos, establecer con claridad la responsabilidad internacional del estado y determinar con certeza la procedencia de medidas de reparación. El análisis del contexto, según lo planteado por este estudio, “permite que los delitos de lesa humanidad sean comprendidos de una forma más amplia, permitiendo una aproximación más integral, particularmente cuando estos crímenes ocurren en situaciones de masividad, sistematicidad y estructuralidad”.
El contexto, frente a las violaciones de los derechos humanos, es entonces una herramienta, y no una excusa; una valiosa herramienta que nos ayuda a analizar y comprender un tema de por sí doloroso y complejo, y no una excusa para justificar su ocurrencia.
Quienes hoy en Chile abusan del contexto para justificar crímenes de lesa humanidad, demuestran una preocupante falta de compromiso con el respeto a los derechos humanos.
Las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad no tienen justificación posible y no hay contexto que los haga parecer más o menos aceptables.
El contexto nos puede ayudar en el valioso ejercicio de entenderlos para no repetirlos, pero nunca en un burdo esfuerzo por justificarlos. Quienes, pretendan servirse del contexto para este propósito, evidencian una alarmante realidad: la relativización de la importancia de los derechos humanos dependiendo del contexto y por ende una tácita aceptación de que estarían dispuestos a justificar delitos de lesa humanidad cuando el contexto les parezca razonable.
Para que nunca más en Chile ocurran crímenes de lesa humanidad es relevante entender y comprender el contexto en que estos ocurrieron; pero más importante aún, para que nunca más en Chile ocurran crímenes de lesa humanidad es necesaria una profunda convicción que nos lleve a condenar las violaciones a los derechos humanos con prescindencia absoluta del contexto.
Mientras esta convicción no exista, seguirá latente en Chile el riesgo de que las violaciones a los derechos humanos vuelvan a ocurrir.
El análisis hecho por Maroto sobre el recurrente concepto de ‘contexto’ deja bien establecida que los crímenes de lesa humanidad y los derechos humanos deben respetarse en todo contexto. La violaciones a los derechos humanos han sucedido a lo largo del devenir histórica, desde épocas pretéritas en las no había una Declaración Universal sobre los derechos del hombre (crímenes de la Iglesia Católica durante la Inquisición, crímenes durante el socialismo en la URSS crímenes por guerras de intromisión de potencias mundiales en países del tercer mundo, crímenes del holocausto, etc.).
Los crímenes de lesa humanidad no se erradicarán mientras ‘el hombre siga siendo el lobo del hombre’.