
Crisis planetaria: una oportunidad para crear soluciones
La creatividad es característica única del ser humano. Cuando niños, pasamos por etapas de mucha curiosidad, aprendizaje acelerado, descubrimiento y experimentamos con el lenguaje. Somos pintores en ciernes trazando sobre papel coloridas figuras, descubrimos el mundo transformando, interpretando, siendo esencialmente creadores. Producto de la creatividad, ninguna especie ha transformado la naturaleza como lo ha hecho el Homo Sapiens, ninguna ha creado música como la de Bach, Mozart o Vivaldi, o ha llegado a la luna, aunque también hemos transformado peligrosamente nuestro entorno y tenemos fuertes contradicciones como sociedad. Como botón de muestra, los Estados Unidos y Canadá han perdido tres mil millones de pájaros desde 1970, debido a pérdida de hábitat y su degradación producida por actividad humana. Un tercio del alimento producido por la humanidad se bota a la basura mientras millones de personas sufren hambre.
¿Por que es relevante hablar de creatividad en estos días? Pues porque los desafíos que enfrentamos son de una complejidad extrema. Probablemente las soluciones no serán simples y vendrán de varias fuentes y experiencias. Si no confiamos en nuestra creatividad y en la posibilidad de generar soluciones a los grandes problemas de hoy, como el calentamiento global, las migraciones, el crecimiento de ciudades y su presión sobre el medio ambiente, corremos el riesgo de dormirnos como especie para nunca más despertar.
Interesantemente, el obscuro futuro que enfrentan las nuevas generaciones frente al cambio climático y las asombrosas contradicciones de la sociedad post-moderna, están produciendo como resultado una generación de jóvenes sensibles al sufrimiento animal, algunos abrazando el vegetarianismo y otros renunciando a su descendencia, abrumados por el futuro incierto que entregarían a sus hijos. Es un resultado de los tiempos en que vivimos, en los que enfrentamos cambios acelerados y desafíos ambientales y sociales nunca antes vistos por la humanidad.
El desafío es aplicar hoy nuestra capacidad creadora para encontrar las soluciones que requerimos como sociedad de algo más de 7000 millones de habitantes. La creatividad nos puede llevar a reformular nuestra ciencia y tecnología para un mejor vivir y un mejor futuro. Para esta tarea es necesario abrir los ojos y aunar voluntades. Pocos son los profetas modernos que predican en el desierto, la adolescente sueca ambientalista Greta Thunberg es uno de ellos. Los movimientos sociales sensibles a la explotación desmedida de recursos naturales, a la mayor justicia social, son ejemplos concretos de una parte de la ciudadanía que no está ajena a las grandes problemáticas y que aún espera soluciones reales de las élites intelectuales y políticas. Abramos entonces espacios para crear soluciones, que los Da Vinci y Einstein de nuestros tiempos emerjan de las sombras y actuando por sobre intereses egoístas y particulares, con la ayuda de grupos multidisciplinarios de trabajo, integrando herramientas tecnológicas como las grandes bases de datos y la inteligencia artificial, piensen y creen soluciones concretas para los desafíos de hoy.
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