«El mayor problema ecológico es la ilusión de que estamos separados de la naturaleza.»

Alan Watts.

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

EL EFECTO SÉNECA

Carlos Bonifetti Dietert

Ingeniero C. Mecánico UdeC. Ambientalista.

Paralelamente al “efecto Casandra”, tema sobre el que escribí en un artículo anterior [1], es oportuno analizar ahora el “efecto Séneca”. Séneca [Lucius Annaeus Seneca c. 4 AC – 65 DC], fue un filósofo y escritor romano que nos legó esta reflexión, “Esset aliquod inbecillitatis nostrae solacium rerumque nostrarum si tam tarde perirent cuncta quam fiunt: nunc incrementa lente exeunt, festinatur in damnum (Epístola XCI a Lucilio), la que se ha traducido así, “Sería algún consuelo para nuestra debilidad y la de nuestras obras si todas las cosas perecieran con la misma lentitud que se formaron; pero, tal como es en la realidad, los incrementos son de lento crecimiento y la ruina es rápida.”

Esta sentencia originó el concepto de “efecto Séneca”, postulado por el profesor Ugo Bardi, miembro del Club de Roma [2], reflexionando sobre los colapsos sociales históricos: “los comienzos y progresos son lentos y difíciles, la caída brusca y temible.” Podemos ejemplificar el concepto observando que mientras que el ascenso de una sociedad (por ejemplo en el caso del consumo de energéticos como el carbón y el petróleo) [3] es progresivamente creciente de forma suave, el colapso ocurre de forma brusca. Bardi ha representado gráficamente este concepto en la curva de la figura mostrada al pie de este artículo.

Científicos, como el geofísico Marion King Hubbert, quien estableció en 1956 el peak de producción de petróleo (en el que ya estamos), propuso curvas de tendencia, posteriores al peak, de suave caída en la producción. Sin embargo, Ugo Bardi asegura y demuestra que esa curva, tan bella y de suave declive y buena para la humanidad -porque permitiría un largo tiempo de adaptación y desarrollo de energías alternativas-, no va a ser así. Para demostrarlo Bardi desarrolló modelos físico-matemáticos que toman en cuenta la creciente inversión de capital necesaria para extraer más petróleo, los menores rendimientos de los procesos y otros factores que generalmente califica como “contaminación”. Son simplificaciones del famoso programa de ordenador World-3 usado en “Los Límites al Crecimiento.” [4] [5]

El efecto Séneca ha estado siempre presente en el colapso de civilizaciones, sociedades y culturas. Se ha visto en España, la que en un tris, desde 2008 se ha precipitado al abismo. La caída desde un cúspide de bienestar y consumismo, en una España con 3.000 años de historia, se ha producido en apenas tres años, un pestañeo en términos históricos, pasando a un país en destrucción ante la mirada atónita de sus gobernantes, que lo va llevando a una rápida ruina, tal como reza la sentencia de Séneca.

Asimismo, en EEUU la ruina es creciente, agravada por el calentamiento global y el desastre financiero. Es una sociedad en rápida decadencia, tal como ocurrió en el Imperio Romano. La mayor parte de los destrozos causados por los últimos huracanes no podrán repararse porque no hay dinero para rehacer puentes, carreteras y servicios en un país arruinado. Queda por ver qué pasará con China, que sigue un modelo de crecimiento.

La Revolución Francesa es otro caso notable de rápida caída de una monarquía absoluta, causada por todo tipo de adversos factores sociales, culturales y financieros.

En América Central y América del sur, estamos viviendo tiempos de colapsos en prácticamente todos los países, causados por los altos niveles de desigualdad social, de corrupción en gobiernos y empresas, las crisis político-partidistas y financieras y el agotamiento de los recursos naturales, además de graves problemas de contaminación. Todo ello generado, en el fondo, por la fe puesta -con arrogancia- en un modelo político-económico neoliberal y extractivista, que ya se derrumbó.

En conclusión, ya no podemos pensar en una lenta y suave decadencia. Siguiendo a lo que nos dice Ugo Bardi: “Cuando las cosas sigan agravándose y alcancen un punto de efervescencia social, tal como al calentar agua la temperatura sube y repentinamente ocurre un cambio de fase y el líquido entra en ebullición, tal como una población que supera la capacidad portadora de su territorio, colapsa e incluso se extingue, tal como en los disturbios de Londres –‘The Riots of August’- la marginación, el desempleo y la pobreza explotaron en cuatro días de ira popular disparada por un hecho casi fortuito, tal como el 17 de julio de 1936 en España nadie o muy pocos -los conspiradores- sabían la tragedia que se preparaba, tal como en julio de 1914 nadie imaginaba Los Cañones de Agosto de 1914, igualmente una brusca caída por el precipicio de Séneca es segura e inevitable”. No será suave sino brusca, casi impredecible e inevitable.

En la Región del Biobío y el resto de Chile, el desorden político-institucional sigue en aumento (¿rumbo al colapso?), sin buenos proyectos de desarrollo y a largo plazo (pues no hay competencias para crearlos), con planes reguladores desordenados y caóticos y una “industria inmobiliaria” que fagocita los territorios sin control alguno, de desarrollos de infraestructura vial inadecuados y desequilibrados.

Por tanto y hablando en serio, si no queremos sufrir el “efecto Séneca”, debemos revisar todos los proyectos que están en curso que van por muy mal camino -por no hacer caso de las advertencias- cumpliéndose el “efecto Casandra”, como por ejemplo en la Región del Biobío: una ruta por el piedemonte en lugar de una ruta costera, unos planes reguladores que siguen sin tomar en cuenta las opiniones ciudadanas y los proyectos urbanizaciones dentro de santuarios de la naturaleza y en el interior de humedales.

Lo hemos dicho en varias oportunidades: aún es tiempo -aunque va quedando poco- para entender lo que está sucediendo en el planeta Tierra y recapacitar. Greta Thunberg nos retó por ello y muy bien retados estamos estuvimos.

[1] https://laventanaciudadana.cl/el-efecto-casandra/

[2] https://50thclubofrome.com/

[3] https://ustednoselocree.com/2015/01/07/httpustednoselocree-com20150105hasta-que-punto-es-inminente-el-colapso-de-la-civilizacion-actual-10/

[4] https://www.monografias.com/…/Resumen-De-Los-Limites-Del-Crecimiento-P3ZJH22.

[5] https://laventanaciudadana.cl/los-limites-del-crecimiento/

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10 Comentarios en EL EFECTO SÉNECA

  1. As es, universidades cegadas por el mercantilismo, sociedad muy apática, bajo el sopor del síndrome de «la rana en el caldero», y gobernantes sin brújula navegando a tientas y haciendo todo lo contrario de lo que se debe. Y todos convencidos que ahora sí que vamos a frenar el calentamiento global con la COP 25. Gracias por vuestros comentarios.

  2. Efecto séneca: “los comienzos y progresos son lentos y difíciles, la caída brusca y temible.”
    Elemental e interesante … aplicable a distintos fenómenos y experiencias de vida.
    Siempre se aprende, gracias estimado Carlos.

  3. Exelente comentario don Carlos, debería inspirarnos a intentar ser mas auto-críticos y no aceptar todo el tráfico de influencias de este modelo social, político y económico que nos toca vivir, Neoliberalismo perverso.

  4. No hay que encender una sino mil luces de alerta en el mundo señor Dueñas.
    La inmoralidad y el desenfado hacen gala en la sociedad Neoliberal, esa es su esencia y objetivo, destruir y descomponer, para reinar sin contrapeso.

  5. Sólido, contundente muy buen artículo.
    Cuanta falta nos hace dialogar en esos términos.
    Con solidez argumental y un impecable razonamiento, sobre temas urgente de tratar.
    Felicitaciones al autor.

  6. Un tema interesantísimo y bien documentado por Carlos.
    Pienso que ese comprobado efecto Séneca trae muchos más peligros que aquellos que inicialmente pueden suponerse, siendo el mayor la destrucción del planeta.
    Pero además, mientras la destrucción avanza y los recursos naturales se tornan más escasos, las elites dominantes (movidas a lucro y crecimiento económico sin escrúpulos) acaparan con más furia los recursos y verbas de las sociedades, concentrando cada vez más la renta (incluso con legislaciones adecuadas a ese crimen) y apropiándose de la propia Naturaleza (desmatando bosques, contaminando aguas, asumiéndose como dueños de ríos, lagunas y océanos, etc.).
    Simultáneamente a eso, las elites modelan los mecanismos sociales y de poder para sustentar todo ese avance de apropiación inmoral. Las sociedades se tornan más violentas, desinformadas y alienadas. Los recursos represivos (legales y de facto) controlados por las elites se tornan más poderosos, actuantes,
    violentos e inescrupulosos.
    Estas consecuencias y otras de ese efecto Séneca son previsibles y observables, porque ya aparecen.
    La luz de alerta total mundial ya debería estar encendida.

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