«Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe»

José Luis Sampedro

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

EL LIBRO PRESTADO

Belén Pulgar Neira

Periodismo U. de Concepción.

Existe cantidad innumerable de libros y estilos para una innumerable cantidad de personas diferentes, y existen muchas razones por las que escribimos y/o leemos. Para algunos quizás sea extraño que no todos lo hagan, sin embargo, los orígenes de la práctica siempre serán distintos.

Hay quienes son criados bajo un mundo de historias, otros no tienen manera para crear o descargar sus emociones y sueños sino es leyendo historias y contando las suyas propias. Algunos se dedican a relatar sus ideas de las maneras más novedosas mediante poemas, obras, canciones. A mí, una profesora de lenguaje me introdujo en los libros.

De pequeña vi a mi papá leyendo por aquí y por allá, me causaba curiosidad pero no tanta como para dedicar mi tiempo a eso y separarme de las pantallas y los juegos, después de todo, soy una millenial. Al llegar al colegio y comenzar a instruirme -aprender a leer y esas cosas- los libros que nos daban para leer eran increíblemente aburridos, aunque sólo recuerdo uno en el que había un verde dragón. Cambiarme de colegio no hizo diferencia en eso pues siguieron aburriéndome, no entendía por qué había personas que se sentían atraídas por esas lentas novelas.

A su vez,  comencé a escribir por la misma razón que mencioné antes, por esa necesidad de desahogarme sin tener que cargar al resto con mis opiniones. Y de pronto comencé a crear monólogos, cuentos, obras; todo para luego meterme en medio de una actividad extra programática que llevaba mi profesora de lenguaje en la que escribíamos libremente, así que saqué todo el melodrama del que mi cuerpo era capaz.

Un día entró a la sala para comenzar su clase, fue hacia mi puesto, me entregó un libro y dijo “léelo”. Sólo eso. Estaba en séptimo básico y me descubrí devorando “El cuaderno de Maya”, de Isabel Allende. A los tres días se lo devolví y hablamos sobre él. Sólo con eso me hizo amar la literatura, y más aún, logró que comenzara a buscar cosas para leer y que encontrase mis gustos y autores. Porque claro, no a todos nos gustan los mismos escritores por muy famosos que sean, o sus obras.

Por ella seguí creando ridiculeces en papel o en computador, y por ella a veces leo, como si de alguna manera se lo debiese. Jamás le di las gracias, pero reconozco que me enseñó todo lo que sé. Aunque ahora que me re-leo, esto suena como si estuviese muerta, cosa que, además, jamás sucederá mientras la recuerde.

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

2 Comentarios en EL LIBRO PRESTADO

  1. Belén su escritura fresca y profunda logra un muy buen aporte a los que intentamos, con mucho esfuerzo, hilvanar algunas ideas

  2. Cada escritor con su lector.
    Para escribir sólo hace falta querer. Los temas sobran.
    Felicitaciones , Belén.

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl