EL VIRUS SE LLEVÓ A LUIS SEPÚLVEDA
Especial para La Ventana Ciudadana. Desde Madrid, 16.4. 2020
Se fue empujado por el virus pandémico el escritor y cineasta chileno Luis Sepúlveda Calfucura. A fines de febrero se le manifestó el virus que le fue contagiado en Portugal, cuando participaba en el festival literario Correntes D’Escritas. No lo superó y en el Hospital Central de Oviedo, falleció.
Había nacido en Ovalle, en octubre de 1949. Echó anclas en el puerto asturiano de Gijón, España, tras su salida al exilio y de haber recorrido medio mundo. Inició peregrinaje en 1977, luego de haber conocido en Temuco la cruda realidad de las cárceles de Pinochet. Pasó por Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador. En este último país conoció a los indios Shuar, que le inspiraron posteriormente en sus escritos. Y se fue a Nicaragua, a combatir por la Revolución Sandinista. Lo hizo por consecuencia, porque se sentía “rojo de nacimiento”.
Recaló en otro puerto, en Hamburgo, Alemania, donde conoció a su segundo amor. Del primero, Carmen Yáñez, tuvo un hijo. Del segundo, Margarita Seven, tres. Se afilió a Greenpeace y navegó cinco años. Luego echó anclas definitivas en España.
Prolífico escritor, más de veinte novelas le encumbraron a la cima de los talentosos. Pero también descubrió el cine, ya que algunas de sus novelas fueron versionadas en el celuloide. “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar” fue llevada al cine en versión animada por un italiano. “Un viejo que leía novelas de amor”, inspirada en sus viajes exóticos, fue versionada cinematográficamente por el australiano Rolf de Herr.
Otras obras suyas fueron llevadas a cortometrajes, a documentales, a cine de autor, como es el caso de “Café” y “Cuando no tengas un lugar donde llorar”. Pero también fue guionista de éxito, como es el caso de “Nowhere”, que entusiasmó al público marsellés, el que lo premió en el 2002. “Corazón Verde”, documental galardonado en Venecia…Ah, y también tiene una participación como guionista en la película chilena “Tierra del Fuego”, de Miguel Littin.
Obtuvo muchos premios y galardones, que suman a los ya señalados. En total, creo que fueron más de veinte los premios recibidos y, si la memoria no me falla, sólo dos de ellos son chilenos. Y en Francia lo declararon Caballero de las Artes y las Letras; las universidades de Toulon, también de Francia, y la de Urbino (Italia), lo declararon Doctor Honoris Causa.
La biografía de Sepúlveda es atractiva, porque fue más bien aventurera, mezclada con consecuencia política. Quién sabe si por eso mismo, en Chile no le pusieron en el sitial que le correspondía. Entre los militares golpistas y la prensa controlada, trataron de ignorarlo. Pero su obra está ahí, ha abierto huella profunda en el mundo de la literatura y los chilenos nos debemos sentir orgullosos.
Él se sentía orgulloso de ser chileno. Y profesaba un profundo respeto a su pueblo, al cual siempre defendió. En cualquier foro, en cualquier seminario o evento cultural en el que participaba, hablaba de las luchas del pueblo chileno. Y se dedicó a escribir, a escribir con la pasión de los talentosos. Y con su pluma brillante y su vida aventurera, abrió surcos muy loables en el extranjero, especialmente en España.
Justamente, la mañana en que se conoció la noticia de su fallecimiento, todos los medios de comunicación de este país, entregaron destacadamente la noticia y la ampliaron con reportajes especiales. Ojalá en Chile, algún día, sean capaces de tamaño homenaje.
Gracias Miguel Angel.
Merecido homenaje.
Un Chileno destacado en las letras, en la moral y el orgullo digno de su vida.
Gran homenaje, a un gran hombre cuya dignidad y fama sobre pasó nuestras fronteras con largueza.
Se nos fué un grande de la literatura Chilena y mundial, sus obras fueron traducidas a muchísimos idiomas a lo largo y ancho de este mundo.
Grande su artículo Miguel Angel.