Falleció Claudio Naranjo, el psiquiatra chileno de mayor prestigio mundial

ENTREVISTA DE JORGE ABASOLO

LA MUERTE DE Claudio Naranjo  (miércoles 10 de julio.2019) no sólo significa la desaparición de uno de los más destacados pensadores chilenos, sino la de un crítico contumaz de la educación chilena y el modelo educativo mayoritario actual en el mundo.

-No es un tema chileno, es un tema mundial, de usar la educación para lavarle el cerebro a los jóvenes para que después tengamos una fuerza de trabajo obediente, que no haga muchas preguntas ni piense por sí misma, que no tenga necesidades personales,  señaló el año pasado en su última visita al país.

El psiquiatra y escritor, que estudió en la Universidad de Harvard y trabajó en el Stanford Research Institute, en los últimos años expuso su pensamiento en Chile en foros como el Congreso del Futuro, donde advertía en 2017 que «la educación transmite una mentalidad patriarcal, obediente, con una moral autoritaria-represiva», fruto de un trauma ancestral por hechos ocurridos hace miles de años.

En el 2007 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Udine, de Italia. Ese mismo año Naranjo creó su fundación, la cual fue inaugurada en la Universidad de Barcelona.

Reconocido psiquiatra chileno, referente mundial de la terapia Gestalt y la psicología transpersonal, escritor, maestro y conferenciante de renombre internacional. Es considerado pionero en su trabajo como integrador de la psicoterapia y las tradiciones espirituales. Fue uno de los primeros investigadores de la etnobotánica y las plantas psicoactivas y uno de los tres sucesores de Fritz Perls (fundador de la Terapia Gestalt) en el Instituto Esalen. Posteriormente, desarrolló la Psicología de los Eneatipos (Eneagrama), y fundó el Instituto SAT (Buscadores de la Verdad [Seekers After Truth]), una escuela de integración psicoespiritual para el autoconocimiento.

Naranjo falleció en su hogar en Berkeley, California, según informó su fundación homónima, y su muerte causó tristeza mucho más allá del mundo de la medicina.

«Mi deseo es que la muerte de Claudio Naranjo sea fértil, que desde ella algo nazca, que el triste momento de su muerte sea un abono para un nuevo florecer, que no es otro, que el florecer de una nueva educación, menos estandarizada y más personal, menos embrutecedora y más creadora, menos carcelaria y propiciando más la autonomía», expresó Jaime Retamal, académico de la U. de Santiago. «Me indigna el ‘pago de Chile’: nunca se le dio el Premio Nacional de Educación ni de Humanidades, cuando él es reconocido a nivel mundial como un gran pensador de la educación humanizadora que emancipa y que está más cerca de la imaginación creadora que de la mera reproducción», dijo. «Puso además en el centro del acto pedagógico el desarrollo de las emociones, de ese núcleo de ideas, habilidades y actitudes de vida que más bien desprecia el capitalismo neoliberal».

-¿Cuál es la relación entre la psicología y la espiritualidad?

-Ambas disciplinas se han separado artificialmente. En la Antigüedad, en tiempos del chamanismo, eran una sola cosa: el sanador era alguien al que se le podía llamar terapeuta y hombre espiritual.

En la actualidad, en un mundo en que la psicología tomó una posición más materialista, lo espiritual quedó relegado a la fantasía. Sin embargo, si se mira más allá de esa ideología limitante, se ve cómo convergen ambos aspectos. Basta ver qué proponen los dos caminos: la psicología trata de eliminar los parásitos mentales, y eso no es tan diferente de lo que ha pretendido la espiritualidad oriental.

-A su juicio, ¿cuál sería la posición del terapeuta en esa convergencia?

-Los profesionales se van dando cuenta de que así es más rico el proceso terapéutico. Es como si hubiésemos separado artificialmente algo que en realidad, es la cara y cruz de una misma moneda.

-¿En qué medida se enriquece una persona que se acerca a la espiritualidad?

-Hay mil caminos, escuelas y maestros espirituales. Mi opinión es crítica del fenómeno religioso. Originalmente, las religiones eran caminos espirituales y después, con sus dogmas, han ido perdiendo mucho de su poder original. Se transformaron en cuestiones políticas e ideológicas.

Como tantas cosas en este mundo, lo espiritual se ha infectado de un factor económico. Tanto en la terapia como en la espiritualidad hay muchos vendedores. Se ha comercializado. Por eso, no creo que uno pueda hacerse esa pregunta sin tener en cuenta hacia dónde va el educador.

-¿Por qué considera que nuestra civilización está en crisis?

-En muchos aspectos, la gente y las culturas se destruyen. Ya casi no quedan valores, la política y la economía son un engaño, y se ha perdido lo que en algún momento se llamó la grandeza de la civilización.

-¿Y cuál sería la esperanza?

-Creo que la esperanza del mundo es, justamente, que el mismo sistema colapse. Que todo lo que está en crisis termine funcionando tan mal que el mundo deba reorganizarse.

Si se está hundiendo el barco, hay que huir a los botes salvavidas, para lograr que la comunidad se regenere.

-¿Y cuál sería el cambio social que debiera entronizarse para salir de este caos?

-Es algo fundamental que no se puede resolver exteriormente con ciertas medidas. Solo el cambio interior de la gente puede producirlo. No digo que haya sido muy grande hasta ahora, pero el cambio de la conciencia es la esperanza del mundo.

-Por consiguiente, ¿se trataría de un cambio masivo o individual?

-En el pasado,  el cambio del individuo era lujo de unos pocos. La iluminación y la llegada a la completitud eran una cosa personal. Pero el mundo de hoy requiere de una iluminación masiva.

PATRIARCADO Y RAZON

-Usted ha planteado la idea de los tres cerebros (razón, emoción, instinto). ¿Podría explicarnos cómo la preponderancia de uno sobre otro ha sido negativa?

-Efectivamente, me parece que estamos viviendo desde hace mucho tiempo en una era en que predomina la razón sobre la emoción y sobre el instinto.

Todo el mundo civilizado ha sido controlado a través de la razón, y así como hoy en día se nos educa para que pensemos de una manera determinada –no sólo a través de la escolarización sino que a través de la televisión- también en el Medioevo, cuando dominaba la Iglesia.

-Ese tema es bastante polémico. ¿Considera que la visión patriarcal ha sido una constante?

-No todos los académicos están de acuerdo, pero antes del mundo racional, masculino, competitivo y violento, hubo una época matrística en que predominaron no las mujeres, pero sí el espíritu materno, que es un espíritu solidario, tribal o comunitario, de cooperación.

DE SU LIBRO

-¿En qué se percibe que haya una revolución de la conciencia, como señala en su libro La Revolución de la conciencia?

-Por ejemplo, en Europa se ha tomado conciencia de que la política es un juego de poder y que es, en parte, responsable de que el mundo no cambie.

Ese sentimiento de obsolescencia de grandes instituciones como la economía y la política, es un reflejo de que hay más conciencia y comprensión acerca de las disfuncionalidades de la sociedad.

-Específicamente, ¿qué factores habría que cambiar o reemplazar en el mundo actual, en esta sociedad donde se percibe tanto desaliento?

-La educación es la más obsoleta de nuestras instituciones, porque no enseña a las personas a ser mejores, sino a producir más. Algún día, la comunidad se dará cuenta y tomará la educación en sus manos, porque los padres no querrán mandar a sus hijos a colegios donde se los haga perder toda su infancia y su juventud aprendiendo solo a pasar exámenes para poder ingresar en el mercado de trabajo.

Lo que hace el mundo con la educación no es educar, sino lavarles el cerebro a los jóvenes.

-Por consiguiente, y desde su perspectiva, cómo debiera ser la educación?

-Tendría que ser para la virtud, en el sentido que decía los antiguos.

Esparta fue fundada con la idea de que la función de la política era educar. Gobernar es educar. Esto quiere decir que no puede existir una sociedad feliz si no hay personas felices. No puede haber una sociedad armoniosa si la gente no está en armonía consigo misma.

Si realmente quisiéramos arreglarles la conciencia a las personas, no habría mejor manera que la educación.

EN EL MUNDO DE LA GESTALT

-¿Qué beneficios nos brinda la Gestalt, de la cuál usted es un epígono?

-La Gestalt tiene muchas ventajas, como el fomento de la espontaneidad, la libertad y el trabajo con la dramatización. Va mucho más allá del mero análisis. Fue una gran terapia que cambió muchas cosas, gracias a su creador, Fritz Perls.  Sin embargo, hoy se ha teorizado y ha perdido gran parte de su espíritu revolucionario.