
GOBIERNOS CORPORATIVOS, UNA NECESIDAD REAL
Uno de los temas más actuales dentro del ámbito de la empresa en vinculación con la responsabilidad social empresarial o bien como se estipula actualmente con la responsabilidad social al ampliar el término con sus funciones, aplicaciones y prácticas es la noción de Gobiernos Corporativos los que han tenido un auge durante el último tiempo por sus roles tanto al interior como fuera de las empresas, debido a que se han tornado en un punto clave para que la RSE o Responsabilidad social de las empresas o corporaciones sea bien utilizada en función de determinados parámetros en directa relación con los trabajadores, empleados, proveedores y ciudadanía dados sus efectos y consecuencias en la realidad social contemporánea; si bien este tópico de los gobiernos corporativos no es nuevo al ser abordado desde variadas ópticas lo esencial es que se conozca bien lo que es un gobierno de este tipo, como nace junto con saber sus funciones, la noción de gobierno corporativo la abordaremos desde el área de la democracia industrial la que no es otra cuestión que la aplicación de la teoría-/práctica democrática al ámbito empresarial o industrial, ya en el siglo XIX Marx nos hablaba que los derechos de participación política que ostentaban los ciudadanos desaparecían al ingresar a su lugar de trabajo, lo que desato una sin número de conflictos entre trabajadores e industriales por sus condiciones laborales y de participación al interior de las empresas. Por tal motivo Marx sugería que la democracia industrial tenía que incorporar o bien introducir los derechos democráticos a las empresas para un mejor funcionamiento, transparencia y reputación.
Dado lo anterior varios gobiernos corporativos han tomado esta idea con el fin de que sus componentes que son los trabajadores de distinto tipo se incorporen activamente a las empresas, donde a autogestión de los trabajadores es vital para que ellos puedan elegir a los directores de la empresa además de tener voz en la política de personal, donde haya que respetar y exigir determinados normas para que esto sea efectivo, por ejemplo empresas que tengan más de cien empleados ellos deben estar representados en los cuadros directivos para un mejor funcionamiento de esta, es lo que se conoce como “trabajadores- directivos” donde se comprueba que las organizaciones en la que son incorporados los empleados ejerciendo su influencia positiva en la toma de decisiones se genera una moral elevada con una buena productividad, esto debido a que participan activamente junto con tener una serie de poderes o facultades que por lo general no les eran dados y que estaban reservados para la directores de la empresa, sin embargo no todo es positivo dado que hay muchos aspectos que hay que mejorar por diversos motivos para que esto sea una práctica habitual como también de calidad.
Por otra parte se producen una serie de resistencias con respecto si la democracia industrial o empresarial para el buen funcionamiento de los gobiernos corporativos es adecuada, porque hay cuestionamientos desde los propios directivos como también de los sindicatos, lo que se debe esencialmente por el ejercicio de esta, por el poder, por las decisiones y por una serie de conflictos que van creando una mala apreciación en torno a esta; mucho de los directorios son muy reacios a aceptar que los empleados compartan con ellos los poderes de decisión reservados desde siempre para ellos, por su lado los sindicatos no aprecian mucho una participación intra empresa al pensar que la democracia industrial, empresarial o corporativa erosiona sus derechos de negociación colectiva, de huelga, de libertad y de reunión sindical al considerar que les perjudica más que ayudarlos en sus labores; en ambos casos todo depende de las apreciaciones así como también de las personas que impulsan la democracia empresarial para construir un buen gobierno corporativo, que les permita un buen desarrollo al abracar una serie de aspectos y de prácticas que para algunos no son muy habituales en las empresas, mientras que para otros son incentivos de una modificación real como positiva en estas impulsando cambios reales para lograr gobiernos corporativos de calidad en base a la ética, calidad, transparencia y participación activa de todos los involucrados en las empresas.
Este es un tema muy interesante, y su autor lo ha presentado en forma muy clara. La otra cara de la medalla sobre la necesidad de un serio gobierno corporativo que realmente respete a la clase trabajadora, es algo que en la actualidad, será muy difícil de conseguir, debido a la mentalidad capitalista de las empresas, las corporaciones privadas, y los beneficios económicos envueltos de sus productos en el mercado, tanto local, nacional e internacional. Hoy, el dinero es el que habla, y eso es precísamente lo que un gobierno corporativo tiene en mente. Los sueldos, los salarios, y los beneficios de sus trabajadores no son la prioridad de hoy en las corporaciones actuales, sino las ganancias empresariales.