Integración Social y Suelo Urbano: Gol Estatal

En las últimas semanas transcurridas el gobierno nos ha dado curiosas señales en relación a las políticas de vivienda. A partir de las últimas polémicas por la inclusión de los estratos de vivienda social relacionadas con la localización de estos conjuntos planificados en los sectores urbanos donde, por el sistema neoliberal, simplemente estos no tienen cabida. No por prejuicios, o clasismo, si de verdad nadie así lo piensa, sino simplemente por el costo del suelo urbano en los sectores urbanamente mejor calificados. Entonces, el Gobierno y sus estamentos directos o afines (ministerio y municipios) recurren a los suelos de propiedad fiscal (estatal) para lograr la inclusión de los estratos vulnerables. Eso es lo que sucede cuando el Ministro de Vivienda y Urbanismo decide recuperar los terrenos fiscales de un club de tenis del barrio alto para emplazar edificios “inclusivos”.

Sucede con el alcalde Lavín, en Las Condes, donde se emplazarán edificios inclusivos en un gran terreno municipal. Lo mismo se plantea por parte del Gobierno (el Estado) en los terrenos privilegiados del ex Aeropuerto de Los Cerrillos en Santiago/Maipú, donde el Presidente Lagos en su momento, diseñó un gran conjunto urbano que aun no ha despegado con el apoyo neoliberal tan esperado. Y ahora nos anuncian un plan de viviendas en el nivel nacional, con proyectos inclusivos en las ciudades provincianas (o territoriales como yo prefiero decir). Seguro que será en terrenos bien ubicados, y también fiscales.

Y bueno, todo parece ir como ‘miel sobre hojuelas.’ Pero hay un elemento contradictorio al asumir el Estado un rol que, según el sistema (o modelo) imperante, debiera asumir por completo el sector privado, es decir invertir en suelos centrales, muy caros y hacer viviendas sociales, adicionalmente con densidades razonables (nada que ver con las que planean aquí en Concepción las inmobiliarias santiaguinas). Eso lo está asumiendo el Estado, es decir nos está dando la razón a los que por años y años post dictadura hemos estado diciendo que la clave para el verdadero desarrollo y la integración es el suelo, la propiedad del suelo, el control económico del suelo urbano. Y que el rol del Estado, en vivienda y urbanismo, debe ser mayor que la subsidiariedad casi absoluta que pretende el modelo imperante.

Por otra parte el Presidente Piñera, después de varios impasses de su agenda gubernamental en la semana recién pasada, en uno de sus eventos lanzó una diatriba tremenda contra las ideas de izquierda que pretenden el refuerzo del Estado. ¿Cómo se entiende? ¿Pérdida del relato, pérdida de su agenda económica a ultranza?

Todo lo anterior me parece políticamente contradictorio, por decir lo menos, pero por fin sí sería favorable a la integración, con elegantes fórmulas de intermediación con los privados, pero con más que importantes y privilegiados recursos del Estado, o sea bienes fiscales, públicos, de todos los chilenos: gol de los vilipendiadas ideas estatistas.