
La Tragedia del Levante Español
«Tenemos unos modelos y unas infraestructuras para un clima que ya no existe. Tenemos unos protocolos de gestión de conflictos y de coordinación de efectivos para un contexto que tampoco existe ya.» Juan Bordera, Antonio Turiel y Fernando Valladares |
“Los que han querido mirar hacia otro lado cuando hablamos de los efectos que provoca y va a provocar el cambio climático, ahora están viendo el triste rostro de la realidad. Demasiado tarde para demasiada gente.” Juan Bordera |
«Nuestra ‘civilización’ ha forzado un aumento de la radiación retenida por el planeta y, al igual que en el principio de la inter glaciación, es el mar Mediterráneo uno de los lugares que más rápido está reaccionando.» Javier Echeverría |
El Mediterráneo al rojo, es el resultado del atrapamiento de la radiación solar por el efecto invernadero provocado por la emisión de ‘gases de efecto invernadero’ (GEF), principalmente dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), por la combustión de carbón y derivados del petróleo, el primero, y por emanaciones naturales desde el permafrost y otros acumuladores por acciones antropológicas.
Este mar cerrado y casi ocluido en el Estrecho de Gibraltar es el que ha experimentado mayor aumento de temperatura de todos los mares y océanos del planeta. Este aumento por sobre lo normal es el que está provocando mayor evaporación de agua. La gran masa de agua que, como consecuencia de ello se incorpora a la atmósfera, al ascender por su baja densidad y encontrarse con corrientes de aire frío provenientes del Ártico, condensa y precipita bruscamente en grandes cantidades de cientos de litros por metro cuadrado. Este fenómeno que todos hemos visto en los vídeos profusamente difundidos en las redes, está pasando a ser “la normalidad”, sin visos de poder revertir la tendencia.
Los científicos de todo el mundo lo venían advirtiendo desde hace más de 30 años, sin embargo, los políticos en general y los gobiernos de los países no actúan acatando sus advertencias y recomendaciones [1], y siguen actuando atolondradamente intentando mantener el statu quo como si aún viviéramos en un mundo que ya no existe.
La tragedia que está sufriendo el Levante español y las regiones aledañas hacia el interior no tiene parangón. Muchas pérdidas de vidas –que aún no terminan de contabilizarse—y mucho sufrimiento, a lo que hay que sumar grandes pérdidas materiales en edificios e infraestructuras las que no se podrán reponer. Las ciudades tendrán que rediseñarse y dispersarse para evitar futuras tragedias.

Para graficar las consecuencias de la DANA o “gota fría”, como se denomina el fenómeno, en la imagen de la izquierda del 8 de octubre se ve la laguna albufera valenciana en su condición de sequía y en la de la derecha el mismo territorio luego de la inundación por el diluvio.
En el medio español Contexto y Acción (CTXT), edición 23.08.2024, leemos en el artículo de Juan Bordera y Antonio Turiel ‘El Mediterráneo al rojo’: “No queda ya tiempo para dudar, pero aún hay tiempo para ponerle freno. Hay que reducir drástica y rápidamente las emisiones de CO2 y eso implica algo más que las típicas medidas cosméticas o desviar la atención con las instalaciones renovables que, aunque útiles, no valen por sí mismas para reducir emisiones si no van acompañadas de un verdadero plan de decrecimiento”. [2]
Valga esta breve reseña de la tragedia levantina, para que nuestras autoridades de gobierno y los partidos políticos examinen a fondo todo esto y no continúen enfrascados en inútiles dimes y diretes cansadores y desgastadores para guardar energía y emplearla en el rediseño urgente e ineludible de un nuevo modelo de desarrollo,… y sin crecimiento, porque el actual ya no sirve para nada más que entorpecer el ingreso al camino de un verdadero de desarrollo del país para el bien del pueblo y con el pueblo.

Referencias:
[1] https://x.com/i/status/1852656406131838992
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