
ORÍGENES DEL NEOLIBERALISMO (III)
LA EVOLUCION DE LA ECONOMÍA [1]
Ningún problema económico tiene una solución puramente económica
(John Stuart Mill)
NOTA EDITORIAL: Este trabajo es de autoría del sociólogo José Víctor Núñez Urrea, doctorado en la Universidad de Lovaina, Bélgica, y en la École Superieure Robert de Sorbon, Paris; y de Mario Cerda Allende, Ingeniero Civil Mecánico de la Universidad de Concepción, Chile, consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) y de ILADES. La primera parte fue publicada en la edición de La Ventana Ciudadana correspondiente al 15 de marzo [Ver aquí] y la segunda parte, el 22 de marzo de 2021. [Ver aquí]. El texto reproducido a continuación constituye la parte final del documento.
SEGUNDA PARTE: ¿LO PRE – VISTO, SERÁ VISTO?
10. La Economía Colaborativa
Hoy vemos cómo surgen nuevos modelos económicos protagonizados por las personas, y con un mismo hilo conductor: Fin al monopolio de los expertos en la Economía con mayúsculas, papel relevante de las comunidades y foco en el bienestar humano y el desarrollo sostenible. Esto, sustentado por las posibilidades de contacto, intercambio y colaboración que brindan las nuevas tecnologías. Así, vemos cómo florecen movimientos y modelos como la economía circular, la economía colaborativa, la economía del bien común, las empresas, la financiación colectiva y sus variantes, o las iniciativas ciudadanas de transición hacia una economía baja en carbono, que adquieren cada día más adeptos.
Aparentemente hay algo que tienen en común las propuestas innovadoras es que otorgan más poder a los consumidores. Ofrecen estructuras que permiten a los particulares hacer transacciones con otros de forma más directa y, de alguna manera, democratiza la manera en la que los servicios y productos son financiados a través de redes de intercambio descentralizadas. ‘La tecnología digital ha abierto nuevas posibilidades para que las personas puedan producir y consumir de forma colaborativa, y ha cubierto necesidades al compartir recursos que estaban ociosos’’” [2]..
El impacto en la vida de las personas de los modelos económicos, es cada vez más sólido debido a las redes de ciudades en transición que, al movilizar a los vecinos, reducen la dependencia de las macro entidades de la sociedad y fortalecen la iniciativa ciudadana. Un movimiento que se basa en pequeños-grandes triunfos colectivos, como la creación de una red de espacios para el encuentro social y la reparación colectiva de bienes averiados. “Inspira ver que ya hay gente que está viviendo tal como necesitaríamos acordar hacerlo”, explica Rob Hopkins cofundador de la COP 21.
Se calcula que la economía del compartir mueve más de 3.000 millones de dólares al año y solo en 2014 creció un 25%, según la revista Forbes. La llamada economía colaborativa pone el foco en la utilidad y no tanto en la propiedad de los bienes materiales. Más de 1.200 empresas en todo el mundo ya son empresas BCorp[3], que, a través de los negocios, buscan responder a los desafíos sociales y medio ambientales. Pero es algo más que estas cifras lo que sugiere que estamos ante un cambio transcendente en nuestra forma de entender la economía y de vivir. Esta vez, la renovación del sistema viene de la base, incluso en el sector financiero. Para financiar el cambio, hay que cambiar a su vez las finanzas y asumir que el dinero, como la economía, solo tiene sentido cuando pone en contacto a las personas.
Las propuestas innovadoras en lo económico y lo social, que surgen al albor de una mayor conciencia ciudadana y de las facilidades que trae la tecnología, van en consonancia con la forma de vida de los llamados millennials, los jóvenes nacidos a partir de las décadas de los 80 y 90. Jóvenes a los que se les atribuyen criterios de consumo responsable, preferencia por compartir en lugar de poseer y una cultura del trabajo emprendedora y en sintonía con sus valores éticos.
“Ellos liderarán el futuro, pero el cambio debe empezar desde el presente. Reconocer que la economía está en nuestras manos y actuar en consecuencia. No obstante, para que este modelo de sostenibilidad sea eficaz, es preciso contar también con el apoyo de las institucione y empresas, grandes y pequeñas comprometidas en dar un impulso definitivo a una nueva economía más humana y ecológica” [4].
11. Hipótesis Evolutivas
No son pocos los analistas que tratan de aventurar hipótesis sobre la evolución pasada y futura de la economía, (los economistas explicando con precisión lo sucedido y los sociólogos y filósofos tratando de adivinar futuros) Por ejemplo, el empresario y consultor Fernando Flores, con ocasión de 50th Anniversary Conference of the Association for Computing Machinery, celebrada en Costa Rica el 4 de marzo 1997, presentó el siguiente esquema sobre las etapas evolutivas de los modelos de negocio:

Como se ve, F. Flores colocó la “Conveniencia” como el tema central de los negocios durante las dos primeras décadas de este siglo, lo cual, evidentemente, es coincidente con la tendencia predominante del desarrollo empresarial bajo el modelo capitalista neoliberal, que enfatiza el alineamiento operacional (Estrategia > Estructura) y, por lo tanto, utiliza fundamentalmente la lógica instrumental. El esquema de Flores llaga hasta el 2020 y deja abierta la incógnita sobre lo que viene hacia adelante, aunque es muy posible que ya haya reflexionado sobre lo que podría ofrecer el futuro.
Para hacernos cargo de la pregunto sobre lo que podría venir, es necesario revisar lo pasado, pero esta vez desde una mirada de los modelos involucrados en esa historia, pero retrocediendo no más allá de la medianía del Siglo XIX. Es sabido que en la economía intervienen entidades de naturaleza pública (Estado, Gobierno, Parlamento, Organismos Públicos, etc.) y privada (Empresas, Fundaciones, Corporaciones, etc.). Para efectos de simplicidad de este trabajo, englobaremos a unas y otras bajo el concepto genérico de Organización,
12. Modelando los Modelos
Partiremos, entonces, con lo que se denomina el Modelo Industrial o de la Industria, cuyos rasgos principales pueden resumirse de la siguiente manera:
a) El modelo recibe ese nombre porque la entidad clave o determinante del modelo es precisamente la industria y, por consiguiente, son la calidad y cantidad de sus productos la fuente de evaluación de su desempeño
b) Los resultados dependen de la estructura y de los procedimientos que la operan, es decir de cómo funcionan sus procesos, actividades y se utilizan los recursos.
c) El indicador crítico de su productividad es la eficiencia que relaciona las actividades con los recursos utilizados para su ejecución [actividad / recursos]
d) Como soporte administrativo básico utiliza los informes, que consiste en datos “crudos”, o sea, sin ordenamientos o categorización funcional
e) La preocupación cultural social central es lo que se llamó “la cuestión social”
f) Este modelo operó prácticamente durante un siglo (1850 a 1950)
A mediados del siglo XX emergió otro modelo, en reemplazo del Industrial, a partir del desarrollo de las fuerzas productivas, de la ampliación del comercio local e internacional y del incremento de las “clases medias urbanas”, todo lo cual puso al Mercado en el corazón de la actividad económica. Por lo mismo, este nuevo modelo se conoce como el Modelo Mercantil o del Mercado, cuyos rasgos principales pueden resumirse de la siguiente manera:
a) Son sus logros de venta y/o consumo de productos y/o de servicios la fuente principal de evaluación de su desempeño
b) Sus resultados dependen de las estrategias de mercadeo y difusión, es decir, de cómo se cumplan sus objetivos, políticas y planes, tendientes a influir en el mercado o en la comunidad y de atraer a los eventuales clientes o seguidores
c) El indicador crítico de su productividad es la eficacia con la que se articulan las estructuras en función del cumplimiento de la estrategia. [Estrategia / Estructura]
d) Como soporte administrativo básico utiliza la Información, que consiste en datos estructurados según criterios funcionales a la estrategia-
e) La preocupación cultural social central la constituye las necesidades de la población.
f) Este modelo fue el dominante por medio siglo, desde mediados del siglo XX hasta los inicios del siglo XXI
Este modelo y el Industrial apuntan a asegurar la Adaptabilidad de la organización a su entorno relevante
La implantación y despliegue, hacia fines del siglo XX, del Neoliberalismo en las economías del mundo occidental, provocó la introducción casi violenta de un tercer modelo, derivado de la centralidad hegemónica que ocupó el sector financiero en las economías de esta parte del planeta, de manera que el presente siglo nace bajo la omnipresencia de Modelo Financiero o Bancario, cuyos rasgos principales pueden resumirse de la siguiente manera
a) El modelo recibe ese nombre porque las entidades claves o determinantes del modelo son los Bancos y las Bolsas de Valores y, por consiguiente, son sus ganancias financieras la fuente de evaluación de su desempeño
b) Sus resultados dependen de su Visión, es decir, de la pertinencia y calidad de los sueños, propósitos y principios que inspiran su forma de proceder, pero hay que decir que estos son aspectos muy delicados porque inducen una exigencia de coherencia con los anhelos del entorno y con la propia cultura organizacional.
c) El indicador crítico de su productividad es la Efectividad con la que la Estrategia logra realizar los sueños, propósitos, y principios s de la visión. [Visión / Estrategia]
d) Como soporte administrativo básico utiliza los Controles y los Balances, que consisten en información interpretada desde el punto de vista de los resultados esperados.
e) Las preocupaciones culturales y sociales centrales de este modelo son la Conveniencia, como cuestión general y la Competitividad como tema empresarial
f) Es el modelo vigente en la actualidad
La noción de Conveniencia tiende evidentemente a ser asociada con la idea de “intereses”, que, aunque tiene una acepción muy precisa en el mundo del dinero, en un sentido más amplio puede ser referida a una multiplicidad de intereses sociales lo cual implica una dificultad mayor para integrar un Sentido a la convivencia humana. Por lo mismo, la conveniencia puede dar origen a diversos tipos de contradicciones en el ámbito cultural, que es, precisamente, una de las fuentes principales de los conflictos y de la Paz. En este territorio – como en el de la preservación de la vida y del planeta – la intervención de la Consciencia Humana es imprescindible, por tres razones principales.
- La sociedad necesita con urgencia, recuperar el cuasi desaparecido sentido ético en sus acciones y sus relaciones;
- A diferencia de los modelos anteriores que operaban – y operan – centrados en la Adaptabilidad, en éste está en juego la Identidad;
- La defensa del Patrimonio Humano ante las supuestas[5] amenazas de las nuevas tecnologías como inteligencia artificial, el loT y la Analítica Avanzada
Por eso, nos parece que, en el modelo económico y socio cultural que reemplace al Modelo Financiero, la preocupación por aquello que conviene, será desplazada por una preocupación por todo aquello que la consciencia social o personal determinen que aporta o colabora al Bienestar (Felicidad) de la colectividad. Un intento gráfico que resume algunas de estas ideas podría ser el siguiente:

[1] Resumen del Capítulo III del libro “El Sentido de la Gestión Formante” actualmente en revisión editorial, de Mario Cerda Allende & José Víctor Núñez
[2] Sonia Felipe Larios, “Nuevos modelos económicos para un futuro sostenible”. El País. 17 dic. 2015.
[3] Las empresas colaborativas suelen ser organizaciones horizontales, comunidades globales en las que todos los agentes están invitados a interactuar, participar y contribuir al desarrollo de la empresa de manera proactiva y creativa.
[4] Adriana Gutiérrez Ramírez, “Economía colaborativa ¡Ahora sí!”, La República, 27 febrero 2021
[5] Decimos “supuestas” porque dependiendo de lo que haga podrían ser oportunidades. Ver las columnas de Daniel Cabrera y Fernando Salz en La Tercera del 27 febrero 2021
Déjanos tu comentario: