Para La Reserva Federal De Los EE.UU., Esta Escena Será Un Desastre Financiero (I)

PREVENCION: Lo que ustedes van a leer en esta oportunidad, no tiene ninguna relación con Rusia, ni con la elección presidencial norteamericana del 2016, o con la última persona despedida de la Casa Blanca a raíz de una tormenta de tweeters.  Se trata de la historia tan callada, pero con trillones de dólares en juego y en una economía destinada a  expropiar a cualquiera, escondiendo los hechos de la  vista de todos.

Mientras hemos estado bombardeados con una letanía de escándalos desde la Oficina Oval en la Casa Blanca y desde  la familia Trump, existe una institución crucial en la ciudad de Washington, a la que muy pocos medios de comunicación le han puesto atención, razón por la que quiero  presentársela a ustedes a través de La Ventana Ciudadana, aun cuando Donald John Trump en forma muy callada la ha hecho como algo propio de él.  Más obscura que las cámaras de la Corte Suprema, es un lugar donde él ya ha hecho cambios substanciales.  Estoy hablando de la RESERVA FEDERAL.

Debemos comprender que en los EE.UU. absolutamente todo lo que lleve el nombre FEDERAL, pertenece al gobierno de este país.  Pero en realidad existe una excepción la RESERVA FEDERAL no lo es.  Es una institución totalmente PRIVADA, y le han puesto ese nombre,  no ahora, para que la ciudadanía piense que se trata de  una rama gubernamental y no  dude de ella.

Tal como el Banco Central de los EE.UU., la Reserva Federal es la que fija el tono financiero para la economía global a través de la manipulación de los niveles de intereses que se deben pagar.  Esto  causa  impacto en  todo el mundo, pero son muy pocos los que se quejan sobre esta índole y su influencia.

Durante el período de tiempo de una relativa calma económica, la Reserva Federal es regularmente olvidada.  Pero lo que la historia nos demuestra, es que teniendo líderes que son primordialmente negligentes con los delitos cometidos por las empresas de Wall Street, muchas veces prepara la escena para que se acerque un peligro económico.  Esa es la razón del por qué la nominación de quienes   forman parte de la Reserva Federal es tan crucial.

Hemos entrado en un momento que marcará nuestro futuro:  Ningún presidente, desde la administración del presidente Woodrow Wilson, entre los  años 1913 y 1921, cuando fue establecida por primera vez la Reserva Federal, ha sido nombrado tantos miembros de la Junta Directiva de la Reserva Federal, como lo ha hecho Donald John Trump.  Sus huellas digitales estarán, en otras palabras, no solamente en las decisiones de la Corte Suprema, sino que, también en forma significativa en las leyes que haga en los años venideros la Reserva Federal, a pesar de que, como sucede en esa corte, ocupa una posición obligada de una independencia política.

Los últimos dos nominados por Trump a la Junta de Gobernadores de esa institución es un ejemplo de esto.  Uno de estos es Richard Clarida, que fue un oficial en el Departamento de Tesorería en los días de George W. Bush, y después fue un consejero estratégico para el goliat de las inversiones Mr. Pimco; luego se inclinó hacia Michelle Bowman, una comisionada bancaria del Estado de Kansas, para representar la comunidad bancaria en la misma Junta de Gobernadores.

Como muchas otras entidades en la ciudad de Washington, la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal ha estado operando con menos personal que el que se necesita.  Si Richard Clarida es aprobado, él trabajará con el otro nominado por Trump como presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y con el nuevo director del Banco Reserva Federal de Nueva York, John C. Williams, esta institución neoyorkina generalmente permanece en las mentes que cantan con Wall Street, como parte del trío más poderoso hacia esa institución.

John C. Williams, cuando trabajaba en la Reserva Federal de la ciudad de San Francisco, en el Estado de California, tenía bajo su supervisión, el tercer banco más grande, Wells Fargo, que creó cerca de 3 millones y medio de cuentas falsas, le otorgó a sus ejecutivos aumentos salariales increíbles, y posteriormente fue penalizado con mil Millones de dólares, ($1 billón de dólares en los EE.UU.), por engañar a sus clientes a nivel nacional con falsos contratos de seguros en sus vehículos y con las hipotecas de sus propiedades.

No es ninguna sorpresa que Wall Street haya abrazado los nominados por Trump en la Reserva Federal, porque sus miembros están totalmente dispuestos a eliminar las restricciones en las instituciones financieras.  Inicialmente, los mercados financieros reflejan una gran preocupación de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, puede transformarse en un halcón en el  cargo de los intereses a cobrarse, significando que los aumentará demasiado rápido, aunque él ha probado ser lo contrario.

Mientras Donald John Trump revuelve las cartas del naipe a su favor, contando con un impacto económico que se sentirá por muchos años más y que podría dejar devastado al mundo.  Con toda seguridad, si la Reserva Federal le ayuda a Trump a mantener el mercado de las acciones e inversiones en forma flotante mientras tanto, permitiéndole al dinero mantenerse barato para la especulación de Wall Street, y el dólar quede competitivo en la guerra mercantil, así será.

Continuaré con este serio tema económico en la próxima semana, espero que sigan informándose sobre esta seria realidad estadounidense, presentada aquí en La Ventana Ciudadana.