
PATRICIO MANNS, CANTAUTOR DE MI MUNDO
Me cuesta asimilar su muerte, leo y veo lo que de él se ha escrito, como miles de chilenos han hecho un alto en sus quehaceres para evocar al poeta, al escritor, al cantautor, al político consecuente, al exiliado, al fecundo compositor, al novelista, al memorioso, al chileno internacional comprometido con la justicia social, al que nunca le gustó quedar en la buena con Dios y el demonio, al amigable y lúcido bebedor de estrellas trasnochadas. En fin, a Iván Patricio Eugenio Manns de Folliot.
Chile entero le recordará siempre por su inolvidable tema Arriba en la Cordillera, lugar que él visitara hace algunos años por una gestión del municipio pinteño y con mucha emoción cantó ese y otros temas de su fecunda producción. Años después fue un invitado estelar a Chillán Poesía, en donde nos brindó un recital de su poemario Los Dolores del Miembro Fantasma.
Patricio tuvo la suerte de vivir plenamente los ultimos cincuenta años del siglo pasado, siendo desde joven, un importante protagonista de ese tiempo tan discutido en el nuestro y el cual con porfía, se niega a ser historia. Ya en 1956 había escrito Bandido y poco después Arriba en la Cordillera, ambas composiciones ambientadas en los quehaceres de los cuatreros cordilleranos, en donde resalta eso de “la maldición del arriero” es decir, heredar la manía del robo de animales o abigeato. Ambos temas son muy tristes. El primero cuenta la historia de un delincuente que debe huir tras un crimen cometido por lo que “lleva la muerte en ancas” y solo recuerda a un amor lejano que tal vez lo evoque, tal como el lo hace: “con toda el alma la lloraré”.
El segundo, verdadero himno nacional popular, se anida en el alma de muchos, al reconocer los ancestros campesinos de tantos y tantas que evocan un pasado poco feliz de muerte y vergüenza por ser ladrón, en contraste con la honrada vida actual, porque ahora “no nos vio pasar ni el viento”. Es como nuestra llamada de la selva.
La política fue otra de sus pasiones, marxista por convicción, adhiere al gobierno del Presidente Allende y debe salir al exilio, con el dolor del asesinato de muchos de sus amigos, como Víctor Jara o Marta Ugarte, la que Vino del Mar. Es en esta situación que radicaliza sus convicciones y escribe sentidas composiciones a ese Chile amado y lejano como: Cuando me Acuerdo de mi País, Llegó Volando, El Equipaje del Destierro o Vuelvo, cuando por fin puede regresar “a encontrar la patria pura, al pie del último beso”.
Como literato cultivó poesía, novela, teatro y ensayo, por lo que obtuvo premios en Paris, Santiago, Valparaíso o su natal Nacimiento, al que dedicó su canción El Andariego. Ubicable en el grupo de la Nueva Canción Chilena de los años sesenta junto a Violeta Parra, Rolando Alarcón, Vícto Jara, Ángel e Isabel Parra, hace importantes temporadas con el grupo Inti Illimani, como la famosa gira nacional Inti Illimanns.
Valoramos el importante legado que deja este apreciado cantautor y escritor nacional, ejemplo de creatividad variada y de gran calidad, sus profundas convicciones sociales y políticas que le acarrearon altibajos en toda su vida, pero que nunca transó y por ello, podemos hablar de una persona consecuente y honesta en su quehacer. Siempre sus temas serán reinterpretados, sus libros leídos y sus poemas, musicalizados. Esa es su memoria viva.
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