Pensamientos de Stendhal
Marie-Henry Beyle, destacado escritor francés, nació en Grenoble el 23 de enero de 1793 y falleció en París el 23 de marzo de 1842. Perteneciente a una familia burguesa, quedó huérfano de madre a los siete años. Con el seudónimo de Stendhal, se constituyó en representante del realismo, evolucionando luego al romanticismo. Entre sus obras destacan “Armancia”, “Rojo y Negro”, “La cartuja de Parma” y “Lucien Leuwen”.
“Con las pasiones uno no se aburre jamás. Sin ellas, se idiotiza”.
“El amor es una bellísima flor pero hay que tener el coraje de ira a recogerla al borde del precipicio”.
“Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin una estrella que nos oriente”.
“La diferencia engendra odio”.
“Hay que ser muy desconfiado; la mayoría de los hombres lo merece. Sin embargo, hay que evitar que tal desconfianza sea descubierta”.
“No hay cosa más aborrecible a los hombres mediocres que la superioridad del ingenio, fuente de todos los odios”.
“Las mujeres demasiado bellas sorprenden menos al segundo día”.
“Dinero compartido aumenta el amor. Dinero regalado, lo mata”.
“La palabra ha sido concedida al hombre para que este disfrace con ella su pensamiento”.
“El amor es como la fiebre: nace y se extingue sin que la voluntad tome en ello la menor parte”.
“Al final de la visita, siempre se acaba por tratar al amante mejor de lo que se quisiera”.
“Amé y amo aún las matemáticas por ellas mismas porque no encierran ni hipocresía ni vaguedad”.
“Hay que tener un marido prosaico y un amante romántico”.
“Las religiones son fundadas en el miedo de muchos y en la vivacidad de pocos”.
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