«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

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RECUERDOS DE UN FUTURO RURAL

Agustín Infante Lira

Ingeniero Agrónomo. Magíster en Desarrollo Rural.  Doctor en Agroecología. Director Regional del Centro de Educación y Tecnología.

Región del Biobío, Marzo 2036

Agustín Infante Lira Ingeniero Agrónomo Magister en Desarrollo Rural. Doctor en Agroecología Director Regional del Centro de Educación y Tecnología.

Que grato resulta escribir este artículo. Hoy nuestro país es más sustentable y la vida del planeta renace. Las cosas han cambiado, desde principios de este siglo se vienen implementando diferentes medidas de carácter medioambiental, en los diferentes ámbitos, aunque parezca increíble estamos viviendo el paradigma agroecologico. En los años del Bicentenario aun prevalecían manejos inadecuados, incomprensión de la naturaleza y un fuerte sesgo hacia la máxima rentabilidad.

Por décadas los agricultores y técnicos erosionaron, quemaron y contaminaron con pesticidas buscando mayores cosechas y más ganancias. No fue fácil para la comunidad agrícola entender que si se continuaba haciendo cada vez más artificial la agricultura, la naturaleza respondería con plagas, menores cosechas y más incertidumbre. El monocultivo de trigo que destruyó la cordillera de la costa, el salmón de los lagos del sur, la sardina y el jurel de nuestro mar y los pinos que sustituyeron el bosque nativo, fueron ejemplos y especies que nos permitieron entender que la naturaleza no permite una explotación única, masiva y descuidada. El ciclo fue tan claro: explotación, tecnología para más productividad, mayor producción, más explotación, desajustes ecológicos, aparición de plagas y enfermedades, degradación del ecosistema, quiebras empresariales, desempleo y pobreza.  A golpes la naturaleza nos ha enseñado.

Este tipo de acontecimientos mundiales y nacionales nos han hecho reflexionar y al fin cambiar de rumbo. El concepto de sustentabilidad se fue incorporando y la agroecologia nos ayudo a entender los procesos ecologicos y a formular prácticas concretas. Aun recuerdo que se hablaba de que Chile sería una potencia agroalimentaria, estimulando grandes volúmenes de exportación; finalmente fue evidente que nuestro pequeño territorio agrícola era ideal para producir poco pero bueno y en forma ecológica. Años de campañas de capacitación, subsidios y exigencias del mercado, hicieron a la agricultura más sustentable. Hoy, 20 años después, se cultiva menos superficie, pero en forma más cuidadosa y eficiente. La agricultura es más rentable, se recicla más, se quema menos y está prohibido erosionar.  La agricultura química y transgénica ya es pasado.

Recuerdo la escasez de agua, camiones aljibes, pozos secos y la gente exigiendo solución. En esos años el agua de lluvia corría por las laderas erosionando el suelo, inundando campos y ciudades. El delgado suelo erosionado y la falta de forestación no lograban capturar las aguas invernales. Hoy nuestra región casi no tiene suelo descubierto, esta forestado, cultivado o tiene praderas, las aguas penetran y se almacenan en el suelo. Ver el Bío Bío y el Itata con sus aguas transparentes es un placer. Mis nietos me cuentan que los paseos en el barquito desde Boca Sur  a la ciudad de Laja son maravillosos.

Lo que hace años era una curiosidad, hoy es común y necesario. El cultivo de huertas caseras, el uso de la energía solar, la separación de la basura y el reciclaje municipal son algunos ejemplos. El lenguaje y la conciencia ecológica ya son globales y populares. Cometer una infracción ambiental, es grave, las multas son cosa seria y la custodia ciudadana es firme y permanente. El Ministerio del Medio Ambiente es fuerte y uno de los más respaldado por la gente. Hoy todos los proyectos deben incluir los costos ambientales y sociales. La conectividad e internet poco a poco se convirtieron en un gran apoyo ambiental,  facilitaron las campañas e ideas colectivas, las alertas ambientales, el intercambio de experiencias exitosas, la denuncia y solución de problemas. La vida renace en el mundo y en nuestro país. Al fin podemos mirar a nuestros hijos con orgullo.

Despertando en el 2016, pienso: “Al paso que vamos… en el 2036 ¿podremos disfrutar de un escenario como el imaginado en este articulo del  futuro?”

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2 Comentarios en RECUERDOS DE UN FUTURO RURAL

  1. Después de haber visitado el campo de 7 ha en el cerro frente al cruce Reunión en Yumbel con el equipo de La Ventana Ciudadana, y de presenciar la magnífica exposición de Agustin Infante en el foro panel realizado en la Biblioteca Municipal, pienso que es posible reproducir el esquema agro ecológico aplicado por el CET en todo el territorio de secano costero y transformar las laderas erosionadas en vergeles similares para crear cientos de pequeñas economías sustentables locales. No es utópico, es posible, pues lo que vimos lo demuestra. Esto requiere para materializar, eso sí, un fuerte apoyo del Estado. Sería un buen planteamiento mostrar algo en este sentido en la COP 25.

  2. Muy buena reflexión futurista. Creo que la respuesta a la pregunta final es: al paso que vamos….. no.

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