
Son recomendables las tareas en vacaciones
La temporada vacacional es llamativa para los niños porque no existen rutinas. No tienen que madrugar para ir al colegio, no más uniformes, tareas y profesores.
Esas son las ideas que pasan por la cabeza de los niños cuando llega este lapso; levantarse tarde, estar en pijama todo el día, jugar y tener posiblemente todo el día de ocio es lo que anhelan los niños al salir de la escuela.
¿Las vacaciones son solo ocio, juegos y diversión o también es un tiempo libre para reforzar los conocimientos adquiridos en la escuela?, ¿es recomendable para los niños hacer tareas durante las vacaciones?
Sin embargo, para muchos estudiantes rendir mal en el colegio no sólo se traduce en malas notas, sino además en conflictos que ponen en jaque la relación con sus padres y con su propia autoestima. Por ello, es imprescindible advertir a tiempo problemas académicos y de rendimiento, ya que a los niños con dificultades de rendimiento se les produce un impacto a nivel de su autoestima y autoimagen, que es necesario atender de forma integral, no sólo para avanzar académicamente, sino para descubrir que a veces el problema tiene más aristas que las percibidas.
Desde mi punto de vista las vacaciones representan el tiempo libre de obligaciones de los niños y adolescentes, equivale a las vacaciones laborales en el caso de adultos. En el tiempo libre los seres humanos necesitan un tiempo de ocio productivo a través de actividades recreativas. Que le generen placer y satisfacción.
En las vacaciones se generan espacios de recreación, de bienestar, ya que se recuperan energías y es un espacio de creatividad y disfrute. Sin embargo aún en vacaciones es recomendable mantener algunas rutinas y espacios de tiempo para reforzar los conocimientos adquiridos en la escuela, pero en este caso debe hacerse de una manera más flexible y dinámica.
Equilibrar actividades recreativas y tiempos para seguir reforzando conocimientos y valores, es lo ideal para seguir el proceso de aprendizaje y desarrollo personal. Es prudente que cada familia, según edad y dinámica interna, debe convertir las vacaciones en parte del proceso educativo en casa. Así se evita que los niños caigan en verdaderos estado de ociosidad, buscando alternativas de recreación en la ciudad según sus intereses. También en casa podemos concebir escenarios de esparcimiento donde todos los miembros estén involucrados.
Si bien es cierto las vacaciones son para distraerse, descansar y en algunas escuelas consideran que también dan un buen marco como para que los niños puedan apuntalar algunos aspectos del trabajo que se realizó en el primer semestre de clases. Entonces, en las dos semanas de receso de invierno la mochila sigue llamando, por ejemplo, con preguntas sobre matemática o la consigna de leer un libro para luego comentar en clases de qué se trataban sus cuentos. La modalidad pone en debate el uso del tiempo libre para actividades escolares.
No hay una norma o directiva de esa cartera que regule la forma en que los colegios deben manejarse cuando llegan las vacaciones. Entonces, pueden optar libremente por dar tarea a los chicos y en la medida en que se considere adecuado. Esa libertad define lo que se ve por estos días en los hogares: algunos chicos llevan tareas, otros, sugerencias de lectura y a otros los despidieron solamente con un «felices vacaciones».
La extensión del trabajo del aula es un recurso que se aplica regularmente en situaciones críticas derivadas de la pérdida de días de actividad por feriados, problemas de infraestructura, actividades extracurriculares, alto porcentaje de ausentismo, catástrofes climáticas o enfermedad. De acuerdo con lo que indicaron en la cartera educativa es una herramienta a la que recurren desde hace décadas algunos colegios tanto del ámbito público como privado.
Hay algunos estudiantes que necesitan reforzar algo y el docente decide dar tarea a algunos alumnos, pero que la tarea en casa no se vea afectada por el descanso. No debe ser una recarga para el alumno. En ningún caso es extrema la actividad, no hay un exceso. Todos tenemos en claro que tanto los alumnos como los docentes tienen un tiempo de receso, descanso y tiempo libre.
Rebeca Anijovich, profesora e investigadora de la Universidad de San Andrés y la UBA, señala que interrumpir el ritmo de aprendizaje en estos 15 días puede dificultar que los estudiantes vuelvan a engancharse al regreso. Enrique Herszkowich, rector de la escuela secundaria Martín Buber, coincide: «Así como el deporte requiere un entrenamiento, el aprendizaje también. Si se interrumpe un tiempo, cuesta retomarlo. Durante esta primera parte del año, se ha ganado una cierta constancia, una regularidad, una ejercitación en los chicos».
Durante el receso, a estos chicos les enviamos ejercicios para que practiquen. “La idea no es castigar al que no sabe, sino que aprenda». La cuestión central respecto a la tarea escolar durante estas dos semanas pasa, en gran medida, por el tipo de ejercicio que se le pide al alumnado. El problema es no pensar la tarea como una suerte de castigo. La propuesta puede ser creativa, desafiante. Si el trabajo que deben hacer es grupal, es una herramienta para que los niños socialicen.
Lo interesante es invitar a los niños a indagar en el mundo educativo, pero no en el sentido escolar. Si se les proponen libros, películas, salidas como un entretenimiento es una apertura al mundo, sale de la lógica tradicional y es una invitación que se hace desde el espacio escolar. Hay que guiarlos para que el entretenimiento tenga un valor agregado y que sea algo más rico que sentarse a hacer ejercicio de matemáticas de manera repetitiva.
En días donde los niños tienen ganas de divertirse, la tarea también tiene que ir en línea con este deseo. El reto pasa por brindar al estudiante un tipo de ejercicio que lo interpele y que lo acerque al mundo del conocimiento desde un costado más lúdico.
Y…la segunda parte ???
Claro que es importante una institucionalidad para afianzar y respaldar el trabajo de investigación científica.
Sin embargo, la otra «patita» es el vínculo de los Científicos con la sociedad, esto también está al debe.
Gracias a la columnista, por tan importante artículo.
Vacaciones…Para descansar !
Los niños deben asumir otras tareas y vincularse con otros niños, ojalá de otros colegios.
Hay que llevarlos a ver museos.
las vacaciones son para descansar, lo que no significa que deben los niños perder la disciplina y el rigor.