Vivir por siempre
Desde que fuimos conscientes de ella, como humanidad, nos persigue el temor a enfrentar la muerte, a reconocer que somos seres mortales. En nuestro afán por encontrarle sentido, distintas culturas se han aferrado a conceptos de la vida después de la muerte, o la vida eterna. A medida que hemos ido avanzando como sociedad, han ido mejorando las condiciones de vida, un largo proceso de aprendizaje, que ha ido desde diferenciar plantas comestibles de aquellas que poseen toxinas, hasta cómo evitar el contagio de enfermedades, en su época mortales. Hoy, nos acercamos a una vida centenaria, casi el doble de hace un par de siglos atrás. Esta realidad, es posible gracias a diversos factores, como el avance de la ciencia, desarrollo de vacunas, y una mejora en el estándar de salubridad en general. Con la secuenciación del genoma humano, que si bien todavía no comprendemos en su totalidad, tenemos una enorme base de datos que con el tiempo nos dará respuestas a muchas enfermedades y patologías que hoy causan muertes en todo el mundo. Junto a ello, los avances científicos nos han permitido ir estudiando y conociendo más acerca, por ejemplo, de las células madres. Su enorme potencial, en un futuro se traducirá entre otras, en una fuente generadora de diferentes órganos de repuesto, en caso de ser necesarios.
Hay estudios indican que en los extremos de nuestros cromosomas hay regiones, conocidas como telómeros, que se van acortando a medida que envejecemos, lo que ha llevado a avances significativos para buscar mecanismos que retrasen este proceso. En años recientes, una nueva tecnología, conocida como edición génica, permite ir modificando nuestro genoma de manera dirigida. Es decir, podríamos ir reparando algunos genes asociados a enfermedades, como fibrosis quística, distrofia muscular, y patologías más complejas como las neurodegenerativas, o incluso algunos tipos de cáncer. Algunos apuntan a que esta tecnología nos permitiría crear humanos a la medida, aunque suene a ciencia ficción, científicos sin mayor restricción podrían crear poblaciones con características específicas, como predisposición a los deportes, otros a la inteligencia superior, o llegar incluso a generar humanos con capacidades para el combate y la guerra. Jennifer Duodna, una de las descubridoras de la edición génica -CRISPR/Cas9-, tuvo una pesadilla en la que soñaba que explicaba esta tecnología a Adolf Hitler, lo que la hizo pensar que al igual que toda tecnología, puede pasar de ser un beneficio a una amenaza si cae en las manos equivocadas. La bioética y nuestro sentido de sociedad deberá primar ante el desarrollo de éstas, siempre pensando en el bien común.
Sin embargo, por muy interesante que parezca vivir por muchos años, morir es parte del proceso de todo organismo vivo (bacterias, plantas, animales y humanos), que se ha asociado con nuestra evolución. Las nuevas generaciones están más adaptadas a las condiciones ambientales, tan cambiantes en especial en este último siglo. Si fuésemos inmortales, probablemente no tendríamos la misma capacidad de ir adaptándonos a estos cambios, a nuevas enfermedades u otros eventos, en nuestras largas vidas. Junto a esto, nos debemos detener a pensar cómo haremos para que estas tecnologías estén disponibles a toda la población de inmediato y no sea un beneficio para una élite con mayor acceso a recursos. El gran desafío, seguirá siendo que los frutos de la ciencia lleguen a todos, y que tecnologías como estas, nos den más tiempo para ser mejores personas.
Fuente de figura: https://www.planetanordicwalking.com/la-marcha-nordica-y-los-telomeros/
E L G R A N M I T O .
Meta y salida inseparables ,
siamesas llegan unidas por los días .
Si , por nacer
morimos cada día un poco
¿ no es verdad que llegamos
con la muerte a cuestas a la vida ?
¿ A qué entonces tanta alharaca
con la muerte compañera ! ?
Llegan / parten
ahora mismo seres por millares ,
mas sólo el hombre
se lamenta por todos y por uno .
Centenarios árboles
son hogar de aves bullangueras .
Cesan , sin protestas
los cantos de un ave cuando parte .
Muere un árbol ; no hay lamentos
es más : lo hacemos leña .
Sólo el hombre clama
por estar entre los vivos para siempre .
¡ Atentos entonces , los que viven
que a bienmorir ya pronto llaman !
Que no nos arrebaten la alegría :
¡ tocad campanas a rebato y que vivan
Vida y Muerte compañeras !
***
Roberto Córdova M.
ROCOMAR
Los comentarios anteriores me interpretan plenamente.
Los apoyo.
Sus artículos son totales!
Cada vez que la leo quedo con gusto a poco, extraordinarios sus aportes.
Fantástica Sofía, siempre sus artículos me dejan satisfecha-mente pensativo.
Excelente,me gustó su artículo, usted siempre cercana en sus opiniones y en el desarrollo de sus interesantes temas.
Que buen trabajo el suyo Sofía.
Nos obliga sutil y dulcemente a enfrentarnos a una realidad que nos cuesta aceptar, enfrentar y menos aún…aceptar.
Si hay una certeza en la vida cuando nacemos…es que un día vamos a morir!!!