
CATILINA
Andrés Cruz Carrasco.
Abogado.
Magister en Filosofía moral.
Magister en Ciencias Políticas.
En el año 63 a. C., se dice que Catilina fue uno de los protagonistas de uno de los momentos más complejos para la historia de la antigua Roma. Para Mary Beard, la campaña electoral para la elección de cónsul “podía ser un asunto muy costoso. En el siglo I a. C. requería la clase de pródiga generosidad que no siempre es fácil de distinguir del soborno. Había mucho en juego, pues los hombres que salían victoriosos en las elecciones tenían la oportunidad de recuperar su desembolso, legal o ilegalmente, con algunas de las ventajas del cargo.” Catilina perdió dos elecciones consecutivas, situación que lo habría impulsado por desesperación económica a que se aliara con otros caudillos de clase privilegiada y se aprovechara del descontento de lo más pobres para impulsar una revuelta, organizando un ejército irregular a las afueras de la ciudad que le permitiera acceder al poder y derrocar al Senado. Cicerón fue el cónsul que se le puso en frente y pronunció uno de los más memorables discursos políticos de los que se tenga memoria: las “catilinarias”. Partía diciendo: “¿Hasta cuándo has de abusar de nuestra paciencia, Catilina? ¿Cuándo nos veremos libres de tus sediciosos intentos? ¿No te arredran ni la nocturna guardia del Palatino, ni la diurna vigilancia de la ciudad, ni la alarma del pueblo, ni el acuerdo de todos los hombres honrados, ni este fortísimo lugar donde el Senado se reúne, ni las frases y semblantes de todos los senadores? ¿ No comprendes que tus designios están descubiertos? “ Luego, Catilina huyó y murió en combate y algunos de sus más fieles aliados y conspiradores fueron ejecutados sin juicio, lo que le costaría caro a Cicerón, que con posterioridad tuvo de exiliarse, no sin antes haber gozado del reconocimiento público al haber salvado la ciudad de la furia de estos terroristas desadaptados que pretendían hacerse ilegítimamente del poder. Sin embargo, muchos historiadores han cuestionado la veracidad de esta versión de los hechos, ya que Catilina no habría sido un enemigo tan enconado del pueblo romano, sino que habría sido una de las tantas víctimas de la “posverdad”. Se ha dicho incluso que nunca existió tal conspiración, aprovechándose Cicerón de la paranoia de las clases dirigentes y los rumores para asentar su poder, alcanzar la gloria y mantener el status quo conservador para evitar todo cambio que implicara superar la desigualdad social imperante y que causaba tanto descontento popular.
Una vez más, fueron la intriga, la maquinación y la mentira los grandes vencedores, que habrían permitido que se levantaran falsos y vanidosos héroes por varios siglos.
Muy bueno su articulo señor.
Disculpen…
No es por ser mujer, es porque tiene conocimientop, rigor y debe ser muy dedicada, estudiosa, exigente.
La Ilustración y contenido de este artículo me fascina.
Gran enseñanza, artículo de alto nivel y la ilustración, maravillosa.
Felicito-les.
…Una crónica que nos pasea por la historia, nos entrega elementos de reflexión respecto de la perversidad en algunas conducta humanas.
En el marco de la historia y la cultura, nos invita a reflexionar.