Centenario de Violeta Parra Sandoval
Por estos días se cumple el primer centenario del natalicio de una de las mujeres más valiosas e interesantes que ha producido nuestra patria. En efecto, Violeta Parra Sandoval abrió los ojos al mundo un lejano 04 de octubre de 1917, en los albores de una primavera que nos la trae fresca como la mañana y cálida como sus nobles sentimientos de artista múltiple, hija predilecta de la vecina comuna de San Carlos, actual capital de la Provincia de Punilla, Región de Ñuble.
Destacada como integrante de una familia de creadores, ella es muy conocida por su importante aporte al folclor nacional, como ella misma escribía y recitaba: «válgame Dios Nicanor / si tengo tanto trabajo /que ando de arriba pa’ bajo / desenterrando folclor». Fiel a sus palabras fue una fecunda investigadora de la música popular que la encontró por los más diversos rincones de nuestra iracunda geografía. En esta etapa de su vida logró recopilar decenas de canciones que interpretaba con su melodiosa voz y cuyas grabaciones conforman uno de los legados más importantes al mundo de la música patrimonial de Chile y el mundo. Temas como La Petaquita, Las tres pollas negras, Niña hechicera, Bella joven, Entre san Juan y san Peiro y varias más fueron recuperadas gracias a su paciente y fatigoso trabajo.
Paralelo a estos quehaceres, Violeta empieza a componer temas que la van haciendo muy conocida como El chuico y la damajuana, La Juana Rosa, Casamiento de negros, El sacristán, El Albertío, La Jardinera o el Rin del Angelito, forman parte de una segunda entrega musical que pronto derivará en serios compromisos sociales y políticos en donde su canto denuncia se revela ante una realidad que hiere sus sentimientos de creadora. Aquí podemos encontrar temas como Arriba quemando el sol, La carta, Levántate Huenchullán o Maldigo del alto cielo. Temas que le acarrean críticas de quienes siempre han manejado el poder en todas sus manifestaciones.
Finalmente, Violeta escribe un grupo de canciones a modo de despedida de un mundo del cual salió por su voluntad. Ahí está Run run se fue pal norte, Volver a los diecisiete, Gracias a la vida y La exiliada del sur, esta última entregada a Patricio Manss quien musicalizó sus versos.
Destacada también como arpillera, poeta en intérprete instrumental, logró viajar por América y Europa, actuando en variados lugares y dejando centenares de canciones que le dieron mundial celebridad. Sus temas han recibido importantes interpretaciones de destacados solistas y grupos musicales, siendo su trabajo destacado en donde quiera que se conozca. En el Memorial Cultural de Ñuble, Violeta tiene un destacado lugar junto a sus hermanos Nicanor, Lalo y Roberto.
A cien años de su nacimiento, evocamos a la más destacada folclorista nacional que sigue viva en su aporte a la cultura y en el corazón de muchos en sus rescates de la memoria musical campesina, en sus inolvidables y vigentes canciones, y cerramos esta crónica con fragmentos del poema Defensa de Violeta Parra escrito por su hermano Nicanor: «Donde voy a encontrar otra Violeta / Aunque recorra campos y ciudades / O me quede sentado en el jardín … Continúa tejiendo tus alambres / tus ponchos araucanos / tus cantaritos de Quinchamalí / continúa puliendo noche y día / tus toromiros de madera sagrada /.. Y recuerda que eres un corderillo disfrazado de lobo».
Don Fernando, merecido homenaje el suyo a una de las mujeres mas importantes de nuestra historia, se impuso con talento, perseverancia y trabajo.
Todo Chile la ha tenido que reconocer.
Gran comentario el suyo Don Fernando, da gusto leerlo, meticuloso y profundo, al detalle!
Violeta lo merece…
Que bonito y valioso su homenaje a la Gran Violeta Fernando…
Muy buen trabajo que mezcla, recuerdos de su gran obra con el recuerdo de sus letras y canciones..De lo general a lo particular hilando de gran modo Una visión integral e integradora de su obra.
BRAVO!!!