COELEMU, SU HISTORIA, SUS PARAJES, SUS UVAS, SUS VINOS…
Duele ver cómo pasan y pasan personas por los senderos de Coelemu sin que se contemple realmente la belleza de sus parajes… Checura, Leonera, Magdalena y Guarilihue, entre otras, son parte de esta realidad.
Sin embargo hoy, la realidad está cambiando, los esfuerzos de la nueva administración municipal y en particular de su Alcalde, pone de manifiesto el rescate de sus tradiciones, su cultura y el modo de ser de sus habitantes. En esta línea, el reforzamiento de la producción de la vitivinicultura está hoy a la orden del día, es así como la contratación de un joven Enólogo en el reforzamiento de esta área productiva viene siendo clave.
El paisaje que luce el Valle del Itata es único, es tan único que es digno de sembrar turismo y mostrar que lo que para muchos había muerto, es para otros, hoy en día, una tremenda oportunidad de exhibir el estilo “Retrowine” (volver a lo ancestral en la vitivinicultura. Enólogo Demy Olmos) que tiene Chile.
Hoy, estos esfuerzos se traducen en una serie de iniciativas tendientes a desarrollar esta actividad y generar la producción de nuevas marcas y tipos de vino, no sólo de gran calidad sino que además van acompañadas de un sostenido esfuerzo por la mantención de tradiciones centenarias que recogen esas ancestrales prácticas productivas pero que además elevan a categoría superior el nombres de cepas tradicionales que algún día estuvieron por desaparecer de la nutrida historia de estas tierras. Entre estas podemos nombrar País o la “uva negra”, Moscatel de Alejandría más conocida como “blanca Italia” y Cinsault o “cargadora”.
Lo que realmente viene sucediendo en el Valle del Itata en general y en Coelemu en particular, es que en muchos casos, grandes empresas productoras de vinos se nutren de las cosechas de la uva del Valle para fortalecer la presencia de sus producciones y en algunos casos usar les cosechas locales para remarcar sus campañas de Marketing, vistiéndose con ropajes ajenos.
El Tema, para nosotros, es cómo fortalecer y avanzar en la en la significación del trabajo histórico, en la preservación de nuestras cepas, en la tradición en la producción de la uva y el cuidado de las parras que la engendran.
En definitiva, sostenemos y recalcamos qué, el verdadero beneficiado debe ser el actor principal; es decir, el campesino local, dueño y señor del viñedo.
Lo anterior, lo reconocemos, debe ir de la mano con la incorporación de técnicas productivas que mejoren la producción, la cosecha y la vinificación, sin modificar lo esencial.
A saber, la higiene, tiempos de cosecha, maduración de la uva,mantención de vasijas, fermentaciones controladas bajo márgenes de temperatura acordes a cada cepa. Entre muchas otras variables.
Sin lugar a dudas que este proceso de desarrollo y fortalecimiento de la producción vitivinícola co-ayudará a potenciar otros ámbitos del desarrollo comunal cómo lo es el turismo y otras actividades productivas propias de la zona.
Sostenemos con firmeza que los esfuerzos que venimos haciendo como comuna, son una muestra clara y verás del atractivo polo vitivinícola que hoy con múltiples iniciativas venimos sustentando.
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