
¿Consumes alcohol?
Si lo haces, debes saber que la última moda – muy sana por cierto – son los cocteles analcóholicos, es decir, libres de alcohol. La palabra cocktail se deriva del inglés: cock + tail que significa “cola de gallo”. Sobre su significado hay varias explicaciones: la más conocida de ellas es que un cocktail se servía al atardecer para poner fin a una ardua jornada laboral, a fin de relajarse, porque el gallo ya no canta, sino lo hace al amanecer, al comenzar el día, cuando empieza un nuevo día de trabajo.
El consumo de alcohol está en franco declive en Europa y Nueva York porque los millenials – jóvenes de la generación entre 1981 a 1996 –están cuidando su alimentación y visitan los bares de abstemios, donde se sirven destilados libres de componentes etílicos.
Londres, importante ciudad del Reino Unido, que siempre ha marcado pautas en cuestiones de moda con sus famosos pubs, donde la pinta de cerveza es parte esencial de la cultura y tradición británicas, está optando por tragos libres de alcohol. Ahora se conocen éstos como dry bars – bares secos o libres de alcohol- y son el boom de los que pasan por un trago después del trabajo. Nosotros lo conocemos como after office (después de la oficina) o “hacer la previa” antes del carrete a full.
Entre los millenials actuales, el 40% de estos jóvenes muestra su preferencia por mantenerse sobrios y consumir bebidas sin alcohol, pues es normal que en una cena con amigos se beba mucho alcohol, consumiendo a la vez gran cantidad de azúcar. Los bartenders – personas que atienden a los parroquianos y les preparan sus bebidas favoritas porque ya conocen sus preferencias– pueden ser mujeres o hombres.
Algunos cocteles libres de alcohol son, por ejemplo, el virgin bloody Mary sin alcohol, la piña colada y los sours que contienen frutas, menta, hierba buena u otras. El mercado ofrece destilados, vinos o prosecco sin alcohol con un sabor que se asemeja al de las bebidas alcohólicas.
Los jóvenes reconocen que cuando eran teenagers – adolescentes – lo cool, lo in, lo de moda – era tomar hasta perder la conciencia. Por el momento, esto ha cambiado radicalmente, quizás aún no en nuestro país, pero ya vendrá porque todo se trae de afuera: lo bueno, lo malo, lo pernicioso, lo feo y lo bello. Sumamente solicitados son los Superhero Shakes, que son los “batidos de súper héroes”, hechos con plátanos, leche de coco o almendras, arándanos y semillas de chía u otras.
Se habla actualmente de mocktails (simulacro de cocteles) y no de cocktails, pero los primeros imitan a las bebidas alcohólicas en todas sus formas: color, tamaño y sabor aunque no contengan alcohol. Algunos de ellos son: “Pura sangre” – agua tónica de romero y polen de abeja -, “Tema & Variazioni” – uva blanca y agua tónica- y el “Seedgroni Sbagliato” que es tónica de limón amarga.
En algunos bares se ofrece un menú con cuatro tipos de tragos de diferente graduación alcohólica que va de menor a mayor grado de contenido alcohólico: los tragos Free, totalmente libres de alcohol; los tragos Light, con poco contenido de alcohol; los Medium, con mediana cantidad de contenido etílico y los Full, con contenido de alcohol normalmente acostumbrado.
Algunos jóvenes, partidarios de los simulacros alcohólicos, lo hacen porque no desean intoxicarse y siguen la onda detox, abreviatura del término inglés detoxication, en castellano “desintoxicación”. Incluso existe un trago con ese mismo nombre.
Esta es la tendencia de moda actual; los jóvenes no desean sentirse discriminados por consumir alcohol e intentan, a lo menos, disminuir el consumo indiscriminado de éste. Muy otra es la realidad en nuestro país, pues los adolescentes estiman que mientras más alcohol ingieran, mejor. De esta forma, demuestran lo machos que son los varones y lo atrevidas que son las chicas que no van a la saga de los varones, sino todo lo contrario, puesto que no en pocas ocasiones los superan, perdiendo toda compostura. Toman y toman hasta “que se les apaga la tele”, como dicen en su jerga, sin pensar que el alcoholismo entre los jóvenes – según estudios serios al respecto – y apoyados por estadísticas oficiales, demuestran que el problema de la adicción alcohólica juvenil en Chile es más prematura que lo deseable y ya a las 12 años de edad es probable ver a jóvenes de ambos sexos intoxicados hasta un estado de casi inconsciencia. Se dice que esta adicción es más difícil de curar que la drogadicción, puesto que la primera potencia a esta última.
Jóvenes, sigan el ejemplo de la moda imperante en el Reino Unido en sus famosos pubs y clubs, nuestros bares y discotecas. Los “simulacros de tragos” son sanos, nutritivos e inofensivos, no provocan adicción y les permiten disfrutar de la fiesta a full, sin quedar fuera del mundo. Si desean imitar y llevar la moda en muchos sentidos y no sólo en la vestimenta, prepárense a copiar lo bueno, lo sano, lo sabio de otras culturas más antiguas que la nuestra; o al menos sigan este incentivo que viene del extranjero para disminuir el consumo de alcohol y ser felices sin intoxicarse.
Disculpa la tardanza en contestar, Ana María, pero el tiempo corre y yo no, ya no. Gracias por tu comentario sentido.
Cuanto se aprende con Ana María y además, de «Yapa» cuanto me divierto.
Una gran Profesora, sus artículos, grandes lecciones
No es para tanto, Luciano, cuando uno deja de aprender, es porque se secaron las neuronas y para mantenerlas funcionando, hay que activarlas. Gracias por tu interés. Disculpa la demora en responder, pero más tarde que nunca. No había visto muchos comentarios.
Ana María:
Siempre la leo , me da «cosa»comentar sus artículos, son muy eruditos, simpáticos y es muy entretenido leerla, además de que uno aprende.
Disculpa la tardanza en contestar, Ana María, pero el tiempo corre y yo no, ya no. Gracias por tu comentario sentido.