
DELINCUENCIA V/S SOCIEDAD CIVIL, ¿QUIÉN GANA LA PUGNA DE PODER?
Estamos insertos en una sociedad en la cual los ciudadanos se encuentran presos de la delincuencia a través de su accionar el cual se manifiesta de diversas maneas, la principal son los asaltos y robos a las viviendas con o sin moradores lo que se traduce en una serie de consecuencias negativas para las víctimas las que se encuentra indefensas ante esta amenaza y realidad lamentablemente es muy cotidiana; los ciudadanos honrados que se esfuerzan día a día por sus familias, trabajan arduamente se ven opacados ante el accionar de la delincuencia la que sabe muy bien como generar miedo en la población al ser muy sagaces en esto junto con actuar con mucha violencia y odio, lo que ocasiona que las personas se vuelquen a su hogar, inviertan cada vez más en medidas de seguridad, se encierren generando más individualismo social y no denuncie ante las policías los delitos, robos y asaltos que los afectan al saber que las justicia no va a actuar a la altura al comprobar que todos los procesos quedan archivados o sin mayores responsables los cuales son dejados en libertad prontamente volviendo a delinquir.
Las personas que han o que son víctimas de la delincuencia no denuncian como ya sabemos al saber como actúa la justicia en estos casos, llegando solo a ser parte de las estadísticas las cuales son útiles para el sistema judicial, para la policía y para los políticos los que toman este tema como caballo de batalla por intereses electorales o populistas, mas cuando a ellos les afecta directamente los culpables siempre son encontrados, recuperadas las especies y la policía actúa rápidamente a favor de ellos, en el caso contrario la ciudadanía debe esperar mucho tiempo, procesos burocráticos finalizando solo con alguna respuesta que no satisface del todo sin responsables concretos ni menos recuperación de especies a pesar de su valores. La culpa no es de la policía como comúnmente se cree al no poder como ellos como desean por las leyes del sistema de justica que impera donde tiene más derechos los delincuentes que las víctimas, que los policías y que todo el conjunto social, una grave contradicción entre derechos y deberes sociales como de justicia en donde siempre los desfavorecidos son las victimas con sus familias al no encontrar solución alguna a todo esto.
No hay que olvidar también los delitos de “cuello blanco y corbata” los que también son muy graves al ser otra forma de robo, delincuencia y de desigualdad social ante las leyes las que no actúan como debiera ser su espíritu al ser creadas de manera tan particular favoreciendo más a unos que a otros por distintos motivos, lo cierto es que la delincuencia sea de cuello blanco, criminal, a pie, asaltos o de cualquier manera condiciona la forma de vida de las personas volviéndolas más temerosas, desconfiadas, menos solidarias y más individualistas lo que es también consecuencia del sistema socio económico chileno inmerso en la sociedad de consumo, en donde la desigualdad social se hace cada día más evidente entre quienes pueden “tener más” y quienes “tienen menos” provocando una serie de resentimientos psicológicos, socio culturales y violencia de distintos grados los que desemboca en que la delincuencia sea la forma más rápida como eficaz para muchos de ser reconocidos como parte de la realidad social y ante sus pares, donde ya no vale el esfuerzo, el trabajo ni los estudios, solo el poder con su ejercicio monetario unido a un determinado estatus social. A esto se suma la corrupción que es otra forma de delito/delincuencia en especial la de cuello blanco y corbata, sea por necesidad, deudas o por equipararse a los demás a través de ganancias ilícitas.
Todo lo anterior nos lleva a que sea imperioso un nuevo sistema de justicia y penal con castigos efectivos para la delincuencia de todo tipo, una real reforma que permita una mejor convivencia entre sociedad civil y sociedad política donde la desigualdad social se combata con planes y políticas sociales públicas que disminuyan la delincuencia con mejores oportunidades, educación de calidad y en donde el mercado no domine toda la vida de las personas, logrando una sociedad más participativa, positiva, empoderada y consciente de sus deberes/ derechos sociales derrotando a la delincuencia y a la anomia que impera en la sociedad.
Muchas gracias, que bueno que le haya gustado mi artículo y poder aportar a reflexionar sobre este tema que a todos nos afecta. Un abrazo.
Muy buen trabajo que nos muestra, una vez más, la situación de desamparo en que estamos los ciudadanos frente los delincuentes de todas las layas – lanzas, asaltantes, ladrones comunes, ladrones-empresarios, estafadores, timadores, plagiadores, «copiadores-pegadores» y sinvergüenzas de todo tipo – que protegidos por las leyes y la indolencia imperante, pueden seguir delinquiendo sin sufrir castigo alguno.
Qué buen artíciulo
Muchas gracias. Saludos.
Mis felicitaciones al autor de este excelente artículo, Diego Padilla Zelada, por presentarnos lo que Chile está viviendo en la actualidad, en una sociedad atemorizada, debido a que la Justicia no es aplicada como corresponde. A diario vemos delincuentes arrestados por sus crímenes cometidos, y luego libres nuevamente, por razones injustificadas. Ojalá que esta nueva administración presidencial, que se dice protectora de los niños, también sea protectora de la ciudadanía, que es la que le paga los salarios a los legisladores del gobierno, a través del pago de las contribuciones a nivel nacional.
Muchas gracias Guilmo Barrio Salazar, que bien que mi artículo la haya gustado, es la idea para reflexionar críticamente y aportar a que este problema de la delincuencia tenga solución para todos los afectados de una buena vez con mediadas y sanciones concretas las que no sean solo palabras sin mayores acciones ni castigo para los delincuentes. Saludos, un abrazo.