Días de trabajo y descanso: El escaso análisis de las demandas laborales
Una empresa neozelandesa que maneja fondos, testamentos y propiedades, decidió llevar a cabo un experimento en el que empleados trabajaron durante cuatro días a la semana en vez de cinco sin que se bajara su salario.
El estudio duró dos meses, el primer mes se ocupó en la preparación a los empleados, en estudiar el trabajo y las formas de llevarlo a cabo. Al final del primer mes, los principales cambios que asumieron los empleados, fueron: a) Automatizar procesos, b) Reuniones más focalizadas y c) Dejar de utilizar internet para temas no relacionados con lo laboral. El estudio fue dirigido por dos profesores de la Universidad de Auckland. Al comenzar el segundo mes, cada empleado debió completar una encuesta al principio y otra al final de mes. Los resultados fueron los siguientes: a) El estrés de los empleados bajó un 7%; b) La percepción de un mejor balance entre trabajo y vida, subió un 24%; c) La productividad aumentó un 20% y finalmente se percibió que los trabajadores estaban más comprometidos y entusiastas.
Esto no es nuevo, ya en Estados Unidos comenzó esta tendencia en la administración pública de Utah en 2008. Además en Holanda y el Reino Unido, la semana laboral de cuatro días se ha implementado entre los trabajadores de diferentes sectores profesionales. Estos temas se han estudiado desde diversas perspectivas: ahorro de energía, contaminación, economía, etc., pero en este artículo nos centraremos en el estudio del trabajo.
¿Sería posible replicar esto en Chile, tomando en cuenta que nuestro país está entre los que más horas se trabaja? Chile, según la OCDE (2017), es el quinto país que más horas trabaja al año entre 38 países, con 1.988 horas de trabajo anuales. México lidera la lista con 2.246 horas de trabajo al año.
Para comenzar a tratar de replicar esta reducción de horas laborales, debemos analizar la forma en cómo se realiza el trabajo, y no sólo los resultados del trabajo como por ejemplo ¿Cuál es la demanda de mi trabajo en relación a mis capacidades o las de mis superiores y/o empleados?, ¿Cuáles son las demandas físicas, psicológicas y organizacionales de mi trabajo?, ¿Cómo nos organizamos personal y grupalmente para alcanzar las metas?, ¿Son las metas alcanzables?, ¿Puedo hacer mi trabajo de otra forma?
Es necesario responder estas preguntas básicas si queremos trabajar menos horas, pero logrando una mayor productividad y un mayor grado de bienestar. Si bien hay instancias en las que se realiza este análisis, generalmente el componente que se analiza parcialmente es la demanda del trabajo, pero muy poco o escaso análisis sobre las capacidades de las personas que lo realizan.
Además, fallamos en entender la real demanda del trabajo. Este elemento, tiene varios componentes, dos relevantes: uno es el tiempo que demanda desarrollar una actividad y otro, poco analizado, es la intensidad de esa actividad. Un ejemplo de lo anterior, fue la huelga que realizó el personal de cabina de LATAM que tuvo colapsado a medio Chile. ¿Que solicitaban los trabajadores de LATAM? Algo similar al estudio de Nueva Zelanda, reducir la jornada de trabajo y aumentar los días de descanso. Específicamente, solicitaban un 50% de reducción de sus jornadas, lo que se traduciría en cinco días de trabajo por cuatro de descanso. La ejecutiva de la compañía en una declaración indicó “Lo que los tripulantes vuelan en un mes yo lo trabajo en una semana”.
¿Son demandas laborales equivalentes? ¿Es la misma demanda subirse a un avión, trabajar de noche, atender pasajeros, que el trabajo de la ejecutiva? La respuesta obliga a estudiar las demandas físicas, psicológicas y organizacionales de las dos actividades, sólo ahí podremos comenzar a responder y saber si lo planteado por la ejecutiva era adecuado o no. ¿Alguien reparó en eso? Muy pocos, la discusión se centró solo en el impacto de la huelga. Por ende, quizás para empezar, sería bueno sentarnos a discutir y analizar el cómo trabajamos para responder y empezar a disminuir el cuánto trabajamos.
Buen análisis de lo que se debe hacer en el trabajo para mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad de vida de los trabajadores. Para comenzar con algo así por estos lares, las malas costumbres en Chile de tomar desayuno en la oficina y de estar permanentemente con la vista en el celular y en el whatsapp, debe terminarse.
Gran Trabajo este, las empresas Chilenas debieran seguir el ejemplo!!