
EDITORIAL. La pena de Evelyn
La precandidatura presidencial de Evelyn Mathei representa, hoy por hoy, uno de los casos más complejos de la situación política actual del país. Hace poco más de medio, año era la favorita en las encuestas e incluso se la reconocía por tirios y troyanos, como la próxima Presidenta de la Republica. No había para ella moros en la costa y solo quedaba la proclamación de su candidatura por las tradicionales y poderosas colectividades de ChileVamos.
Sin embargo, al cabo de seis meses, solo la UDi la ha proclamado en tanto que Evópoli y Renovación Nacional se mantienen en u increíble paso cansino. Al mismo tiempo, en el ala derecha de la derecha han surgido propuestas que superan a José Antonio Kast en las encuestas al ofrecer políticas populistas libertarias, de esas que solucionarían los problemas en un dos por tres.
Lo anterior, bastaría para un comentario político irrelevante si no fuera por las consecuencias que ello está trayendo para Evelyn.
En un deaforado esfuerzo por radicalizar posiciones y recuperar espacios que se están escapando de sus manos, Evelyn ha señalado claramente que “sería muy bueno que conversáramos sobre la pena de muerte”. La frase, en sí es de una ambigüedad increíble. La candidata, que obviamente pretende restablecer en Chile la pena máxima no se atreve a decirlo y solo invita a “conversar” sobre a materia, cuidándose las espaldas ante posibles cuestionamientos de adversarios. Olvida que la abolición de la pena de muerte fue aprobada en Chile, por una significativa mayoría parlamentaria, que incluían los votos del entonces senador Sebastián Piñera.
Omite o ignora que los tratados internacionales suscritos y ratificados por el país, consagran el compromiso de los Estados que hayan abolido esta pena, a no restablecerla.
Asimismo, se desconoce que no existen pruebas que acrediten que esta pena sirva para disminuir la delincuencia y que en numerosos casos, en países como los Estado Unidos, se ha ejecutado a personas cuya inocencia ha sido posteriormente probada.
Los pasos en falso de Evelyn son peligrosos tanto para ella, como para un país que ve alarmado cómo se evaden los problemas de fondo copando las agendas con discusiones absolutamente inoportunas e improcedentes.
Déjanos tu comentario: