«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo»

Eduardo Galeano

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

Humedales costeros y la llegada de veraneantes

María Gabriela Saldías Peñafiel

Ingeniero Agrónomo- Paisajista. Investigadora y docente, Escuela Arquitectura del Paisaje, Universidad Central de Chile.

Próximo al arribo de cientos de veraneantes a balnearios altamente demandados para vacacionar en el litoral costero de Chile central, surge preocupación por las intervenciones en los humedales costeros. En relación a que los usos que realizan los visitantes alteren las condiciones del agua, de la vegetación y con ello se dañe el hábitat de aves y otra fauna que albergan estos parajes de alta singularidad.

Los humedales cumplen numerosos servicios ecosistémicos que cada día son más conocidos y valorados, razón que explica la existencia de organizaciones que los protegen. A nivel de país, Chile ha avanzado en su protección y conservación, así lo demuestran la existencia de una “Estrategia de conservación nacional de humedales” y un “Plan Nacional de protección de humedales” formulados por el Ministerio del Medio Ambiente. A nivel internacional Chile adhirió a Convención  Ramsar en el año 1981, organización encargada de velar por el buen estado de los humedales. Dicha Convención “considera que los humedales cumplen funciones ecológicas fundamentales como reguladores de los regímenes hidrológicos y como hábitat de una fauna y flora características, especialmente de aves acuáticas”.

Más recientemente han cobrado especial connotación los humedales urbanos a propósito de la Ley 21.202, que modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos. Son 90 los humedales que se encuentran declarados en esta categoría ya sea de oficio o en trámite de solicitud municipal (octubre 2022).

Un tipo particular de humedal son los cercanos al mar, los humedales costeros, que suelen tener agua salobre por su comunicación con el agua de mar. Reducen la extensión y los daños de las inundaciones por efecto de tormentas y marejadas cada vez más frecuentes por efectos del cambio climático.

Existen datos francamente preocupantes, “A nivel global se pierden humedales tres veces más rápido que lo que perdemos bosques, y esto incluye ríos, lagos, marismas y turberas que han desaparecido”, así como, “Según el último reporte de Ramsar, publicado en 2018, la extensión de humedales en Latinoamérica disminuyó 59% en los últimos 50 años, siendo la región con mayor caída a nivel global”[1]

Es tarea prioritaria lograr un uso sustentable de estos paisajes y ecosistemas, para lo cual se debe involucrar a todos los que se ven afectados incluyendo a las comunidades aledañas y a aquellas que se benefician directamente ya sea del sector turismo y construcción, así como agencias de turismo. Para ambos casos se recomienda seguir las instrucciones que aparecen en la “Guía de buenas prácticas ambientales en humedales costeros”[2]

Lo óptimo es lograr la protección de toda el área que tiene influencia con el humedal y su biodiversidad y por eso es tan importante su delimitación. Hay ejemplos de casos que por esfuerzo de una comunidad organizada se ha logrado obtener la categoría de Santuario de la Naturaleza, como es el caso del Humedal de Tunquén[3], gracias a lo cual se ha evitado el desarrollo de obras inmobiliarias en sectores de alto valor ambiental.

Tal como en el humedal de Tunquén, se repite en otros humedales similares la coexistencia de diferentes ecosistemas como es el humedal propiamente tal formado por el curso de agua que puede ser un estero o río, praderas de inundación y la zona estuarina, todas relevantes en su funcionamiento y biodiversidad.

Sin dudas uno de los aspectos más llamativos de los humedales costeros son las aves, algunas como, Gaviota de Franklin, Zarapito y Playero, entre otras, son migratorias; cada año realizan un largo viaje para pasar el verano en nuestras costas. Mención especial cabe al Pilpilén que nidifica en la arena y se encuentra amenazado en gran medida por las perturbaciones humanas, vehículos motorizados y depredación por perros y peatones. Las aves costeras, además de alegrarnos con sus cantos, belleza y dinamismo le entregan un gran atractivo al paisaje costero, siendo nuestra obligación mantenerles su hábitat sano y seguro.


[1] https://gefhumedales.mma.gob.cl/wp-content/uploads/2021/11/Guia-de-buenas-practicas-en-Turismo-y-Construccion.pdf

[2] https://gefhumedales.mma.gob.cl/gbp-turismoyconstruccion/}

[3] https://www.monumentos.gob.cl/monumentos/santuarios-de-la-naturaleza/humedal-tunquen

GALERÍA DE FOTOS:

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

Sé el primero en comentar

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl