«La competencia es la ley de la selva; la cooperación es la ley de la civilización». Piotr Kropotkin

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

La copa del Somme: Antes de los españoles

Luis Vera Diaz

Especialista en Estructuras de Aeronaves, Profesor de Estado, Magister en Docencia en Educación Superior y Sommelier Profesional.

La variedad de chichas en época Inca era inmensa. Aunque la más famosa fue la elaborada en base a maíz de jora, tanto chichas de otros productos como diferentes formas de preparar la chicha de maíz se describen en múltiples libros de cronistas y antropólogos. Entre las primeras destaca el masato de yuca. El masato se produce en toda América, fue la primera bebida autóctona que conocieron los españoles, y llegó a ser descrita por el mismo Cristóbal Colón en su libro de viajes. Así mismo, había chichas de otros cereales como la quinua y la cañigua; chicha de frutos como el molle y el algarrobo; chicha de tubérculos como la oca y el apichu; y también chicha de maní, que posiblemente fue la segunda bebida en importancia en costa y sierra, pero la base y más importante siempre fue el masato.

La palabra chicha proviene del Caribe, porque en voz quechua, la bebida de maíz es aqa. Cuando Pizarro conquistó el Perú antiguo, los españoles tenían una experiencia de cuarenta años en el Nuevo Mundo y tenían abundante práctica con las novedades propias de la cultura indígena en América. Tomaron las primeras palabras que escucharon y las propagaron durante sus viajes para nombrar todas las cosas parecidas que iban encontrando. Así viajaron numerosas palabras desde el Caribe, como por ejemplo cacique, que fue convertida en un genérico para todo jefe indígena, a pesar de que en los Andes la elite dirigente se denominaba curaca. Del mismo modo, los españoles tomaron palabras del Nahua, la lengua de los aztecas mexicanos, para nombrar una serie de objetos que tenían otras designaciones en el Perú antiguo. Por ejemplo, petate, camote, tomate son vocablos de las lenguas mesoamericanas importadas al Perú en el siglo XVI. De este modo, la palabra chicha se refiere a las bebidas de maíz, fruta y de yuca que en forma generalizada los españoles hallaron en el Nuevo Mundo.

Aun cuando existe una gran cantidad de referencias en las primeras crónicas españolas con respecto al consumo de la chicha de maíz en los nuevos territorios conquistados para la corona hispana, es necesario destacar que las bebidas de yuca fermentada fueron las primeras que Colón conoció en América. Sorprendido de la impresionante ingesta que los locales hacían de una bebida conocida como masato hizo numerosos comentarios en sus escritos con respecto a su abundante consumo.

          El masato es la bebida fermentada de yuca (normalmente de yuca dulce) típica de la Amazonía peruana y de los llanos americanos, y de sus variantes y mezclas, aunque se prepara también en Colombia y Venezuela con sus propias versiones de preparación.

Una de las cualidades del masato es que, en todas sus áreas de influencia, es un elemento cultural muy importante, a tal punto de que una situación fuera de control podría haber causado estragos en la estructura económica y sociocultural, incluso con consecuencias en la salud colectiva de la población. Por otra parte, es una bebida que resalta la importancia de la mujer y lo femenino dentro de una cultura, prueba de ello es la elaboración y la distribución exclusiva por parte de la mujer, y no es que sea una actividad especializada, relegada o mal necesario, si no que tiene relación con una conexión y simbolismo de carácter ritual y transmisión de elementos religiosos, litúrgicos y sociales que queda en manos de la mujer, que en la preparación de estas bebidas se transforma en sacerdotisa, el cual encarna la creación y la vida, en donde la base es la conexión con los dioses y los ciclos de fertilización y fecundidad. Además, el carácter mixto, profano y religioso de estas bebidas sociales. Vinculadas con la madre tierra y con lo sobrenatural, funciona como alimento corporal y espiritual, constituye un rol fundamental de la acción civilizadora que la mujer lleva a cabo, desde su huerta o desde su sembrío hasta la influencia en el establecimiento y construcción de la sociedad y familia.

Si pensamos en lo anterior ¿sería posible retomar antiguas tradiciones y costumbres como un redescubrimiento de sabores o labores propias de nuestra tierra e historia? Ciertamente para discutirlo con otra copa.

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

Sé el primero en comentar

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl