«No tendremos una sociedad si destruimos el medio ambiente.»

Margaret Mead.

 

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

INVESTIGACIÓN SOBRE CIUDADANOS LIBRES DE TODA SOSPECHA.

Esteban Lobos, analista.

Una vieja película italiana sorprendió por la originalidad de su guion. Un comisario de policía comete un homicidio. No trata de eludir su responsabilidad. Al contrario, deja todas las huellas en el lugar de los hechos. Envía a sus subordinados a investigar pero éstos, pese a las evidencias, descartan la autoría de su jefe pensando que el comisario simplemente se les adelantó y quiere poner a prueba las habilidades de sus funcionarios. Si les interesa, pueden ver el filme. Tiene ese mismo título pero en singular.  Por ahora, a otra cosa mariposa.

Generalmente, los delitos los cometen los pobres. Así, por lo menos, lo insinúa la ideología “de clase”. La prensa, muy bien controlada,  sostiene que “la gente bien” sólo comete “errores” y en los casos en que,  por casualidad,  estas personas aparecen “complicadas”, deben aplicárseles todas las atenuantes y eximentes de responsabilidad  pues se trata de gente buena, que no necesita delinquir y que, además, siempre ha colaborado en múltiples acciones de caridad conforme a sus convicciones religiosas.

Por eso, resulta tremendamente sorprendente el hecho de constatar que, en el corazón mismo de la elite empresarial chilena, se haya descubierto una inexplicable  “operación” tendiente a espiar y grabar, mediante micrófonos ocultos, lo que ahí se hablaba y acordaba. La “SOFOFA” (Sociedad de Fomento Fabril) es el más poderoso pilar del empresariado que se agrupa bajo el techo de la Confederación de la Producción y del Comercio y que congrega a los Luksic, los Matte, los Angelini, los von Múhlenbrock, etc.

Los hechos:

1.- El domingo 14 de mayo, el jefe de seguridad de la planta de la empresa Carozzi, en Nos, alertó al director de la compañía y vicepresidente de la SOFOFA, José Juan Llugany,  acerca del hecho de que en el entretecho de su oficina se había encontrado un micrófono con cámara. El ejecutivo, al parecer por recomendación del mismo jefe de seguridad, contrata los servicios de la “empresa” PROFACIS, de propiedad del ex sargento de Carabineros Rubén Zito Aros y de Lorena López, para que pericien los artefactos y las circunstancias concomitantes. Curiosamente, se sabrá más tarde, que PROFACIS no tiene existencia legal, carece de RUT y su experticia es breve: no más de dos años.

2.- Llugany, pensando que el espionaje no tiene que ver con Carozzi sino con su cargo gremial en SOFOFA, decide informarle a Hermann von Múhlenbrock quien contrata a la misma PROFACIS para que revise las oficinas del gremio lo que se hizo el 19 de mayo fuera de las horario,  y, con sorpresa, toman conocimiento de que artefactos similares han sido instalados en las oficinas del gremio cubriendo también el bufete del secretario Jorge Ortúzar.

3.- Von Mühlenbrock ha decidido no hacer pública la denuncia de los hechos “para no causar alarma”. Invita a su casa a Llungay, Gastón Gómez, al  abogado Fernando Barros y al penalista Juan Domingo Acosta. Los juristas lo convencen acerca de la necesidad de denunciar los hechos. Durante los días transcurridos, PROFACIS, más otras personas naturales, acceden al lugar de los hechos y a los artefactos mismos “contaminando” la evidencia del caso.

4.- T13 (medio ligado a Luksic) informa que la tesis de SOFOFA es que detrás de los hechos “estarían grupos criminales dedicados a obtener informaciones económicas o servicios de seguridad del Estado, agregando “Pero, al interior de la institución se teme más bien que esté vinculado al proceso electoral”.

5.- El Mercurio y La Segunda  deslizan la tesis de que puedan estar implicados agentes del Estado u organismos facultados para indagar delitos económicos. Alfredo Moreno, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio y ex Ministro de RR.EE. bajo el gobierno Piñera,  pone la guinda a la torta declarando que tras los hechos debe estar “algún loco del Gobierno o de los sistemas de seguridad”.  El Ministerio del Interior califica sus declaraciones de “irresponsables”, lo emplaza a fundamentarlas. Moreno se desdice y precisa que “frente a tanta elucubración …  hay que dejar  trabajar a la Fiscalía”

6.- Los fiscales Lorena Parra y Roberto Contreras, encargados de la indagatoria, interrogan a von Mühlenbrock, a Profacis, requisan celulares, computadores y otros elementos.

El caso es complejo. Si no estuviera presente la empresa Carozzi, podría afirmarse que “está más enredado que un plato de tallarines”. La Fiscalía Nacional Económica ha expresado categóricamente que ni la empresa ni el gremio son objeto de indagación alguna la que, en todo caso, requeriría autorización judicial para intervenciones de este tipo. Tampoco se vislumbra qué interés pudiese tener el Gobierno en hacerlas cuando la actitud opositora de los gremios empresariales es pública y notoria. Todo parece apuntar a que se trata de una pelea entre “personas honorables” que utilizan métodos “no tan honorables”. Algún cínico comentó que como el gran empresariado está repartido entre los “opus” y los “legionarios” pudiese este caso ser la expresión de un conflicto entre ellos o una acción del nuevo ente religioso católico de los “sodalicios” buscando consolidar su propio espacio. Otros,  menos refinados, calumniosamente han insinuado la posibilidad de que todo esto no sea más que una maniobra de Profacis para expandir la venta de sus servicios.

Veremos que nos depara el destino.

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

Sé el primero en comentar

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl