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La ignominiosa propuesta de reparación de congresistas UDI

Paulina Acevedo Menanteau

Periodista y comunicadora en Derechos Humanos Observatorio Ciudadano @PaulinaAcevedoM

Recientemente los diputados de la UDI Javier Macaya, Juan Antonio Coloma, Jorge Alessandri y Osvaldo Urrutia ingresaron al Congreso Nacional un proyecto de ley que busca extender los beneficios de reparación otorgados por el Estado a las víctimas de violaciones de derechos humanos de la dictadura a viudas de Carabineros, de la Policía de Investigaciones y de Gendarmería fallecidos en actos de servicio.

En lo específico, la moción de los parlamentarios promueve homologar a estos casos las disposiciones de la ley 19.992 de 2004 que establece pensiones de reparación a víctimas de violencia política y violaciones de derechos humanos, conocida como Ley Valech; de la ley 191.23 de 1992 que crea la Corporación de Reparación y Reconciliación y establece pensiones de reparación para familiares directos de la víctima (cónyuge sobreviviente, la madre de los hijos naturales del causante, y los hijos menores de 25 años de edad, sean legítimos, naturales o adoptivos); y de la ley 19.980 de 2004, que hace modificaciones a esta última ampliando beneficios y estableciendo nuevos, entre otros ámbitos, en materia de educación.

En cuanto a la fundamentación, en el texto de la iniciativa legal los parlamentarios señalan “que la consagración de  la extensión de estos beneficios constituye un acto de justicia para estos ejemplares servidores públicos”, y que “los derechos humanos son, por esencia, universales y consustanciales a la naturaleza humana, y no responden a una ideología política o social alguna”. Solicitando al momento de su presentación que Presidente de la República, Sebastián Piñera, patrocine la iniciativa y remita al Parlamento un proyecto que disponga los recursos necesarios para poder materializar la propuesta.

Al respecto, se hace indispensable establecer que si bien es posible y está dentro de las facultades parlamentarias postular iniciativas de ley, como puede ser el establecimiento de indemnizaciones en los casos referidos, la ceguera ideológica de estos congresistas, que avalaron los crímenes de la dictadura cívico militar, o tal vez su ignorancia sobre el alcance de los derechos humanos en materia de justicia transicional, les impide ver lo ignominioso de su planteamiento.

En efecto, estos diputados no pueden equipar el delito de homicidio que terceros puedan cometer contra funcionarios como los descritos, el cual se encuentra tipificado en la justicia penal ordinaria, a la acción sistemática, concertada y premeditada de violencia política donde es el propio Estado el que lleva a cabo actos de secuestro, tortura, asesinato y desaparición que el derecho internacional de los derechos humanos ha establecido constituyen delitos de lesa humanidad.

Más aún, al hacerlo, son estos mismos parlamentarios quienes violan derechos fundamentales, comprometen las obligaciones internacionales adquiridas por el Estado en materia de derechos humanos y transgreden la Constitución Política de la República, que en su artículo 5 inciso 2, establece como límite al ejercicio de la soberanía “el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”. Agregando que es deber de los órganos del Estado, de los que éstos forman parte en tanto miembros del Poder Legislativo, “respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”.

Entre estos tratados, se encuentran aquellos que han consagrado la tipificación de los crímenes de lesa humanidad, tanto en tiempos de paz como de guerra, y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, a la cual el Congreso Nacional adhirió en el año 2009. En otras palabras, este intento de homologación oficiosa de delitos comunes a crímenes que tienen un status distintivo a nivel internacional y en el nivel interno, fijando medidas de reparación sobre los primeros que han sido establecidos específicamente para estos últimos, constituye una flagrante violación a los derechos humanos de las víctimas en Chile de crímenes cometidos por el Estado, que son imprescriptibles e inadmistiables, y al deber que recae en los parlamentarios de promover y respetar estos derechos.

Ello, además, en los hechos, resulta en nueva afrenta para quienes perdieron a familiares directos durante la dictadura, y que de manera incansable han buscado por más de cuatro décadas verdad y justicia para estos crímenes que lesionan a la humanidad toda.

Finalmente, permitir que un proyecto como el ingresado prospere, implicaría un retroceso sustancial en el proceso de justicia transicional llevado adelante en el país y frente a la necesidad de fijar las bases para que nunca más en Chile se produzca una traumática experiencia de transgresión al Estado de derecho como la vivida. Asimismo, sería una regresión en el camino que aún se recorre hacia la consolidación de una democracia plena y de una sociedad respetuosa de sus diferencias, políticas, sociales o de cualquier otro orden, tanto para las generaciones presentes como futuras.

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8 Comentarios en La ignominiosa propuesta de reparación de congresistas UDI

  1. Correctísimo planteamiento de este artículo, elaborado con lógica, ponderación y justicia.
    Las posiciones ultristas de derecha que hoy participan del gobierno del país, y sus prácticas pasadas (incluyendo el sangriento golpe de estado y dictadura) y actuales (inclyendo corrupciones diversas y campañas de desinformación masiva), están provocando una descomposición moral de las principales instituciones del país, incluyendo algunas autoridades y las llamadas «fuerzas del orden».
    No resiste un análisis serio la tentativa de esos parlamentarios de la UDI. Ecomo si se tratase de indemnizar como víctimas de atropellos a los DD.HH a todo y cualquier accidente o fatalidad circunstancial en el desempeño de cualquier trabajo. Si un policía en servicio es víctima de la agresión de bandidos traficantes, o un obrero de la construcción es víctima de accidente por cair del quinto piso de una obra sin redes de protección ni andamios, entonces también serían encuadrables en atropellos a los DD.HH igual que las víctimas secuestradas, torturadas y asesinadas por la dictadura militar ?? Hasta un niño reponde esa «chiva», por falta de lógica.
    Salta a la vista que se trata de mala fé (nuevamente) de la UDI, o sinvergüenzura para «aprovecharse del pánico» arrancando más recursos de los contribuyentes, y de paso, banalizando o «ninguneando» la verdadera y grave cuestión de los DDHH, al dejarla diluída entre otras acurrencias, que no vienen al caso.

    • Estimado Augusto

      Antes que todo pido me escuse por la demora en mi respuesta, rezagada entre tantos pendientes que a veces se acumulan en la vida. Quería darme el tiempo de responder como corresponde sus palabras. Ello porque su comentario reparó en algo en lo que puse mucho cuidado, que fue la ponderación, sin perder por ello una ilación lógica de los argumentos, con base en el derecho internacional de los derechos humanos, y la justicia que aún está pendiente para tantos casos de crímenes de lesa humanidad de la dictadura.
      En Chile, ese que salió de ese periodo oscuro sin hacerse cargo, sin educar a las nuevas generaciones, y sin encontrar espacios para seguir construyendo un diálogo social y político para estos hechos, la violencia y la agresión sigue siendo muchas veces la respuesta automática, que es la gran herida de nuestra sociedad actual y precaria democracia, frente a la que no caben los discursos de «dar vuelta la página». Conocer y comprender realmente la historia pasa, como cuando se lee un libro, por leer cada palabra sin saltarse ninguna línea. Un abrazo, Paulina

    • Muchas gracias! Preciamente llevar a una reflexión de fondo, fue una de las motiviaciones para escribir el artículo, además por cierto de cómo me removió que propuestas de este tipo se planteen en nuestro país tras la dictadura vivida. Un abrazo.

  2. Qué buen Artículo Paulina, las cosas claras!
    No se puede seguir aceptando lo inaceptable, estos señores no quieren reconciliación, quieren confrontación y provocación.
    Eso es este nuevo paso de la derecha una provocación!

    • Gracias Iris! En efecto creo que esa es la principal motivación que hay detrás, por lo mismo, lo importante es responder con argumentos, de forma clara y conundente, sin entrar en el juego. Un fuerte abrazo.

  3. No hay salud, no hay ética, no hay moral !!!
    en el nombre de la «sana convivencia», de la «tolerancia» ya estamos perdiendo todo!!!
    Hasta con el fascismo, con los violadores a los derechos humanos tenemos que ser indulgentes… Ya basta!!!

    • No hay educación en derechos humanos!! Sin lo cual, una sociedad que experimento la confrontación, permanece enferma. Y no admitir indulgencia, en casos donde hay que ser ejemplificadores en las sanciones, es parte del remedio. Abrazo, Luis

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