«No podemos resolver la crisis climática sin cambiar nuestra relación con la naturaleza y con nosotros mismos.»

Naomi Klein.

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METROPOLI Y COMUNA, AJUSTES Y DESAJUSTES

J. Antonio Zelada Espinosa

Arquitecto Premio Regional de Arquitectura y Diseño Consejo de la Cultura y las Artes 2012

Invitado por un grupo de ciudadanos de Coronel a un programa local de TV para analizar los cambios que propone el Plan Regulador Metropolitano de Concepción sobre esa comuna, una de mis conclusiones fue que hay que hacer cambios importantes ahora YA en la Ley General de Urbanismo y Construcciones, y por lo tanto también en la respectiva Ordenanza G. de U. y C. Y ello porque es esta matriz legal la que rige sobre la planificación urbana y territorial; y volvemos a los eufemismos de siempre, ya que verdadera planificación urbana no se hace en Chile, y menos se hace planificación de los territorios no urbanos, o en el suelo rural para ser más claro. Metrópoli

La planificación territorial que se practica por los entes públicos, léase Ministerio de Vivienda y Urbanismo y municipalidades, trata sobre prácticas regulatorias más que proyectuales o de planeamiento de las ciudades y sus entornos (y nunca más allá). Pero si eso es un gran déficit, y si queremos ir más allá en las ideas y en el tiempo, como desearían las comunidades y como nos gustaría a los profesionales del área, hay que decir  con franqueza que lo peor es que la ley y sus reglamentos están hechas (en verdad adaptadas) para aplicarse bajo los preceptos del modelo económico imperante, el modelo neoliberal donde el Estado es, cuando mucho, solamente subsidiario, es decir que actúa solo donde y cuando el sector privado, encargado de suplir a escala social Urbanización y Vivienda, no lo hace. Y qué decir de Urbanismo. Y claro, obviamente todo lo que se hace, se hace al vaivén de la ‘economía de mercado’ (para algunos, los menos, una benigna marea, para otros, los más, una tempestad avasalladora), donde algunos pueden flotar, pero otros simplemente se hunden, no sobreviven, lo que es trágico cuando se trata de una sociedad que debería ser armónica e igualitaria, con calidad de vida para todos.

En el caso concreto de un Plan Regulador Metropolitano, donde quien lo define y lo confecciona es un ente del Estado-gobierno, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, éste debiera ser limpio, transparente, justo y equilibrado en sus definiciones.  En este proceso de los planes reguladores metropolitanos, y a diferencia del caso de los planes reguladores comunales,  no hay participación de los ciudadanos que viven y respiran en los territorios comunales-metropolitanos, sino solamente pueden intervenir las municipalidades con opiniones que, presuntamente, representarían a las comunidades que habitan las comunas insertas en el territorio llamado metropolitano, lo que es muy discutible, ya que en general ni los alcaldes, ni los concejos, ni los técnicos municipales son capaces de reflejar fielmente los intereses de la gente. Pero eso no significaría mucho en algunos casos, pues la experiencia nos indica que un territorio puede muy fácilmente pasar va ser zona de sacrificio y casi nadie se da cuenta, hasta que eso ya pasa a un estado irreversible. De ahí la importancia de que hubiese una participación ciudadana verdadera y amplia, la que no se permite. 

En el caso que nos preocupa, Coronel, desde ya la comuna se ha convertido reconocidamente en eso, zona de sacrificio, por las decisiones anteriores del Estado manejadas con una visión de mercado privilegiando el interés en el crecimiento económico y el interés privado. Pero lo peor es que ahora la comuna puede ser oficialmente destinada al sacrificio, cuando en las áreas aun rurales de su territorio se permita ubicar instalaciones industriales y también vertederos de basuras domésticas o residuos industriales, en el mal llamado uso de suelo para infraestructuras sanitarias.

En la reciente o nueva práctica de la planificación metropolitana a su cargo, el MINVU ha dejado en cada comuna que la institución municipal se haga cargo de planificar diseñar y manejar el plan regulador urbano, es decir el área netamente urbana consolidada, reservándose para su accionar ministerial, siempre preponderante sobre el plan urbano, la definición de las zonas internas que concentran industrias (Actividades Productivas), las zonas portuarias (Infraestructuras de Transporte) y las áreas externas, la Extensión Urbana y el territorio Rural. Esas zonas son vistas entonces como de impacto metropolitano o supra comunal. Y esto porque así puede definir entonces el uso del suelo en detalle de esas áreas de futuro crecimiento urbano y de las rurales con una visión metropolitana o “macro”, es decir con la visión que interesa al conjunto territorial mayor que constituye el área metropolitana, y entonces el MINVU habla de zonas de impacto metropolitano antes que de interés comunal, aun cuando el suelo o territorio constituya parte de la comuna. Eso en lo general, aunque no siempre sea así con todas las comunas. Hay que saber que todo Plan Regulador Comunal (así se llaman oficialmente) tiene un límite oficial establecido y señalado con fuerza de ley entre el Área Urbana o la ciudad y el Área Rural que sumadas constituyen el territorio comunal. En el caso de Coronel, estas áreas de impacto metropolitano internas y de extensión urbana y las rurales son de interés metropolitano y así se deciden los usos del suelo que puedan allí permitirse o prohibirse.

No es del caso aquí, en este artículo, preguntarse cómo y por qué lo hicieron así, aunque da para muchas especulaciones, y algunas de éstas no son para nada positivas para la comunidad local o comunal. También hay que tener en cuenta que el diseño de la red vial metropolitana prevalece sobre el que se diseñe por la comuna Y por otro lado, simultáneamente hay que modificar la Ley de Bases del Medio Ambiente, pero especialmente las normativas o estándares ambientales que ahora permiten con mucha soltura aprobar el instalar procesos e instalaciones productivas (mineras, industriales, pesqueras) que atentan contra el medio ambiente (atmósfera-litósfera-hidrósfera) en lugar de mantenerlo armónico. Específicamente hay que mejorar el instrumento estatal operativo que es el Servicio de Evaluación Ambiental, que es por donde pasan las autorizaciones o negativas para intervenir el medio ambiente.

Finalmente pienso que, de repente, me parece muy fácil pensar y decir ahora que hay que iniciar estas grandes acciones de cambio, desde la Constitución, las leyes y las instituciones. Pero es que aun vivimos el estallido social más grande que ha tenido este país en su historia republicana, y si estas ideas no se plantean ahora ¿cuándo habrá otra oportunidad más valedera que ésta, la aun presente y en pleno proceso?  

Estamos comenzando a jugarnos un mejor destino para nuestro país y para  nuestras ciudades, que es lo mismo que decir el destino de nuestra sociedad nacional, de nuestras comunidades regionales y comunales, de cada uno de nosotros.

Conceptos, sociedades, tal vez utopías, pero siempre localizadas en territorios, ciudades, suelos.

Fuente de figura: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-99841.html

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