
POR QUÉ EL LOUVRE
Reeditado.
T. Rojas desde París
El Louvre hace parte de una serie de reflexiones que me pidieron que hiciera desde París . ¿Por qué elegí El Louvre para comenzar éstos escritos? Simplemente porque éste lugar resume lo que representa Francia en el mundo . El Louvre engloba y acoge la cultura en su totalidad. Es un lugar abierto y democrático, muestra toda forma de expresión haciendo de la libertad su lema. Es un espacio donde la pintura, la escultura, la música, el cine , el teatro, la danza, la moda dialogan en un sinfín de matices y en un constante movimiento. El Louvre colabora con su “saber hacer” y se instala, en tiempos frágiles políticamente, en otros lugares como en Abu Dhabi. La arquitectura de éste nuevo Louvre respeta y valora la geografía del lugar. El arquitecto Jean Nouvel dice que su proyecto traduce “el deseo de crear un museo universal, en equilibrio entre la arena del desierto y el mar” El Louvre se instaló también en Lens, otra ciudad de Francia .
Los Tramposos
En el artículo anterior les contaba que durante los momentos de profunda tristeza en París, los paseos por las galerías del Louvre, me reconciliaron con el género humano. Era urgente buscar belleza realizada por el Hombre. Al mismo tiempo volví a leer algunos libros de Víctor Hugo, que considero uno de los más grandes escritores franceses.
Siempre con la actualidad no muy reluciente que vivimos desde hace un cierto tiempo, recordé, mientras leía los excelentes artículos de la investigación que llevaron a cabo un gran grupo internacional de periodistas de investigación: los “ Panama Papers”, recordé les decía un cuadro de Georges De La Tour: “ El Tramposo “ Georges de la Tour es un pintor francés que nace en La Lorena en 1593. La Lorena es entonces una provincia ( hoy en día ), que tenia varias fronteras; intercambios entre artistas y las obras ya que la ruta entre lo que es ahora Italia y Holanda pasaba por La FrancheComté, region al sur de La Lorena.
Georges de La Tour hizo en realidad dos “Tramposos”: uno presumiblemente anterior el de EEUU y otro que sería posterior; el del Louvre. No hay datación ni documentación que asevera ésta hipótesis, pero las pinturas son elocuentes por ellas mismas. Según los análisis científicos, la obra del Louvre habría sido el modelo para la segunda. Tema éste como otros por estudiar habida cuenta de la escasez de huellas y del descubrimiento inconcebiblemente tardío del pintor de La Lorena. Las dos obras de La Tour son muy parecidas pero no idénticas. En ambos casos el precedente es común : el de” Los Tramposos” de Caravaggio.
Las dos pinturas son una continuidad: la del As de Tréboles en EE UU, y la del As De Diamantes en París. En ellas un joven crédulo que con su calma estática cierra el grupo por la derecha del cuadro vestido con lujo pretencioso, suscita en los otros personajes un contenido movimiento de gestos y miradas en torno a la trama del Engaño. Hay una silenciosa tensión, que cual un hilo de Ariadna, une a las tres figuras mientras que la cuarta aparece confiada y totalmente ajena a lo que se trama.
La escena es efectivamente verosímil, sin embargo no está exenta de cierta “ mise en scène “ para el efecto teatral. Todo es coherente y se fundamenta en la sutil simetría que hay en los rostros de frente, de perfil y de tres cuartos. Cada uno bien diferenciado. Todo ésto en dos planos paralelos, delante y detrás de la pequeña superficie horizontal de la mesa. El Tramposo del As de Tréboles, de espaldas y sesgado, vuelve el rostro hacia nosotros, está en una tenue penumbra y la postura del brazo derecho es algo artificiosa. En el del As de Diamantes, con el rostro más lineal, los tonos son más sombreados. Este cuadro del Louvre resulta una versión más elaborada, los colores son más contrastados; tal el corpiño de la sirvienta que pasa del rojo tenue o rosáceo del primero a un profundo azul en el segundo. Los claroscuros crean una más concentrada expresión de vida, quizá incluso más real. Luego no dejan de armonizarse las precisiones, los perfiles son tan coincidentes que se diría son traslación de contornos. En el jubón del Tramposo de EEUU, las agujetas están anudadas, y en el del Louvre sueltas. Ambos lienzos fueron ampliados con bandas en la parte superior, según el deseo que se extendió en la época de composiciones más aireadas, aun cuando en la versión de EE UU la ampliación fuera recortada con posterioridad.
Podemos agregar tanto en la cofia de la sirvienta que pasó del pálido color a un luminoso dorado, como en el bonete rojo y emplumado del personaje central seguramente “une courtisane”, es decir prostituta como en la especie de ladeada gorra igualmente adornada de plumas del joven estafado. Observen que la coloración general tiende a la calidez en la pintura del Louvre.
Aunque al fondo halla como si fuera un telón echado un liso plano de riguroso nocturno, la pintura es sin titubeos, escena diurna, anterior al nacimiento del gran estilo. Caracterizado por la presencia de absorbentes llamas, a veces semi ocultas pero en las que cautivadoras luces, ondulantes, desvelan la faz nocturna del mundo. Llaman a un profundo silencio, cargado de misterio e incitan al espectador, a una extensa meditación sobre la existencia.
Excelentes artículos los de T. Rojas. Muchas felicitaciones y sobre todo muchas gracias. Es como pasear por el Louvre con la mejor guía. Espero leer pronto el nuevo artículo. Uno sobre Delacroix quizas…
Un gran Comentario, siempre es bueno saber y empapelarse del arte, un gran articulo de mucha enseñanza.
Siempre un placer leer comentarios tan profundos, no sólo inspiran sobre la obra comentada, sino que es un delicioso viaje orientado por la sabiduría de la autora y guiado por el recorrido sutil de una pluma fina,Cuidadosa y elegante.
Gracias T Rojas, por la lúdico, pedagógico y profundo de tus comentarios de arte, unes estos tres elementos, y sin pretenderlo, educas nuestra sensibilidad e inteligencia, tu prosa es motivante, cautiva y persuade a leer. Me has entregado mucha felicidad en tu artículo, desde el austral Chile, te insto a continuar con tu mirada en el arte y compartirla con las mujeres, niños y hombres. Es necesaio.
Fraternales saludos.
Fernando Matus de la Parra Martínez
Sus comentarios cada día mas hermosos, interesantes e inteligentes.
Merci ! Bientôt
Interesante información de los cuadros de De La Tour, tuve la oportunidad de pasar por el louvre y me di cuenta que para disfrutar en plenitud del museo de los museos es necesario semanas, quizás meses o años. Dentro de lo que pude disfrutar en aquel lugar fue la Gioconda, desde niño contemplaba esa dicotomía de sonrisa y seriedad en una expresión, de las primeras obras que pude apreciar guiado por mi Madre. También a María Magdalena de Erhart, escultura a tamaño real que entrega al desnudo la mujer que poco se sabe de ella, pero que mucho se especula. La majestuosidad y tamaño de las bodas de caná, colores y espacio para observar detenidamente los detalles de Veronés. Además de De La Tour con los tramposos, que idóneo cuadro para interpretar lo que sucede hoy en Chile, el uso del poder para tomar una tajada es transversal; Empresarios, Políticos, dirigentes del fútbol, me detengo porque la lista es infinita.
T Rojas, muy interesante sus columnas y además agradecido de poder nutrirme de sus conocimientos de las obras que ha expuesto.
PD: Espero la siguiente 🙂