
PRESIDENTE PIÑERA, ES USTED EL PRIMER RESPONSABLE
Es cierto, el estallido social de las últimas semanas no es responsabilidad de un sólo gobierno, sino que de todos los gobiernos desde la recuperación de la democracia. Cada uno de ellos contribuyó de diferentes maneras y en diferentes grados a que estemos hoy en la situación en que como país nos encontramos.
Es cierto, los políticos de todas las tendencias, oficialistas y de oposición, todos, son responsables por no haber sabido o no haber tenido interés de escuchar, por no haberse detenido a observar y entender las señales que desde hace años la ciudadanía entregaba y por haberse dejado embaucar por las mezquindades que el poder trae consigo.
Es cierto, los grandes empresarios, esos que controlan los centros del poder económico, esos que manipulan los medios de comunicación, esos que se coluden, evaden impuestos y corrompen el mundo político para ponerlo al servicio de sus intereses, son en gran medida responsables por el deterioro del tejido social de nuestro país.
Sin embargo, más allá de las antes mencionadas responsabilidades compartidas en las causas de la actual crisis, hoy, en nuestra democracia presidencial, el principal responsable de conducir al país hacia una salida que no nos devuelva a la normalidad pasada, sino que, con una mirada de futuro, atienda efectivamente las demandas de cambios sociales y políticos que la ciudadanía plantea, es usted presidente Piñera.
Es usted, presidente Piñera, quien tiene la responsabilidad de escuchar con honestidad para conducir una reflexión acerca de la profundidad de los cambios que la ciudadanía reclama; cuestión que claramente usted aún no ha hecho.
Es usted, presidente Piñera, quien tiene la responsabilidad de abrir un diálogo transparente y libre de intereses creados, con la ciudadanía y las organizaciones sociales como principales protagonistas, para encontrar conjuntamente soluciones que conduzcan a la creación de un nuevo pacto social y de gobernabilidad; cuestión que claramente usted aún no ha hecho.
Es usted, presidente Piñera, quien tiene la responsabilidad de generar las condiciones necesarias para que todos los actores políticos, institucionales y empresariales se sumen a las iniciativas que nos permitan realmente avanzar en reducir la injusticia y desigualdad existentes hoy en Chile; cuestión que claramente usted aún no ha hecho.
Es usted presidente Piñera quien tiene la responsabilidad de dar la cara por TODAS las víctimas de la violencia que ha afectado a nuestro país en las últimas dos semanas. Es su gobierno el responsable político, quien debe hacerse cargo por las violaciones a los derechos humanos observadas; por los muertos y miles de heridos; por los abusados; por las víctimas de los enfrentamientos, ya sea que estas se encuentren entre las fuerzas del orden o entre quienes han dado rienda suelta a actos de vandalismo y delincuencia. Pretender culpar a quienes ejercen su legítimo derecho a manifestarse pacíficamente, no es más que un velado reconocimiento a su incapacidad de gobernar y la negación de su responsabilidad como gobernante.
Presidente Piñera: hasta hoy, sus medidas económicas y cambios de gabinete, sus planes de seguridad y llamados al orden público, su convocatoria al COSENA, sus discursos e improvisadas intervenciones, parecen el ensayo de una burda astucia o un triste intento por ganar tiempo, en la esperanza de que sea el agotamiento el que ahogue la actual crisis, más que esfuerzos sinceros por avanzar en un verdadero camino de solución.
Su negativa a dar comienzo al proceso de cambios profundos que el modelo necesita, su resistencia a iniciar hoy la discusión de una nueva Constitución, su renuencia a dejar el lenguaje que divide para reemplazarlo por un mensaje de desinteresada unidad, su persistencia en hacer anuncios plagados de letra chica y su insistencia en una estrategia de dilación y postergación de decisiones urgentes, solo sirven para acentuar la animadversión entre chilenos y agravan la responsabilidad que la historia le asignará a usted en el desenlace de esta crisis.
Presidente Piñera: la oportunidad de conducir este momento es única; sin embargo, el tiempo se agota.
Apostar a la fatiga del movimiento social o a su radicalización, es apostar con el futuro de país. Ambas situaciones pueden ser vistas por algunos miopes como victorias, que pudieran servir intereses sectoriales de corto plazo. Sin embargo, estas victorias pírricas sólo contribuirán a profundizar los sentimientos de frustración de los más postergados, agravarán la rabia de los marginados, acrecentarán la desconfianza en nuestro gobierno y la elite política y darán una estocada más a la ya amenazada sobrevivencia de nuestras instituciones, y quién sabe, incluso la de nuestra democracia.
Presidente Piñera: lo que el país necesita hoy es un líder reflexivo y a la vez audaz, dispuesto a tomar los riesgos políticos y económicos necesarios para mover el cerco de lo posible; un líder genuinamente comprometido con la defensa de los más postergados y de aquellos que carecen de voz. Lo que cientos de miles de chilenos reclaman hoy es un líder con la sabiduría y el coraje suficiente para desafiar esa “normalidad” que tanto daño nos ha hecho como país y con la capacidad y valor necesarios para encauzar la energía expresada en este estallido social, transformándola en la fuerza motora que los cambios políticos y sociales exigidos hoy requieren.
Presidente Piñera: Profunda agenda social, hoy; cese inmediato de las violaciones a los derechos humanos; y nueva Constitución. Eso es lo que la inmensa mayoría de la ciudadanía le reclama.
¿Estará usted, presidente Piñera, a la altura de las circunstancias? ¿Será usted capaz de salir de su burbuja palaciega para, con todos los chilenos, abrir la puerta del Chile del siglo XXI? ¿O continuará usted negando la realidad y por ende comprometiendo el futuro de nuestro país, para proteger los intereses de unos pocos?
Serán las próximas semanas las que nos ofrecerán la respuesta.
Excelente su artículo Maroto.
Felicitaciones.
Si, tiene usted razón el principal responsable es PIRAÑA y debe RENUNCIAR AHORA!