¡ Qué bueno ! , dijeron los malos. ¡ Qué malo ! , dijeron los buenos.
René Fuentealba Prado, abogado.
La jornada de ayer, 2 de julio, será recordada durante mucho tiempo. En un solo día, se concentraron dos acontecimientos interesantes: la final de la Copa Confederaciones que enfrentaba a los seleccionados de fútbol de Chile y Alemania y las primarias de las coaliciones “Chile Vamos” y “Frente Amplio”. Ambos sucesos no estaban plenamente separados. Al contrario, el fútbol servía para justificar los niveles de participación en las primarias. Los derrotados de las primarias, por su lado, encontraban en el fútbol el vocabulario adecuado para explicar su derrota: Si no fuera por el árbitro, si no fuera por el palo…..
Al cierre de la presente edición, quedando pendientes los resultados definitivos entregados por el SERVEL, las posiciones eran bastante claras: Por la coalición “Chile Vamos” el triunfo del ex Presidente Sebastián Piñera era claro y, salvo sorpresas de último minuto, estaba obteniendo más/menos un 58% de los sufragios, secundado, en el mismo orden, por Ossandón y Felipe Kast. Por la otra banda, la periodista Beatriz Sánchez prácticamente duplicó a su contendor Alfredo Mayol pese a sus graves errores no forzados de último minuto. En la consulta legal habrían participado casi 1 millón de personas en total lo que resulta satisfactorio para los contendientes aunque la cifra está muy lejos del número que votó en las primarias de 2013. En síntesis, las encuestas estuvieron bastante acertadas en los porcentajes anunciados previamente, los números mismos no fueron aclaratorios ni para ser optimistas ni para ser pesimistas en cuanto a rangos de participación y, por el momento, no se vislumbra un cambio de actitud de los potenciales electores nuevos que pudiera denotar entusiasmo.
Una parte del panorama parece haberse aclarado. Por el lado del Frente Amplio pareciera que no habrá mayores problemas en que todos los sectores que giran en su torno se sumen a las banderas de este inédito proyecto. Por el lado de la coalición de derechas, habrá que ver lo que nos depara el destino. Resulta bastante inimaginable que el senador Manuel José Ossandón se sume incondicionalmente a la candidatura Piñera y, a todas luces, su apoyo (que sin duda lo habrá, ya que no le queda otro camino) tendrá un precio: exigirle al abanderado del sector una serie de clarificaciones en los campos ético y financiero que hasta han sido eludidas.
Tras esta limpieza del terreno, será necesario empezar a construir. En una sociedad que vive en un ambiente crispado, con fuertes exigencias en materia de transparencia y en la forma de abordar algunos problemas gruesos que constituyen preocupaciones primordiales de la gente, no creemos que haya espacios para la ambigüedad ni para la irresponsabilidad. Para seguir en la “onda fútbol”, al ciudadano responsable no le resulta aceptable ni la carencia de un adecuado planteamiento estratégico ni la opción que implica el chutear los problemas para más adelante.
En realidad, Qué Malo dijeron los Buenos, que le vamos a pegar a los malos, pero Qué Bueno dijeron los malos, que le van a pegar a los Buenos, tal como lo han hecho en las primarias chilenas. Algo realmente increíble, que un candidato que haya cometido un enorme fraude bancario, haya sido electo president del país, y ahora, nuevamente, después de haberse llenado sus bolsillos al extremo, durante su administración presidencial, nuevamente los chilenos lo vayan a elegir como su Jefe Maximo. ¿Es que en Chile ya no no existe in liderazgo juvenile, como sucedió en los años 50’s y 60’s? ¡Qué tristeza más grande!